Embarazo sin síntomas: peligra la toma de ácido fólico

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Embarazada sin síntomas no toma ácido fólico
23 Jul 2018

Habitualmente cuando una mujer queda embarazada y transcurren unas tres o cuatro semanas desde la última menstruación, comienza a sentir una serie de síntomas típicos de embarazo. Estos son los síntomas, señales o signos que puede notar la gestante que acaba de concebir:

  • Aumento de la turgencia mamaria, del tamaño del pecho y aumento de su sensibilidad, incluso con dolor en las mamas.
  • Aumento de la frecuencia al orinar.
  • Aparición de nauseas y vómitos.
  • Sensación de mareo y somnolencia.
  • De forma más tardía, aumento del volumen abdominal y aparición de molestias lumbares.

El riesgo de no tomar ácido fólico las primeras semanas

El único riesgo que tiene un embarazo sin síntomas (o cuando la mujer confunde la hemorragia de implantación embrionaria con una menstruación) es que los cuidados del embarazo pueden comenzar de forma más tardía al desconocer su estado. Y aunque la toma de suplementos vitamínicos, sobre todo el ácido fólico se recomiendan aproximadamente tres meses previos a la gestación, muchas mujeres retrasan esta toma de suplementos hasta el momento en que confirman que han quedado embarazadas. Pero no hay que esperar a la aparición de síntomas.

Simplemente el hecho de desconocer que se ha quedado embarazada o el no tener síntomas, puede hacer que el comienzo de la suplementación vitamínica sea más tardío de lo recomendado. Pero no debemos temer un embarazo sin síntomas sino que debemos de suplementar nuestra alimentación con vitaminas prenatales para aumentar así sus beneficios. Os recordamos que durante las ocho primeras semanas de gestación se produce la organogénesis o formación de los órganos del bebé, un periodo clave en el desarrollo del ser humano.

¿Peligra el embarazo si no hay síntomas?

Pero en muchas otras ocasiones una mujer se encuentra embarazada y no percibe ningún síntoma. Aunque esta situación debería de hacernos sentir afortunadas por no tener las molestias que resultan incómodas del embarazo, la mayoría de mujeres piensan todo lo contrario y son muy negativas por este aspecto. Piensan que no tener síntomas es un signo deque el embarazo no está evolucionando de la forma adecuada o de que existe una mayor posibilidad de pérdida de embarazo o de aborto. La realidad es que no existe ninguna relación entre los síntomas y el pronóstico del embarazo. El aumento de síntomas se asocie a embarazos evolutivos o normales y que la ausencia de síntomas se asocie a mayor riesgo de aborto.

“Cada embarazo es un mundo“, dice el refranero español, y es que es una afirmación muy próxima a la realidad. Cómo sienta el embarazo a cada mujer y como lo percibe cada es una, es algo muy variable. Incluso en la misma mujer dos embarazos diferentes pueden evolucionar de forma distinta con aparición o no de diferentes síntomas y en momentos diferentes.

Falsa regla o confusión en los manchados

El único síntoma que es común a todos los embarazos y que siempre tiene que aparecer es la ausencia de menstruación (o amenorrea). Este síntoma es imprescindible: no existe embarazo si no existe ausencia de menstruación. Algo que muchas personas confunden es que tienen algún pequeño manchado (o falsa regla), que coincide con la fecha teórica en la que tenía que haber aparecido la siguiente menstruación, y que corresponde realmente a un sangrado de la implantación.

Habitualmente este sangrado de implantación es escaso y dura menos días que una menstruación normal. Este manchado puede hacernos creer que no ha faltado la última menstruación y no cumplir la premisa de síntoma imprescindible para confirmar embarazo. Por eso, empieza tu suplementación vitamínica desde que planeas tu embarazo para asegurarte todos los micronutrientes, especialmente el ácido fólico, vital para el desarrollo del bebé.

Dra. Diana Cuenca
Especialista en Ginecología y Obstetricia del Hospital de Torrejón de Ardoz (Madrid)