Periodos perinatal y neonatal del bebé

El test de Apgar: La primera exploración médica del recién nacido

El periodo perinatal es el espacio de tiempo que va de la semana 28 de gestación al séptimo día de vida fuera del útero materno del bebé. En este periodo va a tener lugar el momento trascendental del parto.

El periodo neonatal se refiere a los primeros 28 días de vida del recién nacido. Durante este tiempo, la maduración de los distintos sistemas orgánicos le van a capacitar para adaptarse a la vida extrauterina, para lo que se necesita numerosos ajustes fisiológicos.

El seguimiento del embarazo en las consultas ginecológicas y la atención del parto y del recién nacido en el hospital y los avances en las unidades de cuidados intensivos neonatales han conseguido reducir mucho la mortalidad neonatal, incluso en niños de alto riesgo. Las muertes perinatales dependen de factores maternos y del propio feto, así como de circunstancias del parto en sí. Las causas son prematuridad extrema y/o crecimiento intrauterino retardado, asfixia fetal; malformaciones congénitas graves e infecciones neonatales precoces.

La madurez del niño está en relación a la edad de gestación, la cual se determina contando el número de semanas a partir del primer día de la última regla de la madre. Un recién nacido a término es aquel que tiene entre 37 y 42 semanas de gestación; por debajo de 37 semanas son niños pretérmino (niños prematuros) y por encima de 42 semanas niños postérmino.

Test de Apgar: la exploración del recién nacido en la sala de partos


La exploración del recién nacido en la sala de partos valora el estado vital del niño para descartar que haya lesiones producidas en el momento del parto y que presente malformaciones congénitas.

Para ello se utiliza el test de Apgar que es un método de evaluación de los recién nacidos inmediatamente al parto; se valora al minuto mediante cinco signos, que son puntuados de 0 a 2 tal como se detalla en la siguiente tabla:

Signo 0 1 2

Frecuencia cardiaca

No se detecta

Inferior a 100 p/m

Más de 100 p/m

Esfuerzo respiratorio

No se detecta

Irregular, llanto débil

Bueno, llanto vigoroso

Tono muscular

Flacidez, hipotonía generalizada

Flexión parcial de extremidades

Extremidades flexionadas, movimientos espontáneos

Respuesta a estímulos (Irritabilidad refleja, respuesta a sonda nasal)

Ausente

Gesticula, muecas

Tos o estornudo

Color

Cianosis generalizada (azulado) o palidez intensa

Sonrosado, pero con extremidades con cianosis

Sonrosado de modo general

Lo habitual es valorarlo al minuto y a los cinco minutos tras el nacimiento.El pronóstico vital será de riesgo para el recién nacido cuanto más baja sea la puntuación:

  • La puntuación de 9 o 10 al primer minuto ofrece un pronóstico vital muy bueno.
  • De 4 a 6 es probable que el bebé precise reanimación.
  • Menos de 4 significa que necesita de forma urgente unos cuidados muy especiales.

Periodo perinatal y neonatal del bebé

Una vez efectuada esta primera exploración en la sala de partos, si el bebé no presenta ningún signo de riesgo, se entrega a su madre.

Si presenta un test de Apgar bajo debe ser reanimado e ingresado en la Unidad Neonatal para observación.

También son derivados a la Unidad Neonatal en Observación los niños procedentes de gestaciones de alto riesgo y los recién nacidos en los que, sin tener antecedentes de embarazos de alto riesgo ni con Apgar bajo, se aprecien signos de malformaciones congénitas o de lesiones de parto.

  • Niños a término, con peso adecuado a su edad gestacional, con buen índice de Apgar y sin signos clínicos de malformaciones ni lesiones ⇒ Entregados a su madre en la sala de partos.
  • Niños a término, de gestaciones de alto riesgo o con índice de Apgar bajo ⇒ son derivados a Unidad Neonatal en Observación.
  • Niños pretérmino, y/o con bajo peso, y/o con índice de Apgar de severo pronóstico vital y/o lesiones de parto y/o malformaciones congénitas ⇒ son ingresados en Unidad Neonata o en cuidados medios o en cuidados intensivos (UCIN), dependiendo de la situación del neonato.

Inmediatamente tras el parto el niño empieza a recibir cuidados:

  • Se limpia con agua tibia para eliminar la sangre de la superficie cutánea y secado mediante paños estériles.
  • Es importante cubrirlos para que no pierdan calor: un recién nacido expuesto al frío puede desarrollar acidosis metabólica para compensar la pérdida de calor.
  • Se cura el cordón umbilical con un antimicrobiano.
  • Se efectúa profilaxis de infección oftálmica gonocócica.
  • Se administra vitamina K  para prevenir la enfermedad hemorrágica del recién nacido.
Dra. María Teresa Ferrando Lucas
Pediatra Neurólogo del Servicio de Pediatría. Hospital Universitario Quirón Madrid