Estoy embarazada y no tengo hambre, ¿es peligroso?

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Embarazada sin hambre, consejos para paliar la inapetencia
11 Sep 2017

Todo el mundo piensa que la embarazada tiene un apetito voraz y que come por dos, puesto que culturalmente se ha ido heredando esta idea de forma extendida. Así que imagínate, qué preocupada puede estar una mujer gestante que no tiene ganas de comer.

Vamos a exponer la consulta de una paciente que trata este tema, no tan infrecuente:

DOCTORA (D): Buenas tardes, ¿qué tal te encuentras?

PACIENTE (P): Estoy muy preocupada, doctor. No sé si es muy normal, pero yo no tengo hambre y, creo, que debería de estar comiendo ya más y engordando un poquito, porque ya estoy de 22 semanas.

D: Pero no tienes apetito porque te encuentras mal o no quieres engordar y, de este modo, controlas tu alimentación.

P: No, no, doctora, yo me estoy cuidando, pero no engordo porque no como. No me entra la comida.

D: Y, ¿por qué no puedes comer? ¿Tienes sensación de náuseas o vómitos?

P: No, eso se me pasó en las primeras semanas. Yo lo que siento es que cuando como un poquito, me empieza el ardor de estómago y, además, al final del día se me hincha la tripa y parece que estoy de ocho meses, a puntito de parir ¡Madre mía, qué preocupación!

D: Tranquila. A medida que pasa el embarazo, es normal que se produzca un enlentecimiento de todo el tracto gastrointestinal, por la elevación de la progesterona a lo largo de la gestación, y presentes síntomas como los que estás describiendo ahora mismo: ardor, pirosis, sensación de plenitud, gases, hinchazón abdominal… Pero siguiendo unas medidas básicas, puedes resolverlo fácilmente.

P: ¡Qué bien doctora! Pues cuánto me alegro porque estaba preocupada. Y, ¿qué debo hacer?

D: En primer lugar, tienes que intentar hacer cinco comidas al día en pequeñas cantidades. Por otro lado, no debes tumbarte tras las comidas y realizar ejercicio físico. Debes al menos caminar todos los días. Intenta evitar las comidas flatulentas y las bebidas gaseosas. Y tienes que tener una dieta rica en fibra, para evitar el estreñimiento y permitirte comer más cantidad o por lo menos tener más apetito.

P: Perfecto, lo intentaré. Pero, ¿y si con esas medidas no se me soluciona mi problema? Es que a mí lo que me preocupa es que mi bebé no coja peso.

D: Todavía tenemos el escalón del tratamiento médico, es decir emplear antiácidos u otras medidas farmacológicas que puedan aliviar la sintomatología, pero esperamos que con las medidas higiénico-dietéticos, podamos resolver en gran parte.

P: Y, ¿qué pasa con mi niño?

D: Por el momento, en las semanas de gestación en la que nos encontramos, no se ha visto ninguna repercusión en el desarrollo del feto, pero a partir del segundo y el tercer trimestre, se debe incrementar el aporte calórico, para que la formación celular sea correcta, como tú bien sabes.

P: Pues así lo haré doctora. Muchas gracias y le iré contando en la próxima consulta.

La pérdida de apetito, si no es por una patología médica importante, con las medidas expuestas en el caso anterior, puede mitigarse de forma relevante. Así que, ¡mucho ánimo y a alimentarse de forma correcta!

 

Dra. Miriam de la Puente
Especialista en Ginecología y Obstetricia del Hospital Clínico San Carlos (Madrid)