Cómo actuar ante un niño con dolor de oídos

La otitis externa prolifera en verano

En verano, las piscinas, los ríos, los pantanos y las playas son lugares muy concurridos sobre todo por los más pequeños. Pero el agua y el calor son la combinación perfecta para las otitis, sobre todo las otitis externas en los niños. Te contamos cómo prevenirlas y qué hacer si tu hijos se queja de dolor en los oídos.

Qué causa la otitis externa


La otitis externa es la inflamación del conducto auditivo externo a causa de una infección. Suele estar provocada por bacterias, que muchas veces ni tan siquiera se contraen por contagio, sino que ya se encuentran en el oído, y que proliferan por la humedad y el calor.

Dolor de oídos en bebés y niños con el calor y la humedad

  • La humedad y las altas temperaturas son los detonantes para el crecimiento de bacterias que forman parte de la flora de nuestros oídos o que están presentes en aguas poco higiénicas.
  • Además la piel del conducto auditivo externo ante la humedad constante puede perder su barrera protectora. Los pelillos que hay dentro y el cerumen, con un pH entre 4 y 5 evitan que las bacterias entren. Pero la humedad diluye el cerumen y eleva el pH.
  • Las otitis externas suelen afectar más a los niños, ya que se encuentran más indefensos. Además, las trompas de Eustaquio de los más pequeños son más cortas, con lo que los gérmenes, virus y bacterias llegan con más facilidad al oído medio.

Sin  duda, el síntoma más claro de que el pequeño sufre una otitis es el dolor de oídos. En los bebés recién nacidos este dolor se manifiesta en forma de un llanto intenso y agudo, como si gritara. Los niños mayorcitos, aunque aún no sepan hablar, se llevarán las manos a los oídos. 

Dolor de oídos en niños en vacaciones de verano

Síntomas de la otitis


  • Si se aprieta el cartílago que se encuentra justo a la entrada del conducto auditivo o se tira del pabellón auditivo, se produce una punzada de dolor.
  • El dolor se manifiesta también al masticar.
  • A menudo, el niño “grita” que no oye y que le pica el oído.
  • En ocasiones puede haber una supuración de un líquido de color claro o algo amarillento.

Es posible que el niño sufra fiebre, pero en una otitis externa es raro. En cambio, si se trata de una otitis media, la temperatura alta es más frecuente.aaaaaa

Cómo prevenir el dolor de oídos

  • En verano, si tu hijo es propenso a las otitis, cuando vaya a bañarse en la piscina o en el mar,  colócale tapones de silicona para evitar que el agua entre en el conducto auditivo. Pero en cuanto, finalice el baño, quitaselos. No debe permanecer con ellos más que el tiempo imprescindible.
  • Jamás limpies sus oídos introduciendo bastoncillos o la punta de un paño o toalla. Puedes dañar su oído y aumentar el riesgo de infección. Solo asea con una toalla la zona externa.
  • Secar la parte externa del oído después de cada baño.
  • Se puede usar incluso un secador de mano a baja temperatura y a una distancia lo suficientemente alejada para no quemar.
  • Intenta no bañar al pequeño en zonas con aguas poco higiénicas o contaminadas.

Qué hacer en caso de otitis


En cuanto aparezcan los primeros síntomas, como dolor o fiebre, acude al médico, y no recurras a remedios caseros.

  •  Mientras puedes dar al niño algún analgésico  o algún fármaco para bajar la fiebre, como paracetamol en la dosis adecuada a su peso.
  • No administres antibióticos si el médico no lo ha recetado.
  • Si el médico prescribe un antibiótico, generalmente en forma de gotas, no abandonar el tratamiento hasta que el facultativa lo indique, aunque al niño ya no le duelan los oídos.
  • Puede aliviar el dolor poner sobre el oído paños secos calientes, pero con mucho cuidado con la temperatura, que no dañe la fina y delicada piel del niño.

Dolor de oídos en niños en verano por infección

 

El riesgo de no tratar la otitis externa

Si la otitis externa no se trata convenientemente puede aparecer una sobreinfección por hongos y llegar a producir la perforación de la membrana del tímpano o extenderse al pabellón auditivo.

 

Caridad Ruiz
Redactora experta en Salud