Inflamación de las membranas de la placenta, una grave complicación

Si se confirma, el embarazo llega su fin

inflamación placenta

La corioamnionitis es la inflamación aguda de las membranas placentarias (amnios y corion), de origen infeccioso, que se acompaña de la infección del feto, del cordón umbilical y del líquido amniótico. Es causa importante de morbilidad materna y fetal, incluyendo parto prematuro y sepsis neonatal (infección de la sangre del bebé con graves repercusiones en su salud). Existen unos criterios clásicos (de Gibbs) para hacer el diagnóstico adecuado:

  • Fiebre materna > 37.8°C y dos o más de los siguientes criterios clínicos menores:
    • Taquicardia materna (>100 latidos/minuto).
    • Taquicardia fetal (>160 latidos/minuto), que la valoramos al hacer una monitorización fetal.
    • Leucocitosis materna (>15000 leucocitos/mm3).
    • Irritabilidad uterina (definida como dolor a la palpación abdominal y/o dinámica uterina). Normalmente estas contracciones no ceden con los uteroparalizantes.
    • Leucorrea o secreción vaginal maloliente.

Más pruebas para confirmar la corioamnionitis


Estos son realmente los criterios más importantes pero también solemos tener en cuenta otros parámetros como:

  • La PCR >20mg/l.
  • El perfil biofísico fetal: lo hacemos con la ecografía y en el que valoramos la ausencia de movimientos respiratorios. Los fetos realizan dentro del útero movimientos del diafragma, como si fuera hipo y se considera un signo de bienestar fetal.
  • Ausencia de movimientos fetales y ausencia de tono.

En ocasiones es necesario realizar una amniocentesis, si técnicamente es factible, en los casos de sospecha clínica de infección. El diagnóstico de corioamnionitis se confirmará con el estudio bioquímico (glucosa, leucocitos) y microbiológico (tinción de Gram, cultivos aerobios/anaerobios; cultivo de micoplasmas) de líquido amniótico.

Hay que finalizar la gestación si se confirma


Si se confirma la corioamnionitis clínica, hay que finalizar la gestación en la semana que sea y no se debe demorar, ya que la infección no solo afectará al feto sino -y esto es lo peor- a la madre, pudiéndole ocasionar una sepsis (paso de los gérmenes a la sangre) que pondría en peligro su vida. Solamente se podría demorar unas horas, pero si el bebé fuera muy prematuro, necesitaríamos ponerle corticoides para madurar sus pulmones antes de extraerlo. En muchas ocasiones, la propia infección ocasiona el desencadenamiento del parto. El feto, junto con las membranas es expulsado: esto lo hace la propia naturaleza para evitar la infección de la madre.

Como veis es un tema muy serio y desgraciadamente frecuente en momentos en los que el feto aún no ha superado las 28 semanas de embarazo. Si aceptamos la finalización de la gestación, debemos realizarla siempre bajo cobertura antibiótica con Ampicilina 2g/6h y gentamicina 80mg/8h, que protegen tanto a la madre como a su bebé. Si es alérgica a la penicilina, se administrará Vancomicina 1g/12h en lugar de Ampicilina. Se deben utilizar también antipiréticos para la fiebre ya que mejora el registro cardiotocográfico y evita cesáreas innecesarias.

No más de 12 horas para que el embarazo finalice


Es importante saber que la corioamnionitis no es razón para realizar una cesárea electiva: la vía del parto dependerá de la estática fetal y la evolución del parto, es decir como a cualquier gestante de parto normal, eso sí muy vigilada y bajo cobertura antibiótica. Nos parece razonable que el lapso del tiempo no sea superior a 12 horas antes de acabar con la gestación.

En estas pacientes es muy frecuente que tras el parto se infecte el interior del útero, lo que los médicos llamamos endometritis, muchas veces por gérmenes anaerobios, que huelen muy mal. Por ello, tras el nacimiento muchos ginecólogos añadimos Clindamicina o Metronidazol. En todo caso, el antibiótico debe administrarse hasta 48 horas después de desaparecer la fiebre.

No os quiero hablar sobre las repercusiones sobre el bebé porque os asustaríais, así que, para otra vez lo dejamos.

Dr. Miguel Ángel Herraiz Martínez
Jefe del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Clínico San Carlos y Catedrático de la Universidad Complutense, de Madrid