“La leche humana es el único alimento perfecto para nuestra especie”

Hay que evitar el “uso indiscriminado” de antibióticos en los bebés

Neonatologia La Fe

El doctor Máximo Vento, Jefe de sección de Neonatología del Hospital La Fe (Valencia) en un firme defensor de la lactancia materna y el parto vaginal, siempre que este sea posible.

Ambos factores son esenciales para la formación de una flora intestinal (microbiota) sana en el bebé, importantísima para la salud del niño.

Además, se debe evitar el abuso de antibióticos, que arrasan la microbiota de los pequeños y les predisponen a enfermedades del aparato digestivo.

 

¿Se debe fomentar el parto vaginal tras leer las conclusiones del estudio publicado en “JAMA Pediatrics” que relaciona en nacimiento por cesárea con obesidad infantil?


El parto vaginal tiene muchas ventajas sobre la césarea en cuanto a la estimulación de los mecanismos de adaptación del feto a la vida postnatal como son el inicio del llanto, respiración, vitalidad..., que le permiten tener un período de vigilia más amplio para poder contactar con su madre e iniciar la lactancia. En general los bebés nacidos por parto vaginal necesitan menos intervención médica. En cuanto a la obesidad, sabemos que la microbiota -es decir las bacterias que habitan en nuestro intestino especialmente en el colon- interviene de forma muy activa en la digestión y absorción de los alimentos, establece un perfil de nutrientes preferidos. Y por ello, cuando un bebé nace por cesárea y no adquiere estas bacterias hasta mucho más tarde puede existir una tendencia a la “disregulación” alimentaria. También la cesárea de alguna manera dificulta el establecimiento de la lactancia materna, que sería otro factor fundamental anti-obesidad infantil.

Para muchas madres estos puede ser sorprendente, ¿cómo influye el parto vaginal en la microbiota del bebé y en su metabolismo?


lactancia materna

Los lactobacilos son gérmenes que facilitan la digestión de las grasas, favorecen la absorción de ciertas vitaminas y regulan el metabolismo intestinal. Su función e importancia crecen paralelamente a nuestro mejor conocimiento de su fisiología. Constituyen uno de los retos más importantes de la ciencia médica actual.

También influye, y de forma muy positiva, la lactancia materna, ¿qué beneficios tiene en el metabolismo del niño?


La leche humana es el único alimento perfecto para la nuestra especie. Es el único que contiene todo lo que necesitamos en el momento más crítico de nuestra vida, la adaptación postnatal. En seis meses el bebé pasa de 3 a casi 8 kilos, es decir, multiplica su peso por casi tres, y crece una media de 15 o 16 centímetros.

En este período, la lactancia materna es esencial, no sólo como nutriente al proveer de todos los elementos necesarios para el crecimiento sino que además provee al bebé de factores que estimulan el desarrollo del cerebro, intestino, y otros órganos, le defiende frente a infecciones, le facilita el apego a la madre... Es una maravilla. Hablando de microbiota, los estudios que hemos realizado indican que facilita la adquisición de una población bacteriana “buena” y que colabora enormemente en nuestra salud.

¿Cree que también se debería fomentar la lactancia materna frente al biberón para mejorar la flora intestinal de los bebés?


No sólo lo creo sino que constituye una tarea diaria de enfermeras, médicos y voluntarias, por ejemplo de la asociación Amamanta o de las asociaciones de padres de niños prematuros. Todos nosotros insistimos en la conveniencia de instaurar la lactancia en los bebés nacidos a término y sin complicaciones, pero muy especialmente en prematuros muy pequeños, que gracias al banco de leche están siendo alimentados con leche humana, en niños quirúrgicos, etc…

¿Cuáles son sus líneas de investigación actuales en el Hospital La Fe?


El Grupo de Investigación en Perinatología que dirijo cuenta con una serie de investigadores clínicos y básicos y trabaja en estrecha colaboración con investigadores microbiólogos del Instituto de Tecnología de Alimentos (IATA) perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Nuestra línea de investigación abarca aspectos muy variados como la evolución de la microbiota en los prematuros alimentados con leche materna propia, leche pasteurizada o leche de fórmula comercial. En este sentido es importante constatar las variaciones que la pasteurización tiene en la composición de la leche humana de donante y hacer las modificaciones necesarias para que conserve al máximo su potencial inmunológico y nutricional. También hemos analizado las repercusiones de la infección en el prematuro (sepsis neonatal) sobre la composición de la microbiota y la relevancia del estrés oxidativo y la inflamación en este contexto. Nuestros trabajos reflejan aspectos evolutivos de estos pacientes que van a tener repercusión en su vida de adultos en un intento de optimizar nuestras intervenciones. Los resultados de nuestros estudios se han publicado en revistas internacionales de elevado impacto como “Scientific Reports” y “Pediatric Research” ambas del grupo “Nature”.

¿Qué patologías digestivas más comunes observan en su hospital en los recién nacidos y bebés de más edad?


Aparte de las malformaciones congénitas del aparato digestivo, es común ver patología infecciosa grave en los bebés prematuros llamada enterocolitis necrotizante, frente a la cual la leche materna es protectora.

Otras patologías son infecciones adquiridas en el hogar generalmente por contagio de hermanos pequeños que acuden a la guardería.

patologias recien nacidos

Los cólicos del lactante, por ejemplo, ¿pueden estar relacionados con una pobre flora intestinal?


Esta es una de las hipótesis y de hecho, se están utilizando probióticos como complemento alimentario para subsanarlo. Sin embargo, no está científicamente demostrado.

¿Qué pautas a las madres y padres para mejorar la salud digestiva de sus hijos?


En principio, seis meses de lactancia materna exclusiva y complementaria al menos hasta los 12 meses. Dieta variada, muy variada, que incluya cereales con hierro y fibra, fruta fresca todos los días, carnes blancas y pescado blanco, legumbres, hortalizas, etc. Evitar desde luego el uso indiscriminado de antibióticos por cualquier proceso catarral. No sobrealimentar a los niños y respetar su apetito evitando que la comida se convierta en una tortura o lo que es peor en una moneda de cambio para satisfacer los caprichos del niño.

Carmen Arnanz
Redactora experta en Salud