Embarazo: los "piercing" y tatuajes son desaconsejables

Tatuar la zona lumbar impide administrar la anestesia epidural

tatuajes en el embarazo

Los tatuajes están de moda. Antes solo eran unos pocos los que se atrevían a hacerse uno, al vincularse esta práctica con gente de mal vivir y con hábitos de vida poco saludables (trasnochar, alcohol, drogas…). Pero ahora estos dibujos sobre la piel permanentes se han extendido y cualquier persona decora su cuerpo con ellos sin que signifique ser un vividor.

También han ayudado a esa expansión los nuevos métodos con láser para borrarlos. Nos hemos acostumbrado a ver a toda clase de personas, sobre todo las más jóvenes, con el cuerpo tatuado: pequeños motivos florales, letras árabes o chinas, nombres…, en la espalda, el brazo, encima del tobillo…

¿Pero puedes tatuarte la piel si estás embarazada? Lo más razonable es que una mujer no se tatúe durante el embarazo para no correr ningún riesgo. Los médicos así lo aconsejan.  

En el caso del "piercing", la recomendación es exactamente la misma. Es un riesgo innecesario durante el embarazo, por esa posibilidad de infección y contagio de enfermedades.  

Sin embargo, tampoco es una práctica prohibida totalmente como una operación de estética, por poner un ejemplo. Si al final la mujer gestante no puede esperar a que termine el embarazo para tatuarse, "la época de menos riesgo es la del segundo trimestre de embarazo", afirma Raúl de Lucas, dermatólogo del Hospital La Paz. "Aunque -añade- lo mejor es no realizarse por el riesgo de contagio de enfermedades como hepatitis C o VIH , así como por el riesgo de infección local o diseminada, ya que estarían limitados algunos antibióticos".

Pero si aún así la mujer se empeña, que "evite las zonas de los pezones y los genitales porque podrían interferir en el parto y la lactancia", advierte de Lucas. Otra razón más para no tatuarte la piel cuando ya estés embarazada: corres el riesgo de parto prematuro porque, según explica Ramón de Lucas, cualquier procedimiento doloroso puede desencadenar el adelanto del nacimiento, sobre todo cuando se manipulan los pezones y las areolas o los genitales. Consulta siempre a tu médico si estás pensando en hacerte un tatuaje o "piercing".

Riesgos de los tatuajes y los "piercing" mientras dura la gestación


Ambas prácticas para decorar el cuerpo o la cara están desaconsejadas durante el embarazo porque suponen un riesgo extra. Uno más que se añade a la lista de contingencias de las mujeres embarazadas. Por eso, ¿merece la pena arriesgarte? Que no te extrañe si algún tatuador no tatúa a mujeres embarazadas. Algunos no quieren correr riesgos innecesarios y se niegan a hacer ese trabajo. Las tintas empleadas para realizar tatuajes son inocuas para la salud, sus pigmentos son hipoalergénicos y en principio no causan ningún daño ni la mujer ni en el feto. Aunque es verdad que los tintes de colores, no el negro, pueden producir alergias.

Sin embargo, los médicos desaconsejan hacerse un tatuaje durante el embarazo por la  posibilidad de transmisión de enfermedades como la silenciosa hepatitis C o el VIH existen también en personas no embarazadas, así como la aparición de una infección sobre la zona tatuada, sobre todo bacteriana, o que esa infección se extienda a órganos como el corazón. El problema añadido durante el embarazo es que ante una infección, la mujer queda desprotegida porque no pueden tomar los medicamentos apropiados  y resulta muy difícil luchar contra ella.

embarazada examinada por médico

Para evitar esas posibles complicaciones derivadas de tatuar la piel o perforarla para introducir un "piercing", la zona donde se realice debe estar en las mejores condiciones de asepsia y esterilización, las mismas de un quirófano. La mujer gestante debe exigir esa desinfección profunda del sitio donde se vaya a practicar. Por ejemplo, además de comprobar que el tatuador está capacitado para ello, es decir, está registrado para ejercer esa profesión, fíjate que lleve guantes. Y, por supuesto, informa al tatuador de que estás en estado. Otra advertencia antes de decidirte a marcar tu piel con un "tattoo": si te lo haces embarazada, probablemente te duela más que sin estarlo. Los cambios hormonales provocan que la mujer esté más sensible en todos los aspectos, entre ellos al dolor.

¿Puedo tatuarme con "henna" o micropigmentación durante el embarazo?


La "henna" presenta la ventaja de que desaparece con el tiempo (tres o cuatro semanas), y no crea heridas, ni produce dolor para la mujer embarazada. Y la tinta de henna no es tóxica para las mujeres gestantes. El problema es que a veces la henna se mezcla con un tinte para obtener una coloración negra y ese tinte "puede provocar alergia o incluso dar una reacción cruzada con los tintes del pelo y algunos textiles. Por lo tanto, hay que tener cuidado también con este tipo de tatuajes", advierte el dermatólogo del Hospital La Paz. Otra vez llegamos a la misma conclusión: ¡mejor deja los tatuajes para cuando tengas a tu bebé en los brazos!

La micropigmentación es una técnica utilizada en los centros de estética para colorear las cejas, pestañas, labios, para que queden maquillados de forma temporal (entre una año y dos)  o para corregir pequeñas imperfecciones como cicatrices o atenuar arrugas. No está permitida durante el embarazo. Los micropigmentos empleados pueden producir una reacción alérgica.

Cuidados posteriores a la realización del tatuaje

 

Las recomendaciones para el cuidado posterior son las mismas que para alguien no embarazada pero no debes saltarte ninguna:

 

•   asegurarte que te dibujen el tatuaje en las máximas condiciones de asepsia y de extremar la higiene

•   debes curarte las heridas a diario con un antibiótico tópico. Todas las pautas te las dará el tatuador, nadie mejor que él para decirte cómo debes curarte esa herida

•   entre esos cuidados, la limpieza diaria con un jabón neutro y agua antes de aplicar la crema cicatrizante.

"Es habitual el dolor y el retraso en la cicatrización en el caso de los "piercing" durante semanas", explica de Lucas. "Los piercing en la lengua pueden alterar el esmalte de los dientes", apostilla este especialista.

Si tienes un "piercing" en el pezón, el inconveniente que se produce en algunas mujeres en el periodo de lactancia es que al quitarse el aro del mismo (es obligatorio, pues el bebé podría tragárselo, entre otras contraindicaciones), la leche se cuela por esa perforación y gotea.

¿Es cierto que las mujeres embarazadas y con un tatuaje no pueden ponerse la anestesia epidural?


Eres joven y has decido hacerte un precioso tatuaje en la parte baja de la espalda, en todo lo ancho de esa zona. No has pensado que ese dibujo sobre esa parte del cuerpo podría tener consecuencias en el futuro, cuanto decidas quedarte embarazada. Si el tatuaje está localizado sobre la columna vertebral, en la zona donde se pincha la anestesia epidural, hay riesgo de que los pigmentos pasen al canal raquídeo y por lo tanto no se puede. Si el tatuaje está situado en otra área, no hay problema y sí puedes ponerte la epidural.

Cuando el tatuaje se encuentra en el abdomen, también se produce otro efecto que muy probablemente no hayas pensado: al estirarse la piel de la tripa, el tatuaje quedará deformado y solo recuperará su aspecto original si tu piel vuelve a ese estado, lo que no siempre sucede.  Así que cuidado con las zonas en las que te tatúas porque luego puedes arrepentirte. Para evitar esa deformación y la aparición de estrías, mantén la piel muy hidratada con la aplicación dos veces al día (mañana y noche) de una crema hidratante o especial para las estrías. Si finalmente no puedes evitar su aparición, siempre puedes retocarte el tatuaje cuando hayas dado a luz y la piel vuelva a su estado original. Embarazada, por supuesto, tampoco puedes borrarte un tatuaje con láser. Esta técnica no está permitida durante la gestación.

Marta Villalba