Consejos y curiosidades en el séptimo mes de embarazo

Cómo preparar el periné para el parto

Existe la posibilidad de preparar el periné (región situada entre el pubis y el ano donde se encuentran los músculos y tejidos pélvicos implicados en el parto) para evitar desgarros y la temida episiotomía en el periodo expulsivo del parto. Consiste en la realización de una serie de ejercicios y masajes que mejoran la elasticidad y resistencia del periné que pueden serte muy útiles, pero exigen voluntad, motivación y constancia para que sean realmente efectivos.

Conviene iniciar los masajes del periné ya en este mes y hasta el momento del parto. Quizás el mejor producto que se puede aplicar para realizar estos masajes sea el aceite de Rosa de Mosqueta, que lo puedes encontrar en múltiples presentaciones (spray, gel, aceite, crema…) en cualquier farmacia e incluso en algún centro comercial. Para la realización de los masajes puedes emplear unas gotas de aceite de rosa de mosqueta como lubricante.

Puedes aplicarte el masaje tú misma o, lo que posiblemente sea más sencillo, pedir a tu pareja que te ayude:

  • Se deben introducir los dedos unos pocos centímetros en la cara posterior de la vagina y presionar hacia abajo y hacia los lados con movimientos constantes de balanceo, con fuerza suficiente para provocar sensación de presión,  pero sin llegar a causar dolor.
  • Debes masajear tu periné durante 5 o 10 minutos 3 o 4 veces por semana (en función de tu tolerancia).

embarazada recostada

Existen pocos estudios acerca de su eficacia, pero la experiencia general y personal durante el parto y el posparto de las embarazadas que han preparado su periné es que en muchos casos se consigue una mejora muy apreciable en la elasticidad de los tejidos perineales. Esto evita los desgarros y da mucha más seguridad a la hora de asistir el parto sin episiotomía. Además, el aceite de Rosa de Mosqueta tiene propiedades cicatrizantes que favorecen la vuelta a la normalidad de la piel y mucosas tras el parto.

Uso de fajas en el embarazo


El aumento del tamaño abdominal, la aparición de “penduleo” en la tripa y los dolores lumbares provocan que muchas embarazadas se planteen el uso de una faja. Los tocólogos no solemos ser demasiado partidarios en general del uso continuado de fajas, puesto que confiar el sostén abdominal a una faja puede resultar cómodo transitoriamente, pero debilita la musculatura abdominal empeorando el problema a la larga ya que tras el parto los músculos del abdomen no pueden sostener la tripa, que queda muy colgante. Sin embargo, en algunas embarazadas que presentan más molestias (lumbares o por diástasis de rectos), pasan mucho tiempo de pie, o en aquellas en que el vientre cuelga excesivamente (sobre todo en multíparas) puede ayudar el empleo de una faja. En todo caso, son recomendables las fajas que rodean la cintura y no las que aprietan el vientre. Lo mejor es que ya desde antes del embarazo se realicen ejercicios para reforzar la musculatura abdominal y evitar en gran medida todos estos problemas.

Cuando aparecen hemorroides:


Las temidas hemorroides hacen su aparición con mucha frecuencia durante el tercer trimestre. Esto es así porque las hemorroides no dejan de ser varices (venas inflamadas) en la zona del ano. Como todas las venas que se encuentran por debajo del vientre, sufren el colapso debido a las dificultades que el útero gestante ofrece al retorno de la sangre, y se hinchan. A continuación te damos algunos consejos para evitar su aparición o disminuir su hinchazón. Si tus hemorroides aumentan de tamaño y se vuelven muy dolorosas, debes consultar lo antes posible con tu tocólogo para que te aconseje sobre posibles tratamientos, ya que no todos los empleados fuera del embarazo son aplicables.

  • Evita el estreñimiento para no tener que aumentar los esfuerzos al defecar: quizá sea la medida más importante
  • Realiza baños de asiento alternando frío y calor
  • Utiliza papel higiénico suave, sin “rascar”, o limpieza anal con chorro de agua tibia
  • Evita las mismas posturas que en el caso de las varices
  • Se pueden utilizar sin problema durante el embarazo pomadas de corticoides y medicaciones venotónicas como la diosmina, pero es mejor que consultes con tu tocólogo antes de hacerlo por tu cuenta y que valore la posible existencia de complicaciones (trombosis)

Curiosidad: récord de peso al nacer

El mito de nuestras abuelas de que un recién nacido gordo es más sano no es cierto. De hecho, a los niños macrosómicos se les ha denominado “gigantes con pies de barro” y pueden provocar más complicaciones (una de las más graves la distocia de hombros). La gran mayoría de los fetos macrosómicos que nacen en la actualidad son producto de embarazos en diabéticas poco o mal controladas. Dicho lo cual, también existen récords en cuanto a peso fetal que sería preferible no imitar. El 26 de febrero de 2006 fue noticia el nacimiento en el hospital La Paz de Madrid de Arancha, una hija de colombianos que pesó 7,010 kg y midió 56,5 cm. Pero el record Guiness fue el de un niño nacido en 1879 con 76 cm y 10,8 kg de peso, que falleció a las pocas horas a consecuencia de los daños sufridos durante el parto.