Embarazada con nódulos benignos, ¿cómo se tratan?

Ante un nódulo palpable, lo mejor es consultar con un especialista

Los principales nódulos benignos detectados durante la gestación en la mama son los quistes simples y los fibroadenomasEn general, ante un nódulo palpable en una mujer gestante o lactante, es necesario acudir a un facultativo especializado. Debido a su frecuencia en la población, los fibroadenomas son tumores benignos hormonosensibles, que durante el embarazo y la lactancia pueden experimentar importantes cambios morfológicos y aparecer como nódulos complejos. Una historia clínica adecuada y un estudio ecográfico realizado por un radiólogo experimentado permiten su diagnóstico sin necesidad de realizar otros estudios complementarios ni intervencionistas en gran parte de los casos.

Cómo identificar los nódulos benignos 


Quistes simples en el pecho de una gestante, ¿es peligroso?

  • Se trata de nódulos benignos de mama que se detectan entre los 35 y 50 años fundamentalmente.
  • Se presentan como nódulos ovalados o redondeados, lisos y firmes, a veces ligeramente dolorosos.
  • Su contenido es líquido y se forman en la unión ducto-lobulillar.
  • No aumentan el riesgo de cáncer de mama, y se consideran cambios fibroquísticos de la mama que ocurre en el 60% de las mujeres premenopáusicas.
  • A la exploración mamaria el tacto de la glándula es generalmente nodular.
  • La ecografía mamaria muestra una imagen quística de contenido líquido (anecoico) de forma redondeada, a veces agrupados en forma de microquistes.

Cuándo se trata un quiste mamario

Normalmente las pacientes gestantes que presentan quistes mamarios permanecen asintomáticas, pero en caso de presentar síntomas puede ser dolor (llamados quistes a tensión) o aumento importante de tamaño (son los macroquistes > 5 cms), donde podría optarse por el aspirado del quiste.

Cómo se aspira el quiste mamario


Embarazada con bultos benignos en el pecho

Durante la aspiración del quiste con aguja fina (PAAF) el médico introduce una aguja fina en el nódulo mamario quístico e intenta aspirar el líquido (aspirado del quiste), el procedimiento puede hacerse a veces junto a la ecografía para orientar la aguja.

La actitud ante los quistes simples en las gestantes (al igual que en las mujeres no embarazadas) es conservadora, es decir, no es necesaria la cirugía.

Excepto en circunstancias atípicas (caso de los quistes complejos o de apariencia atípica), donde la realización de la aspiración del líquido podría mejorar el diagnóstico, siempre bajo supervisión de personal facultativo especializado.

Durante el embarazo hay que tener en cuenta que la PAAF debido a los cambios gestacionales que sufre el pecho podría dar lugar a falsos positivos de atipia citológica (resultado citológico del aspirado del quiste atípico). Por tanto, tendría que realizarse en una clínica especializada, con un equipo también especializado y en situaciones que tanto por la clínica, exploración como pruebas de imagen (ecografía) fuera estrictamente necesario.

Detectar fibroadenomas en la gestante 


Los fibroadenomas son tumores benignos de la mama que se descubren por su sintomatología o bien como hallazgos ante una exploración de control:

  • En ocasiones cursan de forma asintomática y son detectados en chequeos rutinarios con pruebas de radiodiagnóstico.
  • Aparece en mujeres jóvenes, y aunque puede presentarse en todas las edades, es más frecuente su aparición antes de los 30 años. Pueden ser únicos, múltiples o bilaterales en el 15% de los casos.
  • Su nombre se lo debe a que está formado por dos componentes (bifásico): componente glandular y epitelial. Son tumores que se deben a una proliferación epitelial y estromal en el lóbulo mamario que dan lugar a un nódulo sólido.

Gestantes con nódulos, quistes y fibroadenomas: tratamiento

  • Aunque la mayor parte de ellos son múltiples y asintomáticos, en caso de presentar síntomas pueden ser la aparición de un nódulo palpable, dolor o cambio en la morfología de la mama (en caso de ser muy superficiales o voluminosos).
  • Generalmente se presentan como nódulos móviles, bien delimitados y no adheridos a planos profundos. El objetivo del diagnóstico debe orientarse para dar una seguridad diagnóstica y descartar malignidad. 

El fibroadenoma puede crecer

Con respecto al fibroadenoma durante la gestación, su aspecto radiológico (ecográfico principalmente) no difiere con el de la mujer no embarazada, pero durante el embarazo pueden sufrir un aumento de tamaño e infartarse, ya que la gran mayoría de los fibroadenomas son preexistentes a la gestación, pero debido al estímulo hormonal pueden experimentar cambios y crecimiento.

Ecografía y biopsia de mama en el embarazo


Partes del pecho donde se localizan nódulos, quistes y fibroadenomas

Las pruebas de imagen a realizar en la gestante en primer lugar es una ecografía mamaria, donde los fibroadenomas se presentan como imágenes nodulares sólidas, hiperecoicos y homogéneos y de contornos regulares. Habitualmente, el eje mayor del nódulo se dispone de forma transversal y paralela a la superficie:

  • En caso que las pruebas diagnósticas convencionales (la ecografía) no sean totalmente concluyentes, o precise de un diagnóstico de certeza, se puede optar por la biopsia.
  • La biopsia del nódulo (análisis histológico) es el método diagnóstico definitivo, es lo que se denomina la BAG ( biopsia con aguja gruesa), que puede ser realizada bajo control ecográfico.
  • Se extraen fragmentos del nódulo que se procesan para el análisis micro y macroscópico, y para intentar dar un diagnóstico de certeza.

Pruebas menos recomendadas para la embarazada

La mamografía no es la primera prueba de imagen ante una embarazada con un nódulo mamario no sospechoso de entrada. Podría tener sus indicaciones durante la gestación en casos seleccionados donde no fuera suficiente para el diagnóstico de la paciente con las pruebas habituales (clínica, exploración, ecografía mamaria +/-BAG).

La resonancia magnética de mama tampoco es la primera prueba de imagen en una gestante con un nódulo clínicamente benigno, estaría reservada también en situaciones especiales y seleccionadas, tratando de evitarse durante el primer trimestre de la gestación.

Tipos de fibroadenomas y su tratamiento


Fibroadenomas simples. Pueden presentarse en todas las edades, pero es más frecuente su aparición alrededor de los 30 años. No suele sobrepasar los 3-4 centímetros. Los fibroadenomas simples no requieren ser extirpados, salvo que provoquen tras una información detallada y correcta de la patología: ansiedad en la paciente, alteración importante de la estética o se indique su exéresis debido a  un crecimiento significativo.

Fibroadenomas complejos. Se producen debido a un exceso de crecimiento celular (hiperplasia), debido a lo cual pueden crecer rápidamente. Se realiza a través de un diagnóstico histológico que procedente del tejido de una biopsia.

Fibroadenomas juveniles. Se presentan en niñas y adolescentes de 10 a 18 años de edad. También pueden crecer y tiene una histología de hiperplasia florida.

Fibroadenomas gigantes. Aparecen en edades jóvenes. Pueden medir 5 o más centímetros. Su histología es igual al de los fibroadenomas simples convencionales.

 Los fibroadenomas sólo requieren control más estrecho al inicio del diagnóstico, con la intención de detectar un aumento significativo del tamaño. Su extirpación quirúrgica se realiza en los supuestos expuestos anteriormente y tras una biopsia de confirmación del mismo, aunque en caso de gestantes o mujeres lactantes sólo cuando el crecimiento o la biopsia difiera del comportamiento habitual del nódulo.

Dra. Juana Brenes y Dra. Nuria Izquierdo
Especialistas en Obstetricia y Ginecología, de la Unidad de Patología Mamaria y de la Unidad de Obstetricia del Hospital Clínico San Carlos (Madrid)