Niño con dolor de tripa agudo en urgencias

Exploración física, análisis, placas o ecografía

Estamos en urgencias con un niño que se queja de dolor de tripa (o abdominal) agudo. Tendrá que ser examinado por especialistas y le harán pruebas diagnósticas si es necesario: analítica de sangre u orina, ecografía abdominal o placa de tórax. Además, se realizará una completa exploración física.

Qué busca la exploración abdominal


El pediatra hará una historia clínica completa y una exploración física de niño para buscar el origen del dolor abdominal agudo. Salvo que exista retención urinaria, es conveniente que el niño orine antes de ser explorado, para una mejor palpación abdominal.

En los niños pequeños es muy difícil explorar el abdomen, por lo que es ideal que los padres intenten tranquilizarles previamente. Además no saben describir ni localizar el dolor. Por eso es más difícil llegar a un diagnóstico. En estos casos la cara aporta mucha información: al palpar en zona dolorosa cambia la expresión y muestra gestos de dolor.

¿Qué signos alertan sobre la apendicitis?

En caso de dolor abdominal por apendicitis existe irritación del peritoneo lo que provoca el signo del rebote (Blumberg), es decir, duele más al soltar que al presionar. En niños mayores se les pone de pie y se les hace saltar para valorar si aumenta el dolor con el movimiento, lo que haría sospechar de una apendicitis.

Tratamiento del dolor abdominal intenso

¿Ruidos intestinales, obstrucción intestinal?

También es importante la auscultación del abdomen. Cuando hay ausencia de ruido puede tratarse de patología quirúrgica, mientras que el aumento de los ruidos es más indicativo de gastroenteritis aguda o de obstrucción intestinal. A veces puede ser necesario hacer un tacto rectal para explorar si existen abscesos locales o impactación de heces (heces que se endurecen y no pueden expulsarse) y que puedan estar provocando eses dolor abdominal.

Revisión de los genitales

En la exploración de genitales se puede observan alteraciones del escroto o hernias incarceradas y testículos inflamados o torsionados. En niñas adolescentes podría verse secreción vaginal purulenta si existe una enfermedad pélvica inflamatoria o un himen imperforado que desencadena dolor por acúmulo de la menstruación.

Finalmente la exploración nos puede dar pista sobre causas que no son digestivas pero que producen dolor abdominal en niños: faringoamigdalitis aguda o neumonía del lóbulo inferior.

Tratamiento del dolor de tripa agudo

¿Niños con sospecha de apendicitis?


Para empezar, se solicita una analítica de sangre u orina (o ambas), según sea la sospecha. Si se piensa en apendicitis, se pedirá una analítica de sangre para valorar si existen datos sugerentes de infección –como aumento de los glóbulos blancos– y aumento de los marcadores inflamatorios. También se solicita estudio de coagulación por si finalmente se hace intervención quirúrgica.

Cuando se sospecha la existencia de sangrado digestivo, la hemoglobina baja sería una señal de alarma. Aunque si la hemoglobina es normal no excluye el sangrado, pues éste puede haber sido muy reciente. Si se sospecha que pueda ser una hepatitis aguda, se deben solicitar transaminasas. Cuando pensemos en pancreatitis o inflamación del páncreas se han de pedirse analítica de enzimas pancreáticas.

Qué otras pruebas pueden hacer al niño


Si se sospecha del tracto urinario, se pedirá analítica de orina en busca de signos de infección o de cálculos renalesLa radiografía simple de abdomen carece de interés en el momento actual y sólo se realiza en contadas ocasiones. Si que puede ser útil hacer una placa de tórax cuando el médico sospeche que el dolor es por una neumonía u otra patología respiratoria que esté produciendo un dolor referido al abdomen.

En caso de necesitar una prueba de imagen se realizará una ecografía abdominal, que es bastante sensible e inocua. Permite visualizar si está el apéndice inflamado, si hay ganglios inflamados o si se trata de una invaginación intestinal, por ejemplo.

Un tratamiento para cada causa


Lo fundamental es llegar al diagnóstico certero para dar con un buen tratamiento. Mientras tanto se puede dar calmantes intravenosos al niño para calmar el dolor.

Apendicitis aguda

La operación se denomina apendicectomía. Consiste en extirpar el apéndice que está inflamado y aspirar el exudado purulento que puede haber en la cavidad abdominal; se añade tratamiento antibiótico intravenoso antes y varios días después de la cirugía.

Invaginación intestinal

El tratamiento es proceder a la desinvaginación del intestino para evitar la necrosis por falta de riego sanguíneo. Se suele hacer instilando suero salino o aire por el recto, visualizando el procedimiento con ecografía. Si este procedimiento no funciona o está contraindicado, se debe realizar en quirófano.

Causas varias y más raras

Otras causas que precisan tratamiento quirúrgico son la hernia inguinal incarcerada, la diverticulitis, la torsión del testículo o del ovario. Se trata de cirugías urgentes, que se han de realizar preferiblemente antes de 6 horas, en un máximo 12, para evitar la muerte celular y preservar las gónadas. Otra causa menos usual sería la rotura traumática del bazo, cuyo riesgo el el sangrado interno.

Si no se averigua la causa

A veces los dolores son muy inespecíficos y el pediatra le recomendará observación en el domicilio o en el propio hospital, según la sospecha. En casa no se deberán utilizar antibióticos ni analgésicos potentes y deberá acudir a urgencias en caso de empeoramiento del dolor o aparición de algún signo de alarma.

Dra. Esther Vaquero
Unidad de Gastroenterología Infantil, Hospital Clínico San Carlos (Madrid)