Parto: alumbramiento o expulsión de la placenta

Este periodo final dura entre 10 y 30 minutos

Una vez que el bebé ha nacido, comienza el periodo de alumbramiento. Después del nacimiento del niño, el útero sigue contrayéndose para que la placenta se desprenda de la pared uterina y sea expulsada junto con lo que fue la bolsa amniótica. En la mayoría de los casos la placenta se desprende espontáneamente de la pared uterina.

Cómo se alumbra la placenta


 

  • Tirar del cordón con cuidado

A menudo, el médico o la matrona ayudan tirando muy levemente del cordón umbilical, pero debe hacerlo con sumo cuidado para que el cordón no se rompa. También es frecuente que la matrona o el ginecólogo pida a la mujer que haga un último esfuerzo y empuje para que la placenta salga sin dificultad.

  • Toman nota de color, forma y dimensiones

Una vez fuera la placenta, el médico o la matrona se fijarán en su aspecto. Primero comprobarán que está completa: ya que si se hubiese quedado restos podría provocar importantes hemorragias. También observan la morfología de la placenta, pues da pistas sobre el estado del bebé y conocer si ha estado bien nutrido o no.

Periodo de alumbramiento

 

    Si la placenta no se desprende…


    En algunas ocasiones, muy pocas, la placenta no llega a desprenderse. En estos casos:

    • Si la mujer ha dado a luz con anestesia epidural, el médico la extrae manualmente en el mismo paritorio.
    • Y si la placenta se encontraba muy adherida, se realiza un legrado para asegurarse que no ha quedado ningún resto. Pero si no se ha empleado analgesia para el parto, se traslada a la mujer a un quirófano para hacer la extracción con anestesia general.

    Expulsar la placenta: contracciones leves


    El dolor de las contracciones uterinas para alumbrar la placenta es leve, incluso muchas madres con la emoción del momento de ver a su bebé por primera vez, ni las notan. El alumbramiento de la placenta dura entre 10 y 30 minutos pero puede incluso alcanzar la hora. Con él, el parto termina clínicamente. A continuación el útero comienza a contraerse, ahora para reducir su tamaño y cerrar la herida que la placenta dejó en la pared del útero al desprenderse. Así comienza el puerperio, más conocido como cuarentena