Qué es el periodo expulsivo del parto

El pujo debe ser intenso y durar lo máximo posible

El cuello del útero se dilata unos 10 centímetros, gracias a las contracciones uterinas. Ya está todo listo para que el bebé nazca. Es entonces cuando empieza el segundo periodo del parto, el expulsivo. La coronilla del bebé ya se ve, puesto que la vulva está completamente abierta.

pujos

Empiezan los pujos espontáneos


  • El bebé comienza su viaje de salida desde el útero materno hacia el exterior y el diámetro de su cabeza se adapta las medidas del canal del parto.
  • Esto se produce gracias a las llamadas fontanelas, que permiten que los huesos del cráneo sean móviles. 
  • Ahora los pujos o "empujones" del parto tienen un origen reflejo
  • ¿Por qué sucede esto? La mujer siente la necesidad de empujar, provocada por la compresión de la cabeza del bebé sobre el suelo pélvico.

Cómo pujar para que ayude al bebé


Pero no conviene empujar sin más. El ginecólogo o la matrona te indicarán cuándo debes hacerlo: coincidiendo con una contracción uterina. En ese momento debes hacer fuerza como si intentases defecar. El pujo debe hacerse con fuerza y mantenerse el mayor tiempo posible. También, te indicarán en qué momento debe cesar. Entre contracción y contracción, podrás descansar y relajarte. Son unos pocos minutos que te servirán para recobrar fuerzas. Ahora es cuando tu pareja debe darte todo su apoyo emocional.   

La epidural suele “borrar” la sensación de empujar


Si te pusieron la anestesia epidural, es probable que no notes esa sensación de empujar. Si es así, debes seguir escrupulosamente las indicaciones de tu ginecólogo o de tu matrona: ellos ven a través del monitor cuándo se produce la contracción uterina.

El tocólogo o la matrona también observan como se distiende el periné, y decidirán si es necesario (o no) hacer una episiotomía. Es decir, hacer un corte en el perineo, el espacio que hay entre la vagina -por donde sale el bebé- y el ano, para agrandar el canal del parto.  La incisión se efectúa cuando el bebé está a punto de nacer, antes de que su cabeza atraviese el canal del parto, y los músculos están muy finos y distendidos. Entonces, el médico o la matrona introducen dos dedos contra la pared de la vagina para proteger la cabeza del bebé y con unas tijeras realiza el corte, mientras se produce una contracción.

Sale el bebé, qué gran alivio


  • La cabeza de tu hijo saldrá lentamente, y luego el ginecólogo o la matrona tirarán de él con decisión, pero sin fuerza. A continuación saldrán los hombros y después el resto del tronco. A medida que la cabeza del bebé va saliendo, sentirás como un estiramiento y quemazón, pero en el momento del nacimiento se suele experimentar un gran alivio.
  • Si notaste mucho dolor durante la dilatación quizás temas tanto que este dolor aumente durante el expulsivo, que llegues a perder el control. Por eso, lo mejor es dejarte guiar por las matronas y el ginecólogo que te irán indicando cómo tienes que respirar, cuándo empujar
  • Actualmente con la anestesia epidural, estas contracciones no son dolorosas aunque, dependiendo el grado de anestesia, puede notarse cierta presión y sentir cómo sale el bebé por la vagina. Sin anestesia, el expulsivo suele ser un periodo doloroso, aunque no más que la dilatación. Para muchas mujeres supone incluso una liberación, especialmente si han estado muchas horas dilatando.

Piel con piel nada más nacer


Una vez que tu bebé haya salido por completo, hoy en la mayoría de las maternidades, te podrán a tu bebé sobre tu pecho antes de cortar el cordón umbilical, para favorecer el contacto físico piel con piel entre madre e hijo. Mientras observan su estado con el test de Apgar, e inician las maniobras para la tercera fase del parto: el alumbramiento de la placenta.  Pasados unos minutos, tras el parto, el personal sanitario procede a cortar el cordón umbilical. Además, toman unas muestras de la sangre que circula por el para determinar el pH de la vena y la arteria umbilicales. Se extrae también una muestra de la sangre del cordón umbilical para determinar el grupo sanguíneo y realizar un test de Coombs directo.

Piel con piel nada más nacer

 

Caridad Ruiz
Redactora experta en Salud