Pasear al bebé en carrito puede exponerle a altos niveles de contaminación

El niño que pasea está muy cerca de los tubos de escape

El aire contaminado afecta mucho más a los bebés y a los niños pequeños que a los adultos y esto se debe a que sus pequeños cuerpos les hacen más vulnerables a los efectos de la contaminación, su sistema inmunológico aún es inmaduro y sus características anatómicas no están completamente desarrolladas.

Los padres, además, deben tener especial cuidado en cómo pasean a los bebés y por dónde lo hacen, ya que un reciente estudio de la Universidad de Surrey (Reino Unido) subraya que los bebés que van en carritos de paseo pueden estar expuestos hasta un 60% más de contaminación que sus padres.

 

Zona de alto riesgo a la altura de los bebés


La explicación de tal conclusión se debe a que al ir en el cochecito, los niños están más cerca del suelo y de los tubos de escape de los vehículos y, por tanto, más próximos a recibir las partículas tóxicas que estos emiten. Los bebés respiran mayores cantidades de partículas en el aire en relación al tamaño de sus pulmones y a su peso corporal debido a su ritmo de respiración, que es más rápido que el de los adultos.

Los autores del estudio observaron que dentro de sus cochecitos los bebés respiran a una altura comprendida entre el medio metro y los 85 centímetros sobre el nivel del suelo. Los niveles de contaminación son más altos hasta un metro de altura desde el suelo, por lo que los menores que viajan en carrito reciben hasta un 60% más de contaminación por partículas finas que los adultos, según las pruebas realizadas por los expertos de Surrey.

La exposición a este aire contaminado podría causar daños potenciales en los lóbulos frontales de los menores, lo que traería consecuencias negativas también en sus habilidades cognitivas y en su desarrollo cerebral.

Carrito de bebé y contaminación atmosférica

Niños, mejor lejos del tráfico


  • Los investigadores aconsejan a los padres que eviten en sus paseos las carreteras con mucho tráfico
  • Otra idea es que se utilicen cubiertas para los cochecitos como fórmulas para reducir la exposición al aire contaminado.
  • Otra idea de los expertos es que se controlen las emisiones de los vehículos o las coberturas de caminos entre vehículos y peatones.
  • Proponen, además, que se busquen soluciones tecnológicas que permitan crear una zona de aire limpio en el área de respiración del niño.
  • Sería necesario que las autoridades pusieran en marcha medidas para abordar la congestión del tráfico, clave para la mejora de la calidad del aire.
  • Soluciones como el uso compartido del coche, el transporte público, mejoras tecnológicas y una colaboración más estrecha con la industria, podrían frenar la contaminación del aire.

Paseos en carrito por zonas verdes

Cerca de 17 millones de bebés expuestos a alta contaminación


Según Unicef, cerca de 17 millones de niños menores de un año en todo el mundo viven en zonas donde los niveles de contaminación del aire superan las cifras recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En los países pobres, estos niños corren mayores riesgos debido a la nutrición deficiente, la falta de atención médica y la exposición sin control al humo del tabaco.

Especialmente dañinas para los niños son las partículas ultra finas, que son tan pequeñas que pueden entrar en su torrente sanguíneo o introducirse a través del nervio olfativo o el intestino del menor y llegar hasta el cerebro.

Para la organización, el efecto de la contaminación en los niños es comparable a los de una nutrición deficiente o a la exposición a la violencia, por lo que considera urgente la apuesta de los gobiernos por las energías limpias. La mayor parte de los niños que respiran aire especialmente contaminado vive en el sur de Asia, pero los efectos se extienden por todos los continentes. En Europa, alrededor de siete millones de menores de un año viven en zonas que superan los límites recomendados por la OMS.

Dori Delgado