El desarrollo del aparato respiratorio del bebé comienza en la tercera semana de gestación, cuando todavía es un diminuto embrión de unos 4 milímetros de longitud. Un pequeño pliegue en la pared anterior del intestino es el primer indicio del desarrollo pulmonar del nuevo ser. Poco a poco, durante todo el periodo fetal, se van formando todos los órganos vitales para la respiración extrauterina: la laringe, la tráquea, los pulmones, los bronquios y lóbulos pulmonares…Hasta que el bebé comienza a respirar fuera del útero por primera vez hay un sinfín de procesos que tienen que completarse. El objetivo es que los pulmones estén listos, maduros, para que ese pequeño gran milagro se produzca sin contratiempos.