Diabetes Mellitus, asma, hipertensión crónica y enfermedades tiroideas

Qué sucede si la embarazada padece alguna de estas dolencias crónicas

El impacto de enfermedades crónicas sobre el embarazo puede controlarse con un correcto control médico. Hablamos de dolencias como la diabetes mellitus (no la gestacional), el asma, la hipertensión crónica y las enfermedades de la tiroides. Por eso es importante acudir a la consulta preconcepcional antes de quedarte embarazada si te encuentras en alguno de estos casos.

Diabetes mellitus


El embarazo puede agravar complicaciones ya existentes de la diabetes (especialmente los problemas visuales), y el riesgo de hipertensión arterial  está aumentado. En cuanto al bebé, la hiperglucemia elevada y por tiempos prolongados está asociada a abortos espontáneos, malformaciones del bebé, y exceso de peso del bebé (macrosomía).

La mejor manera de reducir riesgos maternos y del bebé es buscar el embarazo después de un control médico que muestre un perfecto equilibrio de la glucemia, y controlar el metabolismo muy cerca durante toda la gestación. Además, las infecciones urinarias son frecuentes y pueden alterar el control metabólico de las glucemias, por lo que debe controlarse mediante cultivos de orina durante todo el embarazo, para prevenir complicaciones.

Durante el embarazo, debido a la acción de hormonas placentarias, algunas mujeres desarrollan diabetes gestacional

Asma


El asma tiene pocos efectos sobre el embarazo, ya que existen medicamentos que se pueden usar sin que afecten al bebé. Sin embargo, el embarazo puede complicar mucho el asma, por lo que lo ideal es hacer controles médicos para un control adecuado de la enfermedad.

Hipertensión crónica


Se trata de una presión arterial alta diagnosticada antes del embarazo o antes de las 20 semanas de gestación, que durante el embarazo puede cursar con o sin preeclampsia.

Ambos tipos de hipertensión aumentan el riesgo de complicaciones durante el embarazo, pero el riesgo es mayor en las mujeres con hipertensión crónica acompañada por preeclampsia: bajo peso al nacer, parto prematuro o desprendimiento de la placenta.

toma de tensión arterial

Enfermedades tiroideas


Lo ideal es que las mujeres que tienen enfermedades tiroideas (hipotiroidismo o hipertiroidismo) planifiquen su embarazo y cuenten con consejo médico antes de la gestación. Con un tratamiento apropiado, la mayoría de las mujeres con enfermedades tiroideas pueden tener bebés sanos.

Sin embargo, un problema de la glándula tiroides durante el embarazo sin tratar puede ser peligroso: entre los riesgos para la madre se encuentra la preeclampsia , y para los bebés existe riesgo de parto prematuro, disminución en las capacidades mentales, problemas con la glándula tiroides y hasta la muerte.