El abuso del parto por cesárea

Objetivo: reducir las intervenciones innecesarias

El parto vaginal es la forma natural de nacer, pero en ocasiones no es posible y es necesaria la cesárea. Muchos expertos piensan que se ha abusado de esta intervención y que, por ejemplo, en los partos de nalgas recuperando viejas técnicas, se podría evitar. 

Demandas millonarias


La cesárea se encuentra hoy en el centro de la polémica. Años de prisión e inhabilitación, multas millonarias y acusaciones de homicidio por imprudencia grave son cuestiones frecuentes en las unidades de ginecología a causa de esta intervención quirúrgica.

Ángel Aguarón de la Cruz, jefe del servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Gregorio Marañón, señala que "mientras haya condenas por una cesárea de menos en vez de por una de más, no habrá manera de reducir la tasa de intervenciones para ajustarse a los parámetros de la OMS".

Ante el aluvión de demandas, la medicina se pone a la defensiva. Aguarón lleva ya años alertando sobre esta "cultura del litigio" en la sanidad. Los especialistas denuncian que las penas resultan desproporcionadas cuando, además, no les queda más remedio que atender el parto. En países como Estados Unidos las indemnizaciones llegan a ser astronómicas. Por una sola lesión llegan a alcanzar los 124 millones de dólares. Le sigue Suiza, con 10,8 millones, y España se sitúa en una décima posición, con una compensación que ronda los 3,4 millones. Este especialista explica que "las complicaciones del parto son la estrella" y aboga por la creación de unidades de Medicina Legal en los grandes hospitales. Unas demandas que se producen en una situación paradójica: nunca se ha asistido mejor al parto, ya que la cifra de mujeres que mueren es de 6 por cada 100.000, una de las mejores del mundo, al igual que la mortalidad perinatal. 

Aguarón insiste en que el aumento de cesáreas en nuestro país es un grave problema desde el punto de vista médico, social y legal que requiere una reflexión social, del apoyo de los jueces y de la medicina privada. "No podemos reducir las cesáreas si no contamos con la medicina privada, donde se sigue practicando en más de un 30 por ciento". No obstante, precisa que aunque hay bajar la cifra, nuestro país no es de los peores.

Cesáreas: el doble de caras que el parto vaginal


A pesar de la creencia de que muchas cesáreas se realizan por cuestiones económicas esto es un tema que rechaza de plano cualquier ginecólogo. El médico, el anestesista o la matrona cobran igual por un parto vaginal que por una cesárea. Ahora bien, sí es cierto que los costes que tiene para la sanidad son importantes y la asistencia se encarece de manera significativa. Así, mientras un parto normal cuesta unos 2.000 euros, la cesárea dobla este presupuesto. En total, 250 millones de euros más de gasto que con parto vaginal. Eso sin contar que en la sanidad privada el coste de una cesárea puede llegar a los 6.000 euros .

La SEGO apuesta por partos de nalgas sin cesárea


A lo largo de los meses de embarazo, el feto cambia de posición de manera habitual. Así, es frecuente que pueda estar de nalgas hasta la semana 32-34 y que, a partir de ahí, se coloque con la cabeza hacia abajo. Pero en un 4 o 5% de los casos permanece de nalgas y hoy la solución pasa por una cesárea.

El porqué lo encontramos en "una desafortunada publicación canadiense que aseguraba que este tipo de alumbramientos por vía vaginal aumentaba la mortalidad hasta en un 17%. A partir de ahí en dos o tres años el mundo entero dejó de realizar partos de nalgas", explica Ángel Aguarón. En el protocolo de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) del año 2011 se recomienda recuperar una técnica antigua denominada versión cefálica externa con el fin de reducir al menos a la mitad el número de cesáreas realizadas por que el bebé no tiene una presentación cefálica (es decir, está de nalgas), unas 12.000 menos al año. Para Ángel Aguarón, "la sociedad debe tomar conciencia del exceso de cesáreas que se realiza en nuestro país y los jueces deben apoyar a los médicos en este cambio de rumbo si en algún caso las cosas no salen como quisiéramos".

Cesáreas a la carta


Los especialistas de la SEGO reclaman la colaboración de la sanidad privada para reducir el número de cesáreas innecesarias. Y es que cada año aumenta el número de futuras madres que solicitan tener un hijo mediante una cesárea programada sin más.

Juan José Vidal, jefe del servicio del ginecología del Hospital Rúber Internacional de Madrid, afirma que son "muchas las mujeres que temen que el parto vaginal les provoque problemas ginecológicos que puedan necesitar de una operación quirúrgica, que no desean sufrir problemas de incontinencia o no quieren tener peores relaciones sexuales debido a un deterioro de la vagina".

Lo tienen claro. Pero esta opción, que aumenta de manera significativa el número de cesáreas en España, es sólo posible en la sanidad privada. En la pública no existe atención personalizada, lo que significa que "un ginecólogo no puede comprometerse porque será otro médico quien atienda a la mujer en el momento del parto, y nadie va a obligar a otro compañero a realizarla", puntualiza Vidal.

Este tipo de intervención es criticada desde algunos sectores médicos. Sin embargo Vidal declara que "hay que ser estrictos, pero si todo es normal y el parto es viable no hay razones para oponerse a una cesárea programada si lo solicita la paciente". No obstante, reconoce que en la sanidad privada sé es más permisivo ante la presión familiar y que se producen excesivas provocaciones del parto –muchas de las cuales acaban en cesárea- porque el médico tiene programado un congreso o porque la paciente quiere dar a luz en un momento que le interesa.

¿Banalizan las mujeres los riesgos de una cesárea? Vidal considera que existen más riesgos en un parto vaginal, y que actualmente las cesáreas se realizan sin problemas: "Aunque lo deseable es un parto vaginal, también hay que asumir la cesárea como algo normal y natural". En referencia a los estándares que fija la OMS, este especialista es rotundo: "Resultan deplorables, las cifras de cesáreas en España son lógicas y nada excesivas. Y no se han de bajar; hacerlo es aumentar la mortalidad materna y fetal, les guste o no a los expertos de la OMS".