Cómo empezar la lactancia materna tras el parto

Si el pecho duele, el enganche del bebé a la mama es incorrecto

El tipo de alimentación que se va a ofrecer al recién nacido es una opción que se escoge durante el embarazo y una de las primeras decisiones que se toman acerca de la crianza. La lactancia es un proceso no solamente instintivo, sino que requiere de un aprendizaje cultural. Dado que en los últimos siglos la alimentación con biberón ha sido mayoritaria, en el caso de muchas mujeres la transmisión de este aprendizaje se ha perdido.

Por ello, es necesario que durante el embarazo realices un aprendizaje, para poder tomar una decisión informada y libre. Aprende todo lo que puedas, habla con tu matrona y con otras mujeres que tengan experiencia en lactancia. Aprovecha las clases de educación maternal para solucionar todas tus dudas.

La lactancia materna es la mejor forma de alimentar a tu bebé, y esta afirmación está avalada por muchos organismos nacionales e internacionales. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF recomiendan mantener la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses, y  complementada con otros alimentos, al menos, hasta los dos años de vida.

Los profesionales sanitarios recomendamos la lactancia materna, ofrecemos información a las mujeres para que puedan tomar una decisión informada y libre, y las apoyamos en su decisión sin juzgarlas.

 

dar el pecho

Mi bebé acaba de nacer, ¿cómo empiezo a darle el pecho?


Tu bebé acaba de nacer, y lo tienes encima de ti. Disfruta de ese momento tan especial, con tu bebé en brazos. No te preocupes por nada más. Si continuáis en esa posición, probablemente comenzará a "gatear" hasta acercarse a tu pecho, y puede comenzar a mamar. Si no es así, no te preocupes. Una vez que los profesionales que están atendiendo el parto terminen su labor (alumbramiento de la placenta, valoración del periné…) y te ayuden a ponerte cómoda en la cama: es el momento de comenzar con la lactancia. Puedes mantener la postura anterior y dejar que tu bebé continúe el proceso de engancharse por sí mismo. Otra postura cómoda en este momento es tumbada de lado en la cama, con tu bebé tumbado en paralelo y enfrente de ti. Ambos debéis estar completamente de lado, "tripa con tripa", para que tu hijo no tenga que girar la cabeza para comer. El pezón se coloca a la altura de la nariz o del labio superior, para que cuando realice el enganche, no flexione el cuello, sino que lo extienda ligeramente, lo que le facilitará tragar la leche.

En esta posición se facilita el comienzo de la lactancia ya que tu hijo está colocado cerca del pezón. Deja que vaya acercándose, oliendo el calostro, estimulando el pezón con pequeños movimientos de los labios. Puede estar así pocos o mucho minutos, no te agobies. Llegará un momento que se enganche. Pasados unos minutos puedes ayudarle aproximándole desde la espalda (no desde la cabeza, pues se consigue un efecto rebote), apoyando un dedo en su barbilla para que abra más la boca… Si no lo consigues, puedes meter un dedo en su boca para ayudarle a estimular la succión y volver a ofrecerle el pecho. Tu matrona te ayudará a comenzar la lactancia; por ello, no dudes en pedirle ayuda.

Mi bebé ha agarrado el pecho, pero me duele. ¿Es normal? ¿Qué hago?


El dolor con succión es frecuente, pero no es normal. La lactancia materna no debe doler. Durante los primeros días, este proceso puede ser molesto, raro, pero no doloroso. En este caso, el dolor nos alerta de que la postura de enganche no es correcta y, por tanto, no será eficaz. Suele ocurrir porque el bebé no ha abierto la boca lo suficiente, y realiza la succión sobre el pezón, por lo que lo lesiona (pueden salir grietas) y no estimula la subida de la leche.

La succión debe realizarla sobre la areola, pues debajo de ella se encuentran los conductos de la leche, y al estimularlos el calostro comenzará a salir.

Hay tamaños diferentes de areolas y de bocas de bebé, es algo por lo que no hay que preocuparse, mientras que la succión se haga sobre ésta y no sobre el pezón, es suficiente. Si te fijas, observarás que introduce más areola en la parte del labio inferior, que del superior.

Por tanto, si duele, hay que corregir la postura de enganche, todas las veces que sea necesario. No despegues a tu bebé mientras está succionando, pues estiraría el pezón provocando dolor. Mete un dedo por la comisura de su boca para romper el vacío y retíralo entonces. Comienza de nuevo. Estimula su mejilla con el pezón, permítele que busque, y que se enganche cuando abra la boca.

¿Cómo sé que la postura de enganche es correcta?   

  • Los signos de un buen enganche del bebé son:   
  • Cabeza y cuerpo en línea recta.  
  • Cuello extendido.    
  • Boca abierta      
  • Succión en la areola, con ella más introducida en la parte del labio inferior que del superior.      
  • Nariz y barbilla pegados al pecho.       
  • Labios evertidos, hacia fuera, "como la boca de un pez".      
  • No resulta doloroso.

¿Tengo leche cuando mi bebé acaba de nacer?


El calostro está presente desde el séptimo mes de embarazo. Por ello, cuando tu hijo nace, ya hay leche en el pecho. El calostro es la leche de los primeros días. Es justo lo que tu bebé necesita. Le proporciona defensas (inmunoglobulinas) y facilita la expulsión del meconio. Poco a poco, y con la succión frecuente, se estimula la producción, aumenta la cantidad y ocurre la subida de la leche. Es el paso del calostro a la leche tal y como la entendemos.          

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Durante el embarazo el pecho madura por efecto de las hormonas, y produce calostro, presente, como hemos dicho, en la mama desde el sexto o séptimo mes de gestación. Algunas mujeres expulsan gotas en el embarazo, otras no, y ambas situaciones son normales.

Tras el parto se produce un cambio en la situación hormonal que favorece la lactancia, pero para que la leche se produzca es necesario que el bebé mame. Con la succión, el bebé produce oxitocina, que hace que la leche (en este momento, el calostro) salga al exterior, y prolactina, que asegura la producción de leche. La succión es el mecanismo más importante para regular la producción de leche, y por tanto la succión precoz y frecuente favorece el éxito de la lactancia.

Para qué sirve la oxitocina

  • La oxitocina se libera por el estímulo del pezón pero también por otros estímulos, como ver al bebé o escucharle llorar, durante el orgasmo… por eso, puede salir leche entre tomas y necesitar utilizar discos absorbentes.   
  • En el posparto el útero se contrae, por efecto de la oxitocina, que le hace sangrar menos. Estas contracciones se llaman entuertos. Con la lactancia materna, al producir más oxitocina, los entuertos son más fuertes, el sangrado es menor, y favorece la recuperación de la madre.      

Para qué sirve la prolactina

La prolactina se segrega por pulsos en respuesta a diversos estímulos, el más eficaz la succión del bebé. Pero también está influida por los ritmos circadianos (día/noche), siendo mayor su secreción durante la noche. Por ello, la subida de la leche suele darse por la noche, la producción es mayor, y las tomas nocturnas frecuentes.

¿Puedo dar el pecho después de una cesárea?


  • Si tu bebé ha nacido mediante cesárea, también puedes conseguir una lactancia materna satisfactoria. Actualmente se intenta que, tras la cesárea, la madre y el recién nacido estén el menor tiempo posible separados. Una vez juntos y la madre recuperada, lo ideal es iniciar el contacto piel con piel y la lactancia materna lo antes posible.
  • Busca la postura más cómoda (tumbada y el bebé a tu lado encima de una almohada para no girarte en exceso, posición del balón de rugby…) y pide analgésicos si los precisas.
  • Puede retrasarse la subida de la leche, debido a que la lactancia suele iniciarse varias horas después del nacimiento, pero realizando tomas frecuentes el bebé está alimentado con el calostro hasta la subida de la leche, que suele darse en torno al cuarto día de vida.
Lucía Moya
Matrona