Cuándo hacer la episiotomía de urgencia

La incisión se valora en el momento del parto

Muchas mujeres querrían conocer con anterioridad si tendrán que hacerle una episiotomía de urgencia, pero no será hasta el momento del parto – si no existen circunstancias que la recomienden desde un principio- cuándo se sepa si se ha de realizar una episiotomía. En el instante en el que la cabeza del bebé comienza a asomar y a comprimir el borde de la vagina hasta dilatarla unos cuatro o cinco centímetros, serán el médico y la matrona quienes valoren si los tejidos van a ser capaces de distenderse lo suficiente como para permitir el paso de la cabeza sin problemas. Si no lo consideran factible, se practicará la incisión. Después de aplicar anestesia local, y en el momento de la contracción, el médico realizará el corte. Su sutura debe realizarse una vez se ha expulsado la placenta y cuando el útero deja de perder sangre.

La intervención resultará inevitable si…

  • La cabeza y los hombros del bebé son muy grandes para la abertura vaginal de la madre.
  • Viene de nalgas o de pie
  • El bebé es prematuro  o muy pequeño.
  • Existe sufrimiento fetal durante el periodo de expulsión , produciéndose una desaceleración en el latido cardíaco del feto.
  • Se produce cualquier complicación o se requiere de algún instrumento para sacar al bebé.

La episiotomía, inevitable en caso de urgencia perentoria


Cualquier mujer puede negarse a someterse a una episiotomía amparada por la Ley 41/2002 que otorga al paciente la libertad de aceptar, o no, las intervenciones necesarias para su proceso. Ahora bien, en su artículo 9, 2b, también se establecen limitaciones en caso de urgencia perentoria. La abogada Francisca Fernández Guillén señala que "al tratarse de una intervención quirúrgica que puede suponer riesgos o inconvenientes de notoria y previsible repercusión negativa sobre la salud, el consentimiento para su realización debe constar por escrito" y aboga porque las mujeres "deberían rechazar de plano la práctica rutinaria –sin una indicación médica válida- de esta intervención y solicitar que se le proporcionen cuidados tendentes a evitar daños en el periné como libertad de de ambulación, evitar la posición de litotomía (tumbada boca arriba con las piernas flexionadas) o los pujos dirigidos" e insiste en que "por supuesto, aunque se haya firmado, la mujer puede revocar su consentimiento o su rechazo en cualquier momento, atendiendo a las circunstancias que se produzcan durante el parto".

Sobre esta cuestión, la presidenta de la Asociación Española de Matronas, Mª Ángeles Rodríguez Rozalén, señala que a pesar de que la mujer puede autorizar o no esta intervención, "no resulta razonable que en una situación tan crítica como es el periodo expulsivo se reinicie un espacio informativo, con toda clase de datos epidemiológicos de proceso, y se espere a que la mujer tome una decisión y otorgue un consentimiento formal. El parto plantea situaciones inesperadas o de extrema urgencia que exigen acciones inmediatas. Se supone que todo lo previsible ha quedado preguntado y respondido durante nueve meses de consultas con profesionales. Las incidencias puntuales también se deben resolver puntualmente y con extrema diligencia".

Cómo son las episiotomías más frecuentes


  • Central: Se realiza en forma longitudinal desde la vagina hacia el ano. Por lo general sólo realiza cuando previsiblemente va a ser muy pequeña y el médico que la realiza posee una gran pericia, ya que presenta más riesgos de complicarse con lesiones del esfínter anal si se desgarra en el momento del nacimiento. Sus ventajas son una mayor apertura del canal del parto, resulta más sencilla de suturar, cicatriza más rápidamente ya que se realiza en una zona sin demasiados vasos sanguíneos y el dolor en el posparto es menor.
  • Medio-lateral. Es la técnica más realizada y recomendada, ya que se mantiene alejada del recto evitando el riesgo de desgarro. Se realiza de manera oblicua desde la vagina hacia un lateral, por lo general el derecho ya que hay más médicos diestros que zurdos.