Pregorexia: tratamiento para evitar el miedo a engordar en el embarazo

Es clave que la mujer lo asuma y busque ayuda

embarazada espejo

La pregorexia no es una moda ni un invento pasajero, sino un trastorno alimentario grave que tiene que ver con el miedo a engordar en el embarazo.

Lo difícil para la gestante es reconocer que lo sufre y buscar ayuda. La embarazada que padece este trastorno suele negar su existencia y, por ello, es muy difícil poner remedio pronto por parte de un equipo multidisciplinar. El obstetra, el médico de familia, la matrona y, por supuesto, el psiquiatra, el psicólogo y el endocrino pueden ayudar, primero, a identificar y, luego, a tratar este problema.

Otro gran pilar para luchar contra la pregorexia es la pareja y la familia y amigos de la embarazada. El entorno desempeña un gran papel en la detección precoz de la enfermedad.

Una vez diagnosticada, la futura madre debe mejorar su alimentación y tomar suplementos vitamínicos para evitar carencias en el organismo de la embarazada y en el del bebé que se está desarrollado, como detalla Diana Cuenca,  ginecóloga en el Hospital de Torrejón de Ardoz.

¿Qué hacer si creemos que una embarazada de nuestro entorno sufre pregorexia?


Si se sospecha que una embarazada puede sufrir de este problema lo primero que debemos hacer es ponernos en contacto con los sanitarios más cercanos a la embarazada, ya sea el obstetra, el médico de Atención Primaria, psicólogo o psiquiatra si la mujer tiene antecedentes de este tipo u otro especialista. De este modo pueden comenzarse las actividades preventivas necesarias para evitar las complicaciones derivadas o disminuir su gravedad. 

En casos de pregorexia la embarazada puede desarrollar anemia, descalcificación ósea, baja producción de leche durante el postparto y caída de cabello, entre otros. Las consecuencias en el feto pueden ser muy graves. Aumenta el riesgo de aborto o de parto prematuro, retraso de crecimiento intrauterinoretraso mental o parálisis cerebral, malformaciones óseas, digestivas o cardiovasculares. 

¿Y el tratamiento para una embarazada con pregorexia?


El principal problema de la pregorexia es que la mujer embarazada no asume que tiene un trastorno y que necesita ayuda. Por ello es fundamental el tratamiento multidisciplinar entre obstetras, matronas, psicólogos, psiquiatras, endocrinos, nutricionistas. 

El principal objetivo es evitar la aparición de complicaciones asociadas a la malnutrición en el embarazo tanto para la madre como para el feto, suministrando vitaminas y tomando otras medidas que impidan un daño en el bebé y la madre mientras se supera el trastorno. La pregorexia es una enfermedad de base psiquiátrica que debe tomarse muy en serio. El profesional que debe guiar el tratamiento es el psiquiatra o el psicólogo y el resto de los profesionales seguir sus pautas. Es muy importante que tal y como aconseja la ginecóloga Diana Cuenca, “este tratamiento está basado en la terapia psicológica, apoyo social y sanitario y no es sólo necesario durante el embarazo sino que debe mantenerse en el periodo postparto”. 

Tratamiento pregorexia

 

Marta Conde