Cambios fisiológicos del pecho durante el embarazo

Se prepara para producir y secretar la leche que alimentará al bebé

La mujer debe conocer y preparar sus mamas para el momento de ser madre, con el fin de detectar situaciones diferentes a la normalidad y acudir al especialista, así como conocer y afrontar esos cambios que las hormonas han producido en su pecho dedicados a una lactancia materna de la forma más natural posible. El embarazo produce un aumento importante del volumen mamario. Podemos notar también venas azuladas en la mama y un aumento del tamaño y pigmentación del pezón.

El embarazo completa el desarrollo mamario


Durante la gestación la glándula mamaria completa su total maduración y se prepara para cumplir su principal misión: la secreción de leche para amamantar, para alimentar a su cría como el resto de los mamíferos.

El desarrollo de la glándula mamaria se inicia desde el período embrionario (cuarta semana de vida embrionaria), empieza a madurar en la pubertad y madura totalmente durante la gestación y lactancia.

Se extiende por tanto, desde antes del nacimiento hasta el envejecimiento, donde se producen una serie de cambios hormonales. Las hormonas son sustancias químicas segregadas por diferentes glándulas de nuestro organismo y que controlan distintos órganos y funciones.

Cambios fisiológicos de la mama en el embarazo

Cambios de la mama en la gestación


Es durante el embarazo cuando la glándula mamaria alcanza su máximo desarrollo bajo la influencia de diferentes hormonas, principalmente los estrógenos, la progesterona y la prolactina.

Los cambios fisiológicos normales que sufre la glándula mamaria durante la gestación comprende tres fases: mamogénesis, lactogénesis y lactopoyesis y lactoeyección.

Cambios fisiológicos de la mama embarazo

La mamogénesis: el crecimiento de la mama


La mamogénesis son los cambios anatómicos de crecimiento de la mama. Comienza en la pubertad gracias a los estrógenos,  la hormona que produce un aumento de las estructuras más importantes de la mama (epitelio ductal, células estromales y células mioepiteliales) y la progesterona, otra hormona que en este caso inicia la formación de los componentes secretores en la última porción del conducto mamario.

Así, al principio de la gestación se produce un aumento del número y tamaño de los ductos mamarios (ramificación de los conductos) porque predominan los estrógenos y disminuye el tejido graso del pecho. Hacia la mitad de la gestación los lóbulos aumentan en tamaño y número y aparecen las primeras secreciones gracias a la progesterona.

La lactogénesis: se “fabrica” el calostro y la leche


Posteriormente se produce la lactogénesis que comprende desde el inicio de la secreción de calostro en la segunda mitad del embarazo hasta el parto. Cuando se produce ese acúmulo de material secretor o calostro, entra en escena la prolactina, otra hormona que se encarga de estimular la producción de lactoalbúmina y lactosa (fundamentales en la producción de leche) que atraen agua y aumentan el volumen de leche. La máxima producción se produce al final del embarazo y durante el parto cuando baja la progesterona y toma el control la prolactina, que inicia la producción de leche 30-40 horas aproximadamente tras el parto.

Todo esto produce un aumento importante del volumen de las mamas, se produce también un aumento de la red venosa superficial que es más evidente, un aumento de tamaño y pigmentación de los pezones y glándulas de Montgomery.

La galactopoyesis o lactoeyección: empieza la producción de leche


Tras la lactogénesis se produce la subida de la leche, galactopoyesis o lactoeyección, etapa fundamental para el mantenimiento de la producción de leche. Hay dos hormonas fundamentales: la prolactina y la oxitocina.

  • La prolactina tiene un papel fundamental en la producción de leche.

  • La oxitocina es la hormona más importante para la eyección o vaciado de esa leche. La oxitocina provoca la contracción de la células mioepiteliales que exprimen el alvéolo y permiten que la leche llegue a los conductos y senos lactíferos y pueda ser extraída mediante succión. Además solo se aumenta la producción de leche tras el parto con el vaciamiento de la misma, por tanto hay que mantener un equilibrio entre la producción de leche y el vaciado regular de las mamas. La liberación de la oxitocina, fundamental para el amamantamiento, requiere que el eje hipotálamo-hipofisario, que se encuentra en el cerebro, esté intacto, es decir, que existan adecuados estímulos sensoriales y mecánicos de pezón y areola y evitarse en la medida de lo posible el mayor número de estímulos dolorosos o estrés que puedan interferir la liberación de oxitocina.

Cuidados de la mama en la lactancia

  • Es importante llevar una correcta y equilibrada alimentación, aconsejándose complejos vitamínicos durante la gestación y lactancia.
  • Se debe tener una correcta higiene de los pechos con agua y jabón neutro diarios y secado bien de la zona.
  • La hidratación con vaselina o cremas hidratantes no deben contener agentes irritantes que provoquen deshidratación y grietas a nivel de pezón.
  • Se recomienda el uso de sujetador adecuado, que cubra bien el pecho, de algodón, que no apriete demasiado y que sea cómodo para el uso diario de la mujer.

 

 

Dra. Juana Mª Brenes Sánchez y Dra. Nuria Izquierdo Méndez
Especialistas en Obstetricia y Ginecología, de la Unidad de Patología Mamaria y de la Unidad de Obstetricia del Hospital Clínico San Carlos, de Madrid