Ácido fólico y folatos, ¿son lo mismo?

15 Mar 2024
El ácido fólico y la prevención de DTN

Aunque todavía no estás embarazada, tú médico te ha recomendado que tomes un suplemento de ácido fólico. Y es muy probable que te preguntes qué es el ácido fólico, si es lo mismo que los folatos y para qué sirve el ácido fólico. Aquí te lo vamos a explicar.

Ácido fólico y folato (o vitamina B9) son términos que a menudo se confunden, pero no son lo mismo. El ácido fólico es un tipo de folato. Además, el único que ha demostrado eficacia en la disminución de los defectos del tubo neural en el bebé, unas enfermedades congénitas que pueden ser muy graves. Es, pues, esencial para el desarrollo óptimo de tu bebé y el correcto cierre del tubo neural. Por este motivo, si en la consulta preconcepcional le has comentado a tu médico que deseas quedarte embarazada, te habrá recomendado tomar suplementos de ácido fólico, 400 microgramos al día. Ten en cuenta, además, que nuestro cuerpo no produce ácido fólico ni se encuentra naturalmente en los alimentos, y tampoco lo almacenamos, por lo que debemos obtenerlo a diario a través de suplementos.

Tomar suplementos de ácido fólico antes y durante el embarazo es tan importante para la salud del bebé que la  Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1995 incluyó el ácido fólico en la lista de medicamentos esenciales. 

¿Qué es el tubo neural?

A los pocos días de la fecundación, en tu bebé se empieza a formar una estructura, al principio con forma de placa que poco a poco se va cerrando, como una canaleta. Es el tubo neural y de él se desarrollará el cerebro y la médula espinal de tu hijo.

Por eso, es tan importante que el cierre sea perfecto. Cuando esto no ocurre, hablamos de los defectos del tubo neural, como la anencefalia o ausencia de cerebro, o la espina bífida. Alrededor de 8 millones de niños nacen en el mundo con un DTN, que puede tener gravísimas consecuencias.

En nuestro país, en 2008 de cada 1.000 niños nacidos entre 1980 y 1985, 4,65 nacían con anencefalia, y 4,73 con espina bífida. En 2008 fueron 0,28 y 0,66 respectivamente. A esta tremenda disminución de casos ha contribuido que a partir de la década de los 90 el Ministerio de Sanidad recomendará a todas las mujeres la ingesta de 400 microgramos de ácido fólico antes del embarazo y durante el mismo. Esta es una medida recomendada por organismos internacionales, sociedades científicas en todo el mundo y la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO).

Numerosos estudios han demostrado que una dosis diaria de 400 microgramos de ácido fólico desde tres meses antes de la concepción y durante el embarazo es efectiva para disminuir el riesgo de que el bebé desarrolle unas malformaciones conocidas como defectos del tubo neural, en todas las mujeres incluidas aquellas con variantes genéticas (polimorfismos) de la enzima MTHFR.

El doctor Juan Luis Delgado, miembro de la SEGO y responsable de la Unidad de Medicina Materno-Fetal del Hospital "Virgen de la Arrixaca" de Murcia, afirma que "en la sexta semana de gestación se produce el cierre del tubo neural del feto, que en ese momento apenas mide unos seis milímetros. Es crucial que este proceso se lleve a cabo correctamente para el desarrollo saludable del bebé. Si la mujer empieza a tomar el ácido fólico cuando sospecha que puede estar embarazada, aproximadamente a las 4 o 5 semanas de gestación, ya sería demasiado tarde para prevenir los defectos del tubo neural".

Hasta el momento, no hay evidencia científica que respalde otras formas de folato, como el metilfolato o sus marcas comerciales, ayuden a disminuir el riesgo de que el bebé se desarrolle con defectos del tubo neural.

¿Cuándo se necesita más de 400 microgramos diarios de ácido fólico?

La dosis diaria de ácido fólico en la mayoría de las mujeres es de 400 microgramos. Pero en algunos casos, el médico puede aumentar esta ingesta:

  • Cuando la mujer está embarazada de mellizos, gemelos o trillizos, sus necesidades siempre están aumentadas.
  • Si existen antecedentes de DTN: la mujer antes tubo un embarazado en el que el bebé padecía esta malformación, o en su familia en la del padre existen casos directos de, por ejemplo, espina bífida.
  • Mujeres con algunas enfermedades como la diabetes tipo 1 o con epilepsia (los medicamentos que se usan en este caso bloquea la acción del ácido fólico).
Caridad Ruiz
Redactora experta en salud