Las mujeres que heredan el gen Neandertal son más fértiles

28 May 2020
Gen neandertal: mayor fertilidad de la mujer

Un estudio demuestra que un tercio de las mujeres europeas ha heredado un receptor de progesterona de los Neandertales (o gen Neandertal), lo que se asocia con una mayor fertilidad, menor sangrado en la etapas precoces del embarazo y menor tasa de aborto. La mezcla de humanos modernos con Neandertales ha propiciado que esta variante genética favorable haya llegado hasta las mujeres del siglo XXI.

Un tercio de la europeas portan este gen

Esta investigación, realizada por el Instituto Karolinska de Estocolmo (Suecia) y expertos del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva en Alemania, acaba de publicarse en la revista Molecular Biology and Evolution. La progesterona es una hormona que despeña un papel clave en el embarazo y el ciclo menstrual. Es fundamental para la preparación del útero de cara a la implantación embrionaria; también es esencial en el mantenimiento de las primeras etapas del embarazo.

¿Cómo se ha podido comprobar que un tercio de las europeas ha heredado este receptor de progesterona Neandertal? Analizando los datos de biobancos de 244.000 mujeres de nuestros días. El 29% de las participantes estudiadas tiene una copia del gen. Y el 3% de la muestra posee no una, sino dos copias del mismo. Este es un buen ejemplo de cómo una variable genética favorable introducida hace miles de años puede verse reflejada hoy en la fertilidad de las mujeres.

Menos abortos y más bebés sanos

Además, el estudio demuestra cómo las féminas que portan ese receptor de progesterona, importantísimo para mantener la gestación, gozan de una mayor fertilidad: reportan menos amenazas de aborto en los estadios precoces de la gestación, menos abortos espontáneos y dan a luz más niños. En los análisis moleculares -se indica la investigación- se detecta que "estas mujeres producen más receptores de progesterona en sus células", lo que indica una mayor protección frente a las pérdidas embrionarias y las amenazas de aborto.

Carmen Arnanz
Redactora experta en Salud