Cómo saber diferenciar las contracciones de parto

6
contracciones de parto
01 Sep 2014

Durante la espera de tu bebé se van acumulando multitud de dudas, pero otras muchas te surgirán en la intimidad. Pero la duda de mayor envergadura, y a la que nosotros no podemos dar respuesta, es cuándo va a llegar realmente tu recién nacido, cuándo te vas a poner de parto y va a producirse el encuentro más dulce de tu vida. Claro está, que esta incertidumbre no sólo es para la futura mamá. También toda la familia que te acompaña, tu pareja, tus padres y amigos, sienten ese cosquilleo producido por el nerviosismo en ese momento tan especial.

Sin embargo, a pesar de no poder indicar fecha y hora de tu parto, sí que podemos ayudarte a diferenciar las contracciones que de verdad van a poder desencadenar un trabajo de parto adecuado que llegue a buen fin. Antes del momento de nacimiento, existen unas contracciones de preparación del cuello uterino, denominadas contracciones de Braxton-Hicks. Esta dinámica se caracterizada por ponerse la tripa dura pero sin generar dolor a la embarazada, no son rítmicas, ni duraderas, ceden con el reposo y la hidratación.

Guía práctica para saber si estoy de parto Nos gustaría sintetizar, en unos sencillos pasos, los motivos por los que debes de acudir al servicio de urgencias de tu hospital:

  • Contracciones regulares. Debes ir a urgencias cuando presentas contracciones regulares, es decir la tripa se pone dura cada dos o tres minutos, persistiendo durante una hora. Son dolores que no van a ceder con el reposo, rítmicos y duraderos, no sólo en el tiempo sino también en los segundos que persiste cada contracción.
  • Pérdida de líquido amniótico. Amniorrea franca, es decir, pérdida de líquido por vagina y vulva, puesto que es un indicador de que la bolsa amniótica se haya roto. En este caso, debes acudir al hospital para que los profesionales valoremos el estado de bienestar fetal y el color del líquido amniótico. La rotura prematura de membranas en una gestación a término, por encima de las 37 semanas de embarazo, indica que se debe finalizar ya la gestación.
  • Sangrado. Si presentas metrorragia, sangrado vaginal en cantidad superior o igual a una regla, significa que algo no va bien. Puede ser debido a múltiples causas: bien sea un sangrado porque la placenta presente una inserción baja o sea previa (se encuentra por delante de la presentación del feto), se esté produciendo una modificación del cuello uterino (generalmente, se encuentra asociado a presencia de contracciones, dinámica uterina) o por otros motivos, como el desprendimiento prematura de placenta normoinserta. No obstante, sea por el motivo que fuere, es una de las causas por las que debes acudir al servicio de urgencias sin más dilación.
  • No sentir al bebé. Otro motivo importante es no percibir los movimientos fetales como habitualmente se observan o dejar de notar al feto. Es común que, a medida que aumenta el tamaño y el peso del bebé, los movimientos se vuelven más lentos y mantenidos. No producen tanto impacto como cuando era más pequeño, pero cada madre conoce el patrón de movimiento de su feto y cuando algo cambia, es preferible acudir para la realización de una monitorización fetal o de un control ecográfico, según lo indicado por el especialista.
  • Fiebre e infección. La presencia de procesos infecciosos, febriles, también debe ser una de las causas por las que debes acudir al hospital, puesto que puede ocasionar un patrón de taquicardia en el feto y originar el desencadenamiento del parto o su indicación, a pesar del empleo de antibioterapia.

La conclusión a la que debes llegar tras leer todo esto es que ante la menor duda sobre tu embarazo, puedes acudir a un centro hospitalario para valorar el bienestar del bebé. A lo mejor no es el momento del parto, pero tú te encontrarás más tranquila durante esta espera.