Placenta previa y desprendimiento placentario, riesgo vital

La vida del bebé corre serio peligro

La placenta previa y el desprendimiento prematuro de placenta son las complicaciones más comunes de este órgano, imprescindible para la vida intrauterina del bebé. Por eso es tan importante prevenir y controlar estas enfermedades del embarazo, que pueden desembocar en un parto prematuro.

Qué es la placenta previa


Entendemos por placenta previa el hecho de que la placenta esté insertada en la parte baja del útero, lejos de su lugar habitual, que es el fondo del útero. Según la relación entre la situación de la placenta y el  cuello del útero podemos distinguir varios tipos de placenta previa:

  • Oclusiva total: si ocluye todo el orificio cervical interno.
  • Oclusiva parcial: el cuello está en parte cubierto por la placenta y en parte por las membranas amnióticas.
  • Previa marginal: la placenta llega a los márgenes del cuello pero no lo ocluye.
  • Previa lateral: la placenta está cercana al cuello, pero no llega a sus márgenes.

A nivel práctico, lo importante es diferenciar entre las placentas  oclusivas (tipo 1) de las no oclusivas (tipos 2, 3, 4), porque nos van a determinar la vía del parto.

Esta anomalía de la inserción placentaria se presenta entre un 0,4-0,5% de los embarazos. Las gestantes multíparas (con más de dos embarazos previos) o las añosas (mayores de 40 años), parecen tener más predisposición a padecer esta patología, aunque no hay estudios concluyentes. Otros factores predisponentes son el retraso en la fecundación y en la posterior implantación. Las alteraciones en las paredes del útero (endometrio) como la presencia de miomas, tabiques uterinos o las producidas por legrados o cesáreas previas, también pueden predisponer a que la placenta no se inserte adecuadamente en su lugar propicio y lo haga en otra zona del útero.

Si sufres hemorragia en el tercer trimestre...

La complicación más frecuente de la placenta previa es la hemorragia en el tercer trimestre. De hecho, toda hemorragia vaginal al final del embarazo nos debe hacer pensar en una placenta previa. Son hemorragias espontáneas, no relacionadas con ningún esfuerzo y no se acompañan de dolor. Son de sangre roja y se presentan de forma intermitente, a intervalos, pero tienden a ser cada vez más frecuentes y más graves. Todo sangrado durante el embarazo es motivo para acudir a urgencias.

Mediante una exploración vaginal con valvas por parte del ginecólogo se puede apreciar la salida de sangre a través del cuello uterino. Mediante la ecografía se podrá determinar si la placenta previa es oclusiva o no.

La ecografía de la semana 20 requiere una exploración sistemática y minuciosa de todo el feto, de la placenta, cordón y líquido amniótico, además del útero y ovarios maternos.

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Ecografías en 2D, 3D y 4D.

Feto de 20 semanas en ecografia 3D

Feto de 20 semanas en ecografia 3D

Bebé levantando brazos: ecografía semana 20

Bebé levantando brazos

Ante una hemorragia por placenta previa debe recomendarse reposo. Si las hemorragias son muy repetidas se deberá ingresar a la paciente. En un 35-40% de los casos, este sangrado se acompaña de contracciones y parto prematuro. En caso de hemorragia incoercible se finalizará la gestación mediante cesárea.

Si la placenta es oclusiva total el parto vaginal es imposible y hay que realizar una cesárea. En los casos de placenta previa oclusiva parcial, puede considerarse el parto vaginal, aunque los riesgos son considerables y en la mayoría de los casos se opta por la cesárea. Con placentas marginales o laterales el parto es factible por vía vaginal.

Lo peor, el desprendimiento prematuro de placenta


El desprendimiento prematuro de la placenta (DPP) es un accidente agudo del embarazo, ya que la placenta se desprende total o parcialmente de su lugar de implantación antes del parto, causando graves daños para el feto al quedarse sin el oxígeno sanguíneo que le pasa la madre a través de la placenta.

La frecuencia de este grave cuadro oscila entre el 0,5-1% de todos los partos.  Factores que predisponen al desprendimiento de placenta son los siguientes:

  • Traumatismos: Caídas, golpes u accidentes de tráfico que afectan sobre el abdomen.
  • Nutrición deficiente: Déficit de ácido fólico en el embarazo, por lo que actualmente se recomienda la ingesta de ácido fólico durante toda la gestación.
  • Tabaco y drogas: La nicotina y también la cocaína actúan sobre los vasos placentarios favoreciendo su desprendimiento.
  • Maniobras médicas:  Como la amniocentesis cuando se atraviesa la placenta.
  • Alteraciones uterinas: Si la placenta se asienta sobre un mioma o el útero es unicorne o tabicado.
  • Rotura prematura de membranas: En gestantes con mucho líquido amniótico. Si la rotura es brusca, se produce una descompresión que puede provocar el despegamiento de la placenta.
  • Hipertensión arterial: El DPP suele acompañarse de hipertensión arterial materna.

El DPP se manifiesta como una hemorragia uterina, con gran cantidad de coágulos que salen de forma brusca a través de la vagina, llegando a calar la ropa de la embarazada. Pero a veces esta hemorragia puede quedarse retenida en el interior del útero e ir saliendo a través de los genitales en forma de pequeñas cantidades como sangre negruzca. Lo más frecuente es que ambas formas de sangrado coexistan.

Este sangrado se acompaña de dolor a nivel abdominal, que aparece bruscamente y puede llegar a ser muy intenso haciendo que la paciente no se pueda mover. Puede irradiarse este dolor a los muslos o la espalda. Este dolor se debe a la hipertonía del útero que se pone muy duro.

Asimismo, también aparece hipertensión arterial en la mayoría de los casos. Y en las formas muy graves de DPP, aparece anemia intensa y la paciente puede llegar a chocarse.

Ante esta situación, la gestante debe acudir inmediatamente a urgencias, donde, tras ser explorada por un ginecólogo, se realizará una cesárea urgente con el fin de salvar la vida del feto, a no ser que la paciente llegue en dilatación completa o en periodo de expulsivo, donde se intentará un parto vaginal. Aún así, la mortalidad fetal es muy elevada y viene determinada por la falta de oxígeno (anoxia) provocada por el desprendimiento de la placenta.

A continuación se expone un cuadro resumen para saber diferenciar las dos patologías expuestas

Diagnostico diferencial entre la placenta previa y el desprendimiento prematuro de placenta (DDP)

  PLACENTA PREVIA DDP
COMIENZO Lento Brusco
HEMORRAGIA Roja, intermitente Oscura, coágulos
ESTADO GENERAL Bueno Malo
SÍNTOMAS No hay dolor Dolor abdominal
EXPLORACIÓN Útero blando Útero duro
FETO Casi siempre bien Rápido sufrimiento