¿Cómo es el proceso del embarazo por reproducción asistida?

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No conseguir el embarazo pronto, o tener algún problema de salud que impide a la mujer quedarse en estado o al hombre tener espermatozoides de calidad… Hay muchos motivos por lo que es necesario recurrir a las técnicas reproducción asistida. Te contamos cuáles son los primeros pasos que hay que dar y cómo es el proceso del embarazo antes de realizar una fecundación in vitro (FIV) o inseminación artificial.

Cómo el el proceso de embarazo por técnicas de reproducción asistida

Primera visita al especialista en Fertilidad


Cuando una pareja no consigue el embarazo durante un tiempo, se inicia un proceso que puede ser más o menos largo según diferentes factores. Para hablar de cómo son esos comienzos hemos entrevistado al doctor Buenaventura Coroleu, Jefe del Servicio de Medicina de la Reproducción de Dexeus Mujer

Todo empieza con una visita a la consulta del ginecólogo. Pero entonces surge la primera duda: Desde que se dejan de adoptar métodos anticonceptivos, ¿cuánto tiempo hay que esperar para acudir al especialista si el embarazo no se produce? “Sin obsesionarse, pero cualquier duda que puedan tener, vale la pena adelantar la cita médica

A partir de los 35, adelanta la consulta


Quizás los resultados de las pruebas digan que todo está correcto, pero en nuestra práctica observamos que las parejas acuden muy tarde a la consulta y eso puede afectar de forma muy negativa”, señala el doctor Coroleu. Como nos indica este especialista, depende de la edad materna. “Por debajo de los 36 años se puede esperar un año. Pero si se supera esa edad o la mujer tiene alguna patología ginecológica adicional, o se sospecha que la pareja puede tener también algún problema, 6 meses”.

"El 35% de los problemas son del varón"

En este sentido el doctor Coroleu insiste en que la fertilidad es cosa de dos. “No olvidemos que un 35% son problemas del varón. Un número muy importante son factores masculinos. Ahora se observa una disminución en la calidad del semen. Es una realidad que se comprueba en los donantes de esperma. La industrialización, los tóxicos, hábitos poco saludables puede afectar a la calidad del esperma”, añade.

El historial médico de la pareja, a examen


Una vez dado ese primer paso, y se acude a la consulta de un ginecólogo, lo primero que éste hará será una exhaustiva historia clínica de la pareja, que los médicos llaman anamnesis. “Para el éxito del diagnóstico es muy importante hacer un buen interrogatorio familiar y personal”, señala el doctor Coroleu.

  • Historia familiar: Interesa saber que hay algunas características ginecológicas que tienen un factor genético. Es decir, se dan en varias mujeres de la familia. Por ejemplo, al médico le conviene saber a qué edad tuvo la menopausia la madre de la paciente, si en la familia son frecuentes los trastornos de endometriosis o de ovario poliquístico
  • Historia clínica de la mujer: Si ha tenido embarazos o abortos previos, periodicidad de los ciclos menstruales, si existe dolor en la regla o en el coito, o si nota sofocos. Conviene informar de enfermedades ginecológicas previas, como si ha tenido antes algún proceso inflamatorio pélvico, alguna intervención quirúrgica por obstrucción de las trompas o por endometriosis. También hay que informar de trastornos endocrinos, como el hipertiropidismo o el hipotiroidismo, o diabetes.

Qué analíticas y pruebas se hacen es una consulta de Fertilidad

  • Historial del varón: El médico le preguntará sobre cómo fue su desarrollo puberal, el descenso escrotal, o si está operado de hernias inguinales, ya que en ocasiones esto puede afectar a la fertilidad. También le interrogará sobre problemas en la eyaculación, como que el semen aparezca con sangre o procesos inflamatorios, como prostatitis o infecciones de orina de repetición.

Cuáles son las primeras pruebas diagnósticas


Una vez que el médico ha realizado esta historia médica, llega el momento de las pruebas diagnósticas. Estas irán en función de los datos obtenidos con la entrevista, pero como nos dice el doctor Buenaventura Corolau lo habitual es que se realicen estas tres pruebas básicas:

La primera, una ecografía ginecológica en la mujer "para descartar patología ovárica y/o uterina, pero también conocer la reserva folicular ovárica de la mujer”. La reserva folicular ovárica es el número de ovocitos que la mujer “guarda” en su ovario en ese momento, y está estrechamente relacionada con la posibilidad de embarazo: cuando por el paso del tiempo, esa reserva disminuye es más difícil que la mujer se quede embarazada.

La segunda batería de pruebas: análisis de sangre general y hormonal en la mujer. Se pide la determinación de la hormona antimülleriana, que también mide la reserva ovárica.

Pruebas diagnósticas en un proceso de reproducción asistida

Y por último, las pruebas diagnósticas en el varón. Lo indicado es realizar un seminograma y unos análisis de sangre. Con el seminograma o espermiograma se puede estudiar la función testicular, y analizar la concentración de espermatozoides, su movilidad, vitalidad y morfología.

Más pruebas en la consulta de Fertilidad 


Proceso del embarazo con problemas de fertilidad y sus pruebas

Según los resultados de estas pruebas, el ginecólogo toma la decisión sobre si hacer más pruebas diagnósticas.

  • Por ejemplo, si la ecografía y los análisis tanto de ella como de él no dan resultados anormales es probable que se estudie cómo se encuentran las trompas de Falopio (si por algún motivo están obstruidas es imposible el embarazo).  Para ello se realiza una prueba radiológica con contraste llamada histerosalpingografía.
  • También se suele recomendar hacer una histeroscopia que es un estudio de la cavidad uterina, para lo cual se introduce por vía vaginal una pequeña cámara. Con esta prueba el ginecólogo puede comprobar si existe algún trastorno que dificulte el embarazo, como un mioma o fibroma uterino, malformaciones, como el útero tabicado (el útero aparece dividido en dos), o un crecimiento exagerado del endometrio.

¿Qué es el estudio genético o cariotipo?

En algunos casos, cuando la mujer ha sufrido por ejemplo varios abortos o si está claro que se va a realizar un tratamiento de fecundación in vitro, se realiza un estudio genético o cariotipo. No obstante, en algunas clínicas de fertilización esta prueba se realiza siempre. En cualquier caso, es una prueba que se basa en una extracción de sangre de la mujer y del hombre para evaluar el número y la estructura de los cromosomas y detectar posibles anomalías en los mismos. Hay que tener presente que detrás de muchos abortos o pérdidas embrionarias (de las que a veces la mujer no es consciente) se encuentra una malformación cromosómica.

Qué hacer tras el diagnóstico de la infertilidad


Cuando gracias a las anteriores pruebas médicas, se tiene un diagnóstico del problema el especialista en fertilidad aconsejará cuál es el siguiente paso: si someterse a un tratamiento médico para solucionarlo e intentar un embarazo natural, o acudir directamente a técnicas de reproducción asistida. Nuevamente, todo depende de la edad de la mujer. Pueden darse varios escenarios:

Mujer con menos de 35 años con quistes o endometriosis

¿Cómo actuar en estos casos? “A veces se soluciona el problema y se busca el embarazo de forma espontánea. Pero como generalmente las mujeres que vienen tienen ya una edad avanzada, tienes poco margen de actuación así es preferible recurrir cuanto antes a la inseminación artificial o a la FIV", explica el doctor Coroleu.

Patologías en el hombre

Si el problema se encuentra en el varón, depende del diagnóstico. Algunas patologías se pueden solucionar con una sencilla cirugía, como en el caso del varicocele, con tratamientos antibióticos u hormonales. Una vez resuelto el trastorno, se puede intentar un embarazo espontáneo. Pero si la infertilidad masculina no tiene una terapéutica, entonces se puede recurrir a la inseminación artificial o a la FIV.

Caridad Ruiz
Redactora experta en Salud