Cuidado con la fiebre alta y la diarrea en el embarazo

Hay que descartar una infección por listeria

fiebre alta en el embarazo

A lo largo del embarazo son muchas las infecciones tanto bacterianas como víricas que se pueden adquirir: urinarias, las odontológicas, faríngeas, digestivas...

Estas últimas suelen ser muy frecuentes y fundamentalmente víricas, se manifiestan con febrícula (menos de 38º) y diarreas en el embarazo, curándose por lo general tras unos días de dieta. Sin embargo las embarazadas que manifiestan fiebre (por encima de 38º),  dolor abdominal, diarreas con o sin vómitos y malestar general debemos ser muy cautelosos y remitirla a su centro de salud o mejor al hospital, para solicitarle los análisis adecuados.

La infección por listeria puede estar detrás de estos síntomas.

¿Cuál es el origen de la infección?


Debemos descartar la existencia de un origen de la infección, lo que llamamos foco. Es decir descartaremos apendicitis, infección de la placenta (corioamnionitis) realizando una amniocentesis y estudiando si hay infección en el líquido amniótico, infección de la orina, salmonella, shigella, yersinia, aeromonas o campylobacter fundamentalmente. Para lo cual tendremos que realizar un buen número de pruebas:

  • Ecografía obstétrica y abdominal, además de amniocentesis, como ya dijimos antes.
  • Hemocultivos para descartar una bacteria en sangre.
  • Coprocultivos para descartar una bacteria en heces.
  • Analítica completa donde veamos los parámetros infecciosos más importantes como son: leucocitos con porcentaje de neutrófilos (lo que los médicos llamamos desviación a la izquierda).
  • plaquetas y PCR (que es un parámetro muy importante de infección), aparte de otras medidas como hemoglobina, hematocrito, pruebas hepáticas, función renal o glucosa.

Caso real: embarazada con listeria


Os comento el caso de una paciente que ingresó gestante de 25+2 semanas por referir desde hacía unos días vómitos, diarreas, dolor abdominal, malestar general y fiebre alta de 39.4º. Se le realizó ecografía obstétrica observándose un feto vivo y aparentemente todo normal. Se aprovecho para hacer la amniocentesis y remitir el líquido a microbiología para que hiciesen los análisis y cultivos necesarios para descartar la existencia de alguna bacteria. Y además se solicitó analítica completa, observándose unos leucocitos muy elevados de 20.000 con un 84% de neutrófilos y una PCR también elevada de 7.1 mg/dl. Se le solicitaron hemocultivos seriados y coprocultivos y se instauró tratamiento antibiótico intravenoso hasta que llegasen los resultados de los cultivos.

Al día siguiente y a pesar del tratamiento antibiótico la paciente seguía con manifestaciones digestivas, sobre todo con dolor abdominal, por lo que solicitamos una interconsulta con cirujanos para descartar apendicitis. Indicaron la realización de ecografía abdominal para descartarla, observando al realizarla que el feto había fallecido. Indujimos el parto con misoprostol y obtuvimos un feto por vía vaginal de 950g.

Tratamiento de una embarazada con listeria


Al día siguiente nos llegó el resultado del cultivo del líquido amniótico con la existencia de una bacteria que se llama "Listeria Monocytógenes". Inmediatamente cambiamos el tratamiento a ampicilina y gentamicina intravenosos mejorando la paciente progresivamente y siendo dada de alta sin fiebre y sin sintomatología digestiva.

Como veis la Listeria Monocytógenes no es ninguna broma: se trata de una bacteria flagelada Gram + anaerobio facultativo e Intracelular. Provoca infecciones por alimentos muy agresivas con una tasa de mortalidad fetal del 40-50%. Se ha observado un aumento significativo de la incidencia en los últimos años (0,8 por cada 1.000 partos) y sobre todo en verano. Prolifera entre 1º-45ºC y no se destruye con la congelación ni con conservación en sal, únicamente se destruye >50ºC. Se ubica en muchos sitios por lo que es muy difícil su prevención. Suele estar presente en: suelo, agua fresca, agua residual, vegetación, animales domésticos, productos alimentarios como leche y productos lácteos no pasteurizados, productos cárnicos precocinados, marisco. Suele afectar a grupos de riesgos como las embarazadas, neonatos, ancianos e inmunodeprimidos.

Por tanto, ante cualquier embarazada con fiebre de más de 38ºC sin origen claro, nauseas con vómitos, diarreas, malestar general y unos leucocitos aumentados con desviación a la izquierda (aumento de los neutrófilos) y una PCR >5mg/dl hay que iniciar tratamiento con dosis altas de ampicilina y gentamicina intravenosos: Ampicilina 2g/6h iv + Gentamicina 80mg/8h iv y si es alérgica: Eritromicina 1g/6h iv + Gentamicina 80mg/8h iv.

Dr. Miguel Ángel Herraiz Martínez
Jefe del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Clínico San Carlos y Catedrático de la Universidad Complutense, de Madrid