Fumar aumenta el riesgo de aborto en tu pareja
Los fumadores pueden provocar complicaciones graves en sus compañeras durante el embarazo, al exponerlas a los efectos nocivos del humo del tabaco. Un grupo de expertos del Instituto Nacional de Investigación de China en Pekín acaba de publicar un informe que asegura que los fumadores pueden aumentar significativamente la probabilidad de aborto de sus parejas, tanto si fuman antes de que se produzca el embarazo como si lo hacen durante la gestación.
Los perjuicios del tabaco durante el embarazo están avalados en numerosos estudios. Se sabe que las madres que fuman durante gestación tienen más riesgo de abortos espontáneos y de nacimientos prematuros. Pero ahora también se advierte sobre este hábito poco saludable en las parejas, porque al fin y al cabo, aunque la futura madre no sea fumadora sí está expuesta al humo del tabaco que se fuma en su presencia.
Peor esperma y más sustancias químicas
- El mayor riesgo de aborto se explicaría porque las futuras madres están expuestas a más sustancias químicas y porque el tabaco podría afectar a la calidad del esperma del padre, lo que podría provocar mutaciones genéticas, que a su vez conducirían a la interrupción del embarazo.
- Casi 5,8 millones de mujeres no fumadoras no fumadoras y sus parejas participaron en el estudio. Todos ellos formaban parte de un proyecto nacional chino de controles previos al embarazo que se realizó entre 2010 y 2016 en el que se realizaban exámenes de salud antes de la concepción, se hacía un seguimiento del embarazo durante los tres primeros meses y también se controlaba al bebé al año de nacer.
- Un 29 por ciento de los hombres eran fumadores y la tasa general de abortos espontáneos se situó en torno al 2,5 por ciento. Sin embargo, los científicos chinos observaron que cuando el hombre no era fumador, la tasa de abortos era inferior, del 2,38 por ciento, frente al 2,92 por ciento cuando sí lo era.
- Las mujeres cuyo compañero abandonó el tabaco cuando se produjo el embarazo tenían un 18 por ciento menos de riesgo de aborto espontáneo que aquellas cuya pareja no dejó de fumar. Además, observaron que cuando el marido no fumaba antes o justo después de la concepción, la tasa de abortos espontáneos bajaba al 2,79 por ciento, mientras que cuando no abandonaba el hábito subía al 3,35 por ciento.
Cómo afecta el humo del tabaco al embarazo
Los investigadores reconocen que el estudio asocia el tabaco en las parejas y el aborto, pero no llega a identificar los mecanismos por los que el tabaquismo paterno influye en la pérdida del embarazo. Sin embargo, los resultados vendrían a apoyar el efecto nocivo del tabaco en el embarazo, avalado por múltiples investigaciones.
La probabilidad de tener un bebé con malformaciones congénitas se sitúa entre el 3 y el 5 por ciento. Sin embargo, exponerse al humo del tabaco puede disparar el riesgo de estas malformaciones, según advierten profesionales de la salud pertenecientes a la organización estadounidense de Especialistas en Información de Teratología (estudio de defectos natales causados por exposiciones durante el embarazo).
Esta organización también alerta sobre las parejas fumadoras y explica que los hombres que fuman pueden tener menor recuento de espermatozoides y peor calidad de esperma. Su recomendación es que cuando se produzca el embarazo la pareja debería dejar de fumar o al menos no fumar en presencia de la gestante, tanto en la casa como en el coche, ya que ese humo puede causar complicaciones en la gestación y en el bebé.
Toxinas que atraviesan la placenta
- Más de 4.000 sustancias químicas y toxinas se liberan al fumar en el humo del cigarrillo.
- Algunas de ellas pueden atravesar la placenta y reducen la cantidad de oxígeno y la alimentación que recibe el feto.
- Al inhalar el humo, éste entra en los pulmones y los gases y partículas alcanzan la sangre y los órganos internos.
- Y estos riesgos no existen sólo para el que fuma, sino también para el que lo respira.
Riesgo de aborto espontáneo y malformaciones
La probabilidad de aborto espontáneo, según la web especializada en malformaciones, es mayor en las mujeres que fuman, así como el riesgo de embarazo ectópico, una complicación grave en la que el embrión crece fuera del útero. También se relaciona el tabaquismo con algunas malformaciones congénitas, como el labio leporino.
Fumar durante el embarazo o respirar el humo del tabaco también está relacionado con problemas graves con la placenta, entre ellos la placenta previa (la placenta bloquea el canal del parto) y el desprendimiento de la placenta (la placenta se desprende antes de tiempo de la pared uterina). Esto puede provocar sangrados vaginales y poner en peligro la vida de la madre o provocar abortos espontáneos.
Consecuencias de la nicotina en el bebé
- Cuando la futura madre fuma en las últimas semanas del embarazo o respira humo del tabaco se han observado síntomas de abstinencia en algunos bebés, como irritabilidad, rigidez muscular y temblores.
- Además, algunos estudios han encontrado vínculos entre el tabaco y las dificultades de aprendizaje y conducta en los niños, entre ellos con el déficit de atención con hiperactividad (TDAH). Otras investigaciones destacan la probabilidad de que los niños sufran problemas de sobrepeso si se les expone al humo del tabaco durante el embarazo.
- Durante la lactancia también es recomendable evitar fumar, ya que la nicotina que se encuentra en la leche materna también puede afectar al bebé, que quedaría expuesto a sustancias químicas no saludables.
Efectos dañinos para la embarazada y el bebé
El Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos también advierte de los numerosos problemas de salud que causa el tabaco. Entre ellos, destaca que fumar dificulta que la mujer quede embarazada, dispara el riesgo de aborto cuando la futura mamá fuma durante la gestación y puede provocar embarazos ectópicos, nacimientos prematuros y con bajo peso, así como malformaciones en el bebé.
También alerta sobre el aumento de las probabilidades de que el recién nacido padezca el síndrome de muerte súbita del lactante, además de favorecer infecciones de oídos, neumonías y bronquitis, agravar los síntomas del asma y ralentizar el desarrollo de los pulmones de los niños, así como causarles, tos, sibilancias y sensación de falta de aire.