Las primeras dudas del embarazo
Respuestas a las preguntas más frecuentes
En cuanto te enteras que estás esperando un bebé, te empiezan a surgir un montón de dudas acerca de tu estado, los síntomas de embarazo que empiezas a notar, las pruebas médicas, tu alimentación o el día a día. Aquí vamos a intentar resolverlas.
Cuando me da positivo en un test de embarazo casero...
- ¿Lo tengo que repetir en el médico? ¿Cuándo debo ir al médico?
- No me estoy tomando vitaminas, ¿Cuándo debo empezar a hacerlo?
- Me duermo constantemente, ¿Qué me está sucediendo?
- ¿Me harán una ecografía vaginal en la primera visita?
- ¿Qué pasa si empiezo a manchar?
- En la higiene íntima, ¿Tengo que lavarme más frecuentemente o tomar medidas especiales?
- ¿Debo comer cosas especiales o dejar de comer algo?
Cuando me da positivo un test de embarazo casero...
¿Lo tengo que repetir en el médico?
Si te realizas un test de embarazo casero y te da positivo, existe un 99 por ciento de posibilidades de que estés embarazada. Las pruebas de embarazo, tanto caseras como de uso profesional, detectan una hormona llamada β- HCG, que se secreta por la placenta a los pocos días de la implantación del huevo. Por tanto, no es necesario que te repitas la prueba.
¿Cuándo debo ir al médico?
Una vez que te da positivo el test de embarazo, puedes pedir cita con el médico: si acudes a la sanidad privada, pedirás cita con el ginecólogo u obstetra; si acudes a la sanidad pública, pedirás cita con el médico de atención primaria.
En esta visita, el médico te hará preguntas para recoger información sobre tu salud general, te preguntará la fecha de la última regla, se asegurará de si estás suplementando tu alimentación con ácido fólico y yodo, (si no es así, te lo pautará), te dará algunos consejos relacionados con la prevención de algunas infecciones y te hará una derivación a la matrona u obstetra, según tenga cada servicio organizado el control del embarazo.
La primera visita de embarazo a la matrona u obstetra la tendrás antes de que finalice el primer trimestre. En esta visita, además de preguntarte datos sobre tu salud general, ginecológica y obstétrica (si tienes hijos o has tenido otros embarazos…) también te preguntará sobre antecedentes de enfermedades (a ti y a tu pareja) que puedan tener relevancia para tu embarazo. Si tienes alguna molestia leve relacionada con este momento del embarazo, te dará consejos para paliarlos.
Recibirás información sobre hábitos saludables, para que vivas tu embarazo de forma plena. Te realizará un reconocimiento físico: peso, talla, cálculo de índice de masa corporal para determinar si tienes un peso adecuado a tu estatura, toma de tensión... También te solicitará una analítica de sangre y orina, así como una ecografía, calculando cuando es el momento óptimo para realizarlas. Tanto tú como tu pareja podréis resolver todas las dudas. Por último, te dará el calendario de visitas del embarazo.
No estoy tomando vitaminas, ¿Cuándo debo empezar a hacerlo?
Si tu alimentación es adecuada en principio solo tienes que suplementar el ácido fólico y el yodo. Cuando el embarazo es planificado, se aconseja iniciar la suplementación de estos dos micronutrientes uno o dos meses antes de la concepción. Cuando no ha sido este el caso, conviene que lo inicies cuanto antes. Existen preparados vitamínicos que contienen ácido fólico, yodo y vitamina B12. Para cualquier duda, siempre consulta a tu médico o matrona.
El ácido fólico es una vitamina del grupo B que favorece el correcto desarrollo del sistema nervioso fetal, ayudando a prevenir defectos en el cerebro y médula espinal (defectos del tubo neural). Tomar ácido fólico puede prevenir otras complicaciones obstétricas, como abortos espontáneos, nacimientos prematuros o anemias.
Con respecto al yodo, se ha demostrado que en la dieta de la mujer embarazada y madre lactante, hay un déficit en el aporte y es fundamental un aporte adecuado, para un buen desarrollo del cerebro fetal. Por otro lado, está contraindicado que se utilicen antisépticos yodados en las curas tanto de la madre como del niño.
Me duermo constantemente, ¿Qué me está sucediendo?
El cansancio o la fatiga, así como las ganas de dormir a todas horas, son los primeros síntomas de que estás embarazada. Estos signos se relacionan con el cambio hormonal que sucede en el embarazo. Se cree que la somnolencia es producida por el incremento de una hormona llamada progesterona, que trabaja activamente durante las primeras semanas, preparando al útero para la implantación del óvulo que ha sido fecundado. Según algunos autores, también puede estar asociado al aumento de otra hormona llamada relaxina.
Además, al comienzo del embarazo la formación de la placenta y el desarrollo embrionario requiere mucha energía. Por tanto, es comprensible que te sientas cansada y con sueño gran parte del día.
No te sientas culpable, procura descansar lo que necesites. Una pequeña siesta en mitad del día te puede ayudar pero si las siestas son muy largas, podrían interferir en el sueño nocturno.
• Duerme más horas por la noche: Acuéstate más temprano de lo habitual. Si no puedes hacerlo durante la semana, aprovecha el fin de semana para reponer fuerzas.
• Si tienes más hijos, puedes pedir ayuda a tu pareja, familiares, amigos, para delegar alguna tarea y poder descansar un rato.
• Tienes que saber que estos síntomas mejoran, pasado el primer trimestre; entonces empezarás a tolerar mejor tus tareas cotidianas.
¿Me harán una ecografía vaginal en la primera visita?
Las ecografías que se hacen en el primer trimestre, hasta las 12-14 semanas de embarazo se realizan a través de la vagina, a partir de las 12-14 semanas ya se pueden realizar a través de la pared abdominal, pero la elección de la vía vaginal o abdominal corresponde al ginecólogo, si elige la vía vaginal es con el fin de ver mejor al feto y hacer mediciones más precisas de sus estructuras.
Tienes que saber que esta exploración es indolora y, es segura tanto para el feto como para ti, por tanto no supone ningún riesgo. No es imprescindible que te realices una ecografía precoz (por debajo de la semana 12), salvo que no conozcas la fecha de tu última regla o bien tengas sangrado vaginal, dolor o por indicación ginecológica.
¿Qué pasa si empiezo a manchar?
Conviene que sepas que dos o tres embarazos de cada diez presentan sangrado en sus primeras fases. Esto no significa que tengas un problema, pero a veces puede tratarse de una amenaza de aborto o de otras complicaciones.
En el primer trimestre: Si manchas es importante que observes el tipo de sangrado y la cantidad. Al comienzo de la gestación puede haber un pequeño sangrado al implantarse el huevo en la pared uterina se conoce como hemorragia de implantación. Si se da, es normal y generalmente aun no sabes que estás embarazada. Puedes manchar debido a los cambios en el cuello del útero porque en el embarazo le fluye más sangre y está más sensible. Al mínimo roce (relaciones sexuales o examen vaginal) puedes manchar un poco. Normalmente es un flujo sonrosado o con hebrillas sanguinolentas, pero no constituye un problema.
Si manchas sangre roja, como de una regla y no se asocia a exploración o relaciones sexuales, sería motivo de consulta para descartar una amenaza de aborto. Si acudes al hospital a consultar por sangrado vaginal en el primer trimestre de embarazo, el ginecólogo lo va a denominar amenaza de aborto, aunque la gestación llegue hasta el final. En ocasiones se producen pequeños hematomas en la inserción de la placenta y se resuelven manchando un poco. En este caso, el ginecólogo te recomendará reposo y te realizará un seguimiento ecográfico.
En la higiene íntima, ¿tengo que lavarme más frecuentemente o tomar medidas especiales?
Desde el principio del embarazo, por influencia hormonal, vas a notar aumento de flujo vaginal. A veces será muy fluido, como lechoso, en otros casos será espeso y pegajoso; en ambos casos será normal, mientra que no produzca irritación, picor o quemazón.. Tienes que realizar una higiene adecuada, en tu ducha diaria, con un jabón líquido suave (puede ser de tomillo, bardana, árbol de té…). Deberás limpiar la zona genital de delante atrás para que cualquier microorganismo depositado en el ano no se traslade a la vagina.
Asearse adecuadamente no significa hacerlo interiormente, todo lo contrario. Hay mujeres que con la intención de neutralizar cualquier germen, introducen productos en al vagina (antisépticos, jabones…) con el riesgo de alterar la flora vaginal que protege de infecciones. Lavarse una o dos veces al día es suficiente. Es importante evitar las duchas vaginales: la vagina se limpia sola.
Para evitar infecciones por hongos conviene que utilices ropa interior de algodón y limitar el uso de protectores o "salvaslips". Tampoco conviene que utilices ropa interior tipo tanga. En general, evita ropas ajustadas. Si se dieran estos síntomas de picor, quemazón o irritación debes consultar a tu medico o matrona.
Si se te diagnostica una infección vaginal el médico te pondrá un tratamiento y te recomendará un producto para la higiene íntima específico (solución limpiadora sin detergente) en ocasiones el médico te recomendará probióticos de aplicación vaginal para reestablecer la flora habitual de la vagina.
¿Debo comer cosas especiales o dejar de comer algo?
Cuando conoces que estás embarazada, te planteas dudas sobre que cosas puedo comer o no y además es muy probable que recibas información de tu entorno, a veces contradictoria. Lo recomendable es que tu dieta sea completa, variada y equilibrada. Para cubrir tus necesidades y las del feto en formación. Esto no significa que debas de comer por dos. Aunque siempre hay que tener en cuenta tu constitución y tipo de vida (activa, sedentaria) en general, tienes que aportar: lácteos, frutas, verduras, cereales, legumbres, carne, pescado, huevos…y, líquido suficiente para estar perfectamente hidratada. La forma de cocinar, ligera: cocido, hervido, plancha, horno; cuantos menos fritos, grasas, precocinados mejor. Y, fundamental, repartir los alimentos en pequeñas cantidades, distribuidas en cinco o seis comidas al día.
Alimentos que debes evitar
En la primera analítica de sangre se te determinará si ya has pasado o no la toxoplasmosis. Hasta que conozcas el resultado y si te dicen que no estás inmunizada:
- Debes evitar los embutidos que estén solo curados. Los puedes tomar cocidos, cocinados o si están sometidos a congelación tipo industrial (-20ºC durante al menos 48h.). El problema de esto es que muchos de los congeladores domésticos no alcanzan esta temperatura.
- Las carnes las tienes que tomar muy hechas, bien cocinadas (que no queden rositas por el centro por ejemplo las hamburguesas)
- Las verduras y hortalizas crudas tienes que lavarlas muy bien o higienizarlas.
- También te sueles preguntar si puedes tomar quesos o patés:
- Quesos, si, pero comprueba que haya sido elaborado con leche pasteurizada, para prevenir otra infección llamada listeriosis.
- Los patés en conserva se pueden comer, pero no los que están refrigerados o los que se compran al peso en charcutería, por el riesgo de contaminación a partir de otros alimentos o por la protección parcial por el frío. Siempre y cuando se coma esporádicamente por el contenido graso y no sea de elaboración casera.
Otra duda que puedes tener es si puedes comer pescado:
Sí, pero tómalo con moderación. El pescado es un alimento muy nutritivo pero, debido a la contaminación de los mares, puede contener metilmercurio, dioxinas y pesticidas.
Sobre todo evitarás especies grandes y depredadoras (que se alimentan de otros peces) como el tiburón, pez espada, caballa, atún rojo, cazón. El atún claro enlatado es más seguro, porque procede de pescados más pequeños. El salmón y truchas de granja tienen pocos contaminantes y mucho omega-3 (es un ácido graso esencial). A pesar de todo lo dicho, los beneficios de comer pescado superan a los riesgos.
Podrías incluir pescado dos o tres veces por semana, preferiblemente pequeños y sobre todo variar las especies.