Suplementos de ácido fólico: clave antes del embarazo

El riesgo de cada mujer determina qué tipo de suplemento debe tomar

Los suplementos de ácido fólico en el embarazo han demostrado ser efectivos para la prevención de los defectos del tubo neural. A partir de los años 90 del siglo XX, comenzaron múltiples campañas para fomentar la suplementación con folatos a todas las mujeres gestantes o que estuvieran buscando embarazo. La principal justificación era la disminución de los defectos del tubo neural (DTN).  

Posteriormente, diversos estudios han demostrado los beneficios de esta suplementación, al disminuir malformaciones cardiacas, genitourinarias o disminuyendo la incidencia de patologías asociadas a la gestación como enfermedades hipertensivas del embarazo, crecimiento intrauterino retardado (CIR), desprendimiento prematuro de placenta normoinserta (DPPNI) o abortos de repetición.

Para saber qué suplemento de ácido fólico es el más adecuado para cada mujer debemos conocer el riesgo de cada una para tener un hijo con defectos del tubo neural.

ácido folico

Qué suplemento de ácido fólico es el adecuado


Para saber qué suplemento de ácido fólico es el más adecuado para cada mujer debemos conocer el riesgo de cada una para tener un hijo con defectos del tubo neural.

Mujeres de bajo riesgo

Se consideran mujeres de bajo riesgo las previamente sanas que han planificado su embarazo y que cumplen las prescripciones médicas. A estas féminas se les recomendará una dieta rica en alimentos que contengan alta cantidad de folatos naturales y la toma diaria de un suplemento para el embarazo que contenga de 0.4 mg a 1mg al día de ácido fólico durante al menos dos o tres meses antes de la concepción. También se les aconsejará mantener este preparado durante el embarazo y periodo posparto mientras mantenga la lactancia natural.

Mujeres de alto riesgo

Mujeres de alto riesgo son aquéllas que presentan enfermedades previas como epilepsia, diabetes mellitus en tratamiento con insulina, obesidad (IMC>35) o antecedentes familiares de defectos del tubo neural. A estas pacientes se les recomienda aumentar la ingesta de alimentos ricos en folatos  y la suplementación diaria con ácido fólico en cantidades superiores a las mujeres de bajo riesgo (5mg) desde al menos dos o tres meses antes de la concepción y hasta la semana 10 o12 de embarazo. Desde este momento, hasta el término del embarazo y durante el periodo posparto (de 4 a 6 semanas y mientras se mantenga la lactancia natural) la suplementación debe ser con un preparado multivitamínico con ácido fólico 0,4 a 1 mg al día, al igual que las mujeres de bajo riesgo.

Otro grupo intermedio

Un grupo intermedio es el de mujeres que, aunque no tengan factores de riesgo para tener un hijo con malformaciones del tubo neural, no planifican su embarazo, cumplen de forma irregular las prescripciones médicas, comen de forma desequilibrada o se exponen al tabaco, alcohol u otras drogas. A estas pacientes se les debe proporcionar consejo sobre la importancia de la prevención de los defectos congénitos con la suplementación de ácido fólico. Estas mujeres deben suplementarse utilizando un preparado multivitamínico con dosis altas de ácido fólico (5 mg), para lograr niveles más adecuados de folatos intraeritrocitarios cuando el consumo del ácido fólico es irregular.