Cómo es el crecimiento y desarrollo neurológico del feto
Formación de neuronas y sistema nervioso del niño
Durante el el embarazo, el óvulo fecundado se transforma en embrión y después en feto, a partir de la novena semana de gestación. Un bebé con ocho semanas de edad gestacional ya tiene formadas las estructuras básicas de su sistema nervioso y neuronal. Explicamos paso a paso el proceso de formación de los órganos.
Periodo embrionario: las ocho primeras semanas
El periodo embrionario comprende las ocho primeras semanas de gestación de vida intrauterina. Alrededor del sexto día tras la fecundación, el embrión se implanta en la pared uterina; está constituido por un grupo de células. La circulación útero-placentaria se ha completado y funcionará dos semanas después. Existe ya un esbozo de sistema nervioso y de la cavidad cardiaca, con latido hacia la tercera semana de gestación. Entre las semanas cuarta y octava el embrión ya tiene aspecto humanoide. Al final de la semana octava, termina el periodo embrionario: todos los sistemas orgánicos están constituidos.
A lo largo de los cien primeros días de la gestación se van a formar las neuronas, y cuando acaba el periodo embrionario el sistema nervioso ya está formado en su aspecto externo.
Periodo fetal, a partir de la novena semana
Durante el periodo fetal, a partir de la novena semana de gestación, los sistemas van a ir madurando gracias al crecimiento en número y tamaño de sus células. El desarrollo distinguible de los genitales se aprecia a la semana 12 de gestación. Hasta la semana 22-24 no existe un desarrollo de los alvéolos pulmonares que puedan efectuar intercambio de gases y, por tanto, no existe capacidad respiratoria antes de ese momento.
La migración neuronal para formar la corteza cerebral (la sustancia gris) se completa hacia el sexto mes de gestación. En la semana 14 de embarazo empiezan a observarse movimientos respiratorios y de deglución. A partir del tercer trimestre de gestación, el feto responde a estímulos externos con aumento de su frecuencia cardiaca. También se incrementan sus movimientos espontáneos, tras estímulos auditivos bruscos por sonidos ambientales fuertes, a los que se va acostumbrando poco a poco. Es decir, comienza su aprendizaje.
Los temores de los padres influyen en el embarazo
A lo largo de la gestación existen situaciones psicológicas ambivalentes en los padres desde el momento en que tienen conocimiento del embarazo: alegría por el hijo futuro junto a los miedos derivados de la propia gestación y el parto. Al mismo tiempo conviven el temor a que el hijo no sea un niño sano y la incertidumbre frente a sus capacidades como educadores.
Estos temores están presentes en la mayoría de los padres, independientemente de que el embarazo haya sido o no deseado, y se intensifican a partir del momento en que la presencia del bebé es apreciable por las ecografías de control y por el comienzo de los movimientos fetales (patadas).
Los controles médicos a lo largo del embarazo tienen como misión el detectar y corregir alteraciones en el estado de salud de la madre que puedan tener consecuencias sobre el feto. Los hábitos saludables durante la gestación incluyen el eliminar el alcohol y el tabaco. En el caso del primero puede existir una susceptibilidad genética que predisponga al síndrome alcohólico fetal en el recién nacido, que causa dismorfias y discapacidad intelectiva; la exposición del feto al humo del tabaco, se ha asociado a menor peso, talla y perímetro craneal en el momento del nacimiento y a dificultades de aprendizaje posteriormente.