¿Qué enfermedades infecciosas pueden trasmitirse durante el embarazo?

Tus primeras pruebas diagnósticas

enfermedades infecciosas

Para poder prevenir las infecciones susceptibles de afectar al feto o al recién nacido es muy importante que todas las embarazadas se realicen las pruebas de cribado. Por lo general dichas pruebas se efectúan en sangre para detectar, aquellas embarazadas que nunca han padecido la enfermedad y que son susceptibles de contraerla, y las que ya padecen la enfermedad y que necesitarán el tratamiento adecuado para minimizar los efectos de una infección sobre el feto o el recién nacido. Es lo que denominamos trasmisión vertical de la infección, es decir el paso del germen de la madre al feto a través de la placenta o de la leche materna.

Sería muy interesante que unas semanas antes de quedaros embarazadas os hicierais análisis para descartar posibles infecciones que pudieran afectar a vuestro bebé durante la gestación. Por lo general no lo hacéis y por eso nosotros los ginecólogos os las mandamos en la primera visita de vuestro embarazo.

Para qué sirven las primeras pruebas del embarazo 


  • Rubéola. La gran mayoría de las mujeres está vacunada y tiene anticuerpos, por lo que esta infección que hace unos años, de producirse, era terrible para el feto hoy en día no es un problema.
  • Sífilis. La incidencia en nuestro medio es muy baja (<0.5 por ciento) aunque está aumentando sobre todo en colectivos que consumen droga, prostitución, promiscuidad sexual, inmigrantes en cuyos países es muy frecuente y portadoras del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). De diagnosticarse la infección, el mejor tratamiento es la penicilina.
  • Virus de la hepatitis B (VHB). El 10 por ciento de todas las embarazadas que han tenido hepatitis B antes de quedarse embarazadas son portadoras del antígeno de superficie del virus (HBsAg +) y pueden trasmitir el virus al feto en menos del 5 por ciento, pero si además tiene simultáneamente la presencia del antígeno-e (HBeAg+) la trasmisión de la enfermedad puede llegar intraútero a más del 90 por ciento. El tratamiento hay que efectuarlo al RN de forma inmediata, antes de las 12 horas desde el nacimiento, con la administración de gammaglobulina anti-hepatitis B y vacunándolos.
  • Toxoplasmosis. Muchos de los centros tanto privados como públicos siguen pidiendo esta prueba, pero en la actualidad no se recomienda ya que es muy complejo llegar a un diagnóstico seguro de que el feto está afectado, por lo que se aconseja que todas las madres realicen una serie de medidas higiénico-dietéticas desde el principio del embarazo como son no tener contactos con gatos, ni con carnes crudas, lavar bien las verduras, no comer jamón...
  • Virus de la inmunodeficiencia humana (VIH o HIV). Una paciente afectada puede trasmitir el virus atravesando la placenta en un 25 por ciento a lo largo del embarazo, en un 70 por ciento durante el parto y hasta un 15 por ciento durante la lactación a través de la leche materna. Por dicho motivo es muy importante hacer el cribado de esta infección desde el primer trimestre y repetir la prueba en el segundo y tercer trimestre si ha dado negativa. Si se diagnostica durante el embarazo una infección por VIH los tratamientos actuales con antirretrovirales van a hacer que el virus desaparezca en sangre en su casi totalidad, lo que hará que la trasmisión vertical del virus de la madre al feto sea menor del 1 por ciento. Es muy importante que el día del parto tengáis una prueba negativa reciente, de lo contrario hay que hacerla al momento pues de dar positiva podemos instaurar tratamientos antirretrovirales y evitar en gran medida que el feto se contagie.

Otras enfermedades peligrosas para el bebé


No debe realizarse cribado para el citomegalovirus, el parvovirus B19 ni para el herpes simple (VHS2). El motivo es que hay muchos más inconvenientes que beneficios para la embarazada y su feto, debido a que no disponemos ni de vacuna ni de tratamientos especiales durante el embarazo si son diagnosticadas de estos virus.

Tan solo el citomegalovirus en el momento actual tendría posibilidades de tratamiento con gammaglobulinas específicas, pero este tratamiento aún está en fase de investigación. En cuanto a la hepatitis C (VHC) solo debe realizarse el cribado en personas de riesgo como infectados por derivados sanguíneos contaminados, drogadictos por vía parenteral, hemodializadas, infectadas por otros virus como el VIH o VHB, antecedentes de piercing o tatuajes, aumento de las transaminasas, personal sanitario que tiene contacto con derivados sanguíneos, zona endémicas por VHC. El cribado del estreptococo beta agalactiae (EBA) debe realizarse siempre al final del embarazo.

Dr. Miguel Ángel Herraiz Martínez
Jefe del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Clínico San Carlos y Catedrático de la Universidad Complutense, de Madrid