El estrés influye en las hormonas de la ovulación
La edad también dificulta el embarazo
El estrés también influye en las hormonas que intervienen en la ovulación. Como explica María del Mar Tirado, psicóloga de la clínica de reproducción asistida IVI de Sevilla, con el estrés “se activa la producción de la adrenocorticotropina (ACTH) haciendo que la corteza suprarrenal incremente la producción de cortisol”. Y si el estrés se cronifica, puede afectar a la producción de ovocitos.
La liberación de cortisol, ayuda a la degradación de las proteínas y su conversión en glucosa, facilita el que las grasas estén disponibles para la obtención de energía, aumenta el flujo sanguíneo, estimula la capacidad de respuesta conductual y disminuye la respuesta de las gónadas a la hormona luteinizante, suprimiendo la secreción de hormonas esteroides sexuales. Los corticoides que se liberan debido a la ACTH son los glucocorticoides (cortisol) y los andrógenos”
Estrés y tratamientos de fertilidad
Estos mecanismos están planeados para que duren unos instantes, mientras el peligro persiste y para aumentar las probabilidades de supervivencia -por si hay que escapar rápido-, pero no para que se prolonguen en un tiempo indefinido, como ocurre en algunas situaciones que se dan hoy día. “El estrés, al alterar el funcionamiento del eje hipotalámico- hipofisiario-adrenal puede variar los niveles de producción de hormonas involucradas en el ciclo menstrual”, señala la psicóloga. Esto también tiene sus efectos en las mujeres que se someten a tratamientos de fertilización in vitro (FIV) para conseguir un embarazo. “El ritmo de secreción alterado de cortisol ocasionado por el estrés –indica– afecta a los niveles hormonales en la mujer en momentos críticos del tratamiento”.
La influencia de la edad
Pero es evidente que no podemos achacar solo al estrés los actuales problemas de concebir. La verdad es que estos se deben en su mayor parte a la decisión de retrasar la edad de la maternidad. En las últimas décadas, la edad de la mujer para tener su primer hijo se ha aplazado 10 años. Y, a su vez, la fertilidad disminuye un 15% a partir de los 35 años. Además, hay otras causas que no siempre se manifiestan en análisis o ecografías. “En nuestra práctica diaria, observamos cómo, en muchas ocasiones, a pesar de que en un principio no parece haber un factor explicativo de la infertilidad (y puede, en cierta medida, atribuirse a problemas de estrés), cuando se hace un tratamiento de FIV y se empieza realmente a ver cómo se comportan los gametos de la pareja, se encuentran posibles causas explicativas de la situación”, señala Mª del Mar Tirado.