Piel de la embarazada: cambios de coloración por el sol

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piel de la embarazada
24 Abr 2013

Desde las etapas más precoces del embarazo existen cambios múltiples en la piel, sobre todo cambios en su coloración. En ocasiones, estos cambios son objeto de pregunta de la embarazada a su médico o incluso al dermatólogo, asustadas ante la posibilidad de haber desarrollado alguna enfermedad de la piel.

El 90 por ciento de las mujeres embarazadas van a presentar esta pigmentación u oscurecimiento de la piel. Puede ocurrir en la totalidad del organismo, o por el contrario, en zonas concretas. Esto último es lo más frecuente. Esta pigmentación se va a producir sobre las células de la piel que contienen melanina (los melanocitos), que son los que colorean la piel de forma normal. Y estas células se encuentran principalmente en la línea alba, que es la línea media del tórax y abdomen, el ombligo, las areolas de las mamas, la vulva o en la región cercana al ano. Son en estas zonas donde se van a producir principalmente estos cambios de forma más acusada.

La hormona del embarazo activa la melanina

La causa principal que parece ocasionar este hecho es el aumento de una de las hormonas principales durante el embarazo, la hormona folículoestimulante o FSH. La estructura de esta hormona es similar, muy parecida, a la hormona estimulante de los melanocitos. Por esta similitud, la FSH va a actuar sobre los melanocitos activando la secreción de melanina, que es el pigmento natural de nuestra piel, y por lo tanto va a ocasionar un oscurecimiento de la piel en las zonas donde se encuentren estas células.

Lunares y pecas

Por ello, las pigmentaciones normales de la piel, como las pecas o nevus (lunares), aumentarán su pigmentación y se oscurecerán durante la gestación. Aunque no se ha demostrado que aumente el riesgo de malignización de estas lesiones durante el embarazo, su crecimiento o cambio de características puede justificar que sean valorados por un dermatólogo mediante dermatoscopia e incluso precisar una biopsia.

Cloasmas o melasmas

Por otro lado, existen otras pigmentaciones localizadas en la cara, denominadas cloasmas o melasmas. Estas coloraciones provocan más preocupación en las embarazadas que las que ocurren en otras partes del organismo, ya que se encuentran en el lugar más visible de nuestro organismo, básico en nuestras relaciones sociales y en nuestra estética.

El cloasma aparece hasta en un 70 por ciento de todos los embarazos, y puede persistir hasta en un 30 por ciento de ellos tras el parto. Es más frecuente en mujeres que hayan presentado su aparición durante la toma de anticonceptivos hormonales previamente. Para evitar su aparición, ya que no podemos actuar sobre el efecto hormonal que lo causa, debemos de intentar prevenirlos mediante la aplicación de cremas protectoras de sol y evitar la exposición solar prolongada. Por eso, si estás embarazada protégete con una crema de filtro solar alto.