¿Puedo comer queso en el embarazo? Depende...
La alimentación en el embarazo siempre ha supuesto una gran preocupación en la mujer embarazada. Existen miedos sobre alimentos prohibidos en la gestación, cuyo consumo puedan afectar al desarrollo normal del bebé. En el caso de los quesos, es muy frecuente que las gestantes pregunten en las consultas si su consumo está prohibido en el embarazo o no. Existen unas limitaciones para el consumo de quesos que detallamos a continuación.
Quesos que no puedes comer embarazada
- Jaque a la Listeria. La enfermedad que tratamos de evitar cuando limitamos el consumo de quesos es la listeriosis. Se trata de una enfermedad producida por la bacteria "Listeria monocytogenes", una enfermedad potencialmente muy grave para bebé. Cuando una embarazada se contagia, transmite esta bacteria al feto a través de la placenta. Según el momento de embarazo, pueden generar abortos, infecciones tipo meningitis en los recién nacidos, problemas neurológicos graves y alteraciones en el desarrollo psicomotor.
- Evitar leche y quesos sin pasteurizar. La principal fuente de Listeria es la leche cruda y por lo tanto los productos creados a partir de ella, así como los embutidos y las verduras que han podido estar en contacto con la tierra. La bacteria Listeria muere con el calor, y por lo tanto desaparece su efecto nocivo.
- Leche cruda, prohibida. Es sencillo evitar su infección si tomamos leche cruda previamente hervida. La pasteurización es el proceso que se realiza a los alimentos con la intención de disminuir el contenido de patógenos que contienen, y se realiza a través del calor. Este es el proceso que universalmente se realiza a la leche cruda, denominándose entonces leche pasteurizada. En el caso de los quesos, para evitar el riesgo de contagio por listeria, sería tan sencillo como consumir quesos creados con leche pasteurizada.
- Quesos peligrosos. Hay determinados productos como el queso feta, el queso de cabra, o el camembert con los que deben de tenerse especial cuidado, ya que son quesos con más probabilidad de no estar realizados con leche pasteurizada.
Etiquetas de los lácteos, mucho ojo si esperas un bebé
Con lo que existe una respuesta muy sencilla: podemos evitar la infección por listeria tan sólo mediante la lectura de las etiquetas de los productos lácteos que consumimos. Para una embarazada, las necesidades de consumo de leche y derivados están aumentadas durante este proceso, por lo que sería una contradicción disminuir su consumo en esta fase. Por lo tanto, la leche no debe estar contraindicada, todo lo contrario, debe de favorecerse el aumento de su consumo diario, así como de sus derivados.