Embarazo: Ninguna dosis de alcohol es segura

Cuidado con los brindis ocasionales en celebraciones y fiestas

Un estudio publicado online en la revista científica "The Lancet" asegura que no hay ninguna dosis segura de alcohol y que ninguna bebida alcohólica es beneficiosa. Por eso las embarazadas deben tomar buena nota y eliminar el alcohol de su vida durante los meses de gestación e incluso de los meses previos al embarazo.

La investigación, realizada en el Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de EE.UU., se basó en un amplio metanálisis de 600 estudios publicados sobre cómo afecta el alcohol a la salud, en los que participaron 28 millones de personas. Además analizaron casi 700 fuentes de datos de 195 países que medía el consumo de bebidas por territorios, edad y sexo.

Y así descubrieron que ninguna bebida alcohólica es beneficiosa para la salud. Es decir, ni una copa de vino ni un vaso de cerveza o de cualquier otra bebida alcohólica ofrece ventajas ni previene enfermedad alguna.

“Nuestros hallazgos están en la línea que otras investigaciones recientes, que encontraron correlaciones claras y convincentes entre beber y muerte prematura, el cáncer y los problemas cardiovasculares. El consumo de cero alcohol minimiza el riesgo general de pérdida de salud”, Señala la autoriza principal del estudio, Emmanuela Gakidu. Y si este descubrimiento es importante para la población general, mucho más lo es para las mujeres embarazadas.

Embarazo y alcohol

En el embarazo no se puede tomar alcohol


Elimina el alcohol de tu dieta en el embarazo

Uno de cada 1.000 bebés nace en España con problemas de crecimiento y comportamiento por culpa del alcohol. En el embarazo, las bebidas alcohólicas están desaconsejadas. Todos los expertos están de acuerdo que no hay ninguna dosis segura. ¿Qué significa exactamente "ninguna dosis segura"?

  • Que la embarazada no debe tomar ni una copa de vino en la comida, aunque sea de forma ocasional.
  • Ni una caña de cerveza a la salida del trabajo.
  • Ni brindar con cava o champán por una celebración (cumpleaños, Navidades...), aunque haya quien a su alrededor asegure que “por una copita no pasa nada”.
  • Incluso existe la idea muy difundida que un vasito de vino con las comidas es beneficioso. Pero como se ha visto en el estudio de "The Lancet", no es cierto.

¿Y por qué no se puede tomar alcohol?

El alcohol de todas las bebidas (ya sea vino, cerveza, cava, ginebra...) atraviesa la placenta, de forma que llega al torrente sanguíneo del feto. Por la propia inmadurez del bebé que aún se encuentra en el útero materno, ese alcohol se metaboliza más lentamente, de forma que la concentración en la sangre del feto es más alta y permanece más tiempo que en la circulación sanguínea materna. Esto puede provocar daños irreversibles en el sistema nervioso central.

Qué es el síndrome alcohólico-fetal


Las consecuencias para el bebé de que la madre tome alcohol en el embarazo es una serie de enfermedades que los médicos llaman trastornos del espectro alcohólico fetal. Los problemas con los que puede nacer el bebé con síndrome alcohólico-fetal son muy variados:

  • Anomalías y defectos en los rasgos faciales
  • Cabeza pequeña
  • Estatura y peso bajo
  • Hiperactividad y déficit de atención
  • Problemas de aprendizaje y memoria
  • Retrasos en el habla y en el lenguaje
  • Bajo cociente intelectual o incluso discapacidad intelectual
  • Alteraciones en órganos como el corazón y los riñones, o los huesos
  • Trastornos de visión o audición

Cómo evitar el consumo de alcohol


Cerveza: Si te gusta la cerveza elige la 0,0% ya que las denominadas “sin alcohol” pueden tener hasta un 1% de alcohol. No emplees vino u otras bebidas con alcohol para cocinar. Muchas gente cree que con el calor se evapora, pero diferentes estudios han demostrado que no siempre desaparece por completo.

La bebida más sana es el agua, pero si en un acto social, reunión familiar o con amigos… te apetecer tomar algo más existe muchas posibilidades:

Agua con gas: es una bebida muy refrescante e incluso digestiva, pero hay que fijarse bien en el etiquetado, ya que algunas contienen elevados niveles de sodio.

Refrescos: Una lata de refresco contiene entre 33 y 35 g de azúcar, es decir 140 calorías por lata. Por eso, no se recomiendan. Las versiones light están elaboradas con edulcorantes artificiales, y hay muy pocos estudios sobre cómo afectan al embarazo. Por este motivo, su consumo debe ser muy moderado.

Zumos: Tanto los zumos industriales como los naturales también tienen una gran cantidad de azúcar, por lo que su consumo ha de ser esporádico.

Batidos: Los batidos de leche pueden mezclarse con frutas, de forma que aportan vitaminas y una buena ración de calcio. Si tienes exceso de peso puedes utilizar leche o yogures desnatados. Infusiones: Las infusiones con hielo o frías te aplacarán la sed. Las de anís e hinojo te ayudarán a combatir las molestias gástricas.

Alcohol enmascarado en comida: Ten cuidado con las salsas: algunas están elaboradas con vino, por ejemplo. Lee la etiqueta para comprobarlo. Algunas carnes se marinan con alcohol para que sean más tiernas. Y debes evitar los bombones que están rellenos de alcohol, más de los que imaginas.

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Caridad Ruiz
Redactora experta en Salud