El estrés afecta al desarrollo pulmonar del bebé

14 Mar 2019
El estrés de la madre afecta al desarrollo pulmonar del bebé

El estrés en el embarazo puede afectar a tu organismo, pero también al de tu bebé, según un estudio de la Universidad de Granada (UGR). ¿De qué forma? Cuando la mujer está estresada a menudo durante el primer trimestre de embarazo, según un estudio publicado en la revista "PLoS ONE", el feto, ante la abundancia de cortisol materno, deja de producir el suyo propio, que es vital para su desarrollo pulmonar.

Para realizar esta investigación, llevada a cabo por el Centro de Investigación, Mente, Cerebro y Comportamiento y de la Facultad de Psicología de la Universidad de Granada, se siguió a 80 mujeres embarazadas durante toda la gestación: valoraciones psicológicas, mediciones del nivel de cortisol en el pelo, y posteriormente también en el cabello de los recién nacidos. El cortisol se deposita en la raíz del pelo a medida que pasan los meses, de forma que permite saber qué nivel de estrés se sufrió incluso meses antes.

Nuestro trabajo se basa en la medición de niveles de cortisol en pelo. Esta técnica permite conocer esos niveles a lo largo del tiempo. Mediante el corte de un mechón de pelo tenemos información del cortisol acumulado en los tres meses previos a su corte. La traducción resultante es el nivel de estrés continuado en los últimos tres meses. Este estrés crónico suele ser más perjudicial que el estrés en un hecho puntual, ya que la continua activación del eje de liberación del cortisol deteriora nuestro organismo, física y psicológicamente”, nos explica Borja Romero, investigador del departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la UGR. Así fue como comprobaron que los niveles altos de cortisol en la madre durante el primer trimestre de gestación podían predecir niveles más bajos en los recién nacidos.

El estrés puntual no es malo

El estrés en sí no es malo cuando se trata de un hecho puntual: es una reacción que ha permitido la supervivencia humana. Cuando un individuo se ve amenazado, la naturaleza programa su organismo para que actúe para evitar el peligro. El cortisol aumenta y eso provoca que se incremente la cantidad de azúcar en sangre e inhibe el sistema inmunológico, y esa energía se dirige al metabolismo de grasas, proteínas e hidratos de carbono. El objetivo no es otro que conseguir fuerza para salir corriendo si fuera necesario. Cuando se sufre de estrés durante varias horas al día (en el trabajo, por ejemplo) de lunes a viernes o más, entonces se vuelve dañino, el estrés continuado sí perjudica al organismo. 

Cómo influye el cortisol en el feto

¿Y cómo afecta esto al feto? “La placenta, a pesar de tener una función protectora del feto, permite el paso de un 10% de cortisol de la madre al feto, lo que podría causar a su vez la desregulación del eje de liberación de cortisol en el feto”, explica Romero. Una de las funciones del cortisol es la maduración pulmonar. El pulmón es uno de los órganos que más tardan en madurar.

La explicación es muy sencilla: el feto no lo necesita, dado que el oxígeno le llega a través del cordón umbilical y de la placenta. Pero para que tras el nacimiento, el bebé pueda tomar sus primera bocanadas de aire son necesarios dos sustancias: el surfactante y el cortisol. De hecho, cuando los médicos prevén que una mujer va a tener un parto prematuro, les suministran corticoides para que el pulmón del feto madure más deprisa, y que esté más preparado para respirar aunque sea prematuro.

Pero no solo eso, según Borja Romero, “a largo plazo, este cortisol también podría tener graves repercusiones en el neurodesarrollo del recién nacido”, añade Borja Romero.

¿Cómo afecta el estrés a la madre?

“Hemos comprobado en otras investigaciones que el cortisol puede tener repercusiones en la propia madre, como la baja probabilidad de quedarse embarazada en un tratamiento de  reproducción asistida, o en la probabilidad de padecer depresión posparto”, señala el investigador Borja Romero. El exceso de cortisol en población general, no solamente a las mujeres embarazadas. Se ha relacionado con multitud de consecuencias negativas, como es la supresión del sistema inmunológico por ejemplo. Las propias consecuencias negativas pueden afectar a la mujer embarazada en igual medida”, añade.

Consejos para no estresarte en el embarazo

Ahora que ya sabes que el estrés puede perjudicar a tu bebé, quizás quieras saber cómo puedes controlarlo. Te damos unos cuantos consejos:

  • Descansa siempre que puedas e intenta dormir entre 7 y 8 horas diarias. Si es posible, échate una siesta en algún momento del día.
  • Haz una alimentación sana y practica ejercicio físico moderado (siempre que no esté desaconsejado por el ginecólogo). 
  • Evita el consumo de tabaco y alcohol.
  • No intentes abarcar todo. No tienes que demostrar que puedes con todo.
  • El embarazo es un momento de dudas y preocupaciones: compártelas con tu pareja, una amiga, un familiar…
  •  Delega actividades en las personas que te rodean. Sé consciente de tus propias limitaciones.
  • Organiza tu agenda en función de tus necesidades y olvídate del trabajo cuando salgas. 
  • Al final de un día de mucho trabajo, sustituye la ducha por un relajante baño.
  • Acude a las clases de preparación al parto en donde te enseñarán ejercicios de relajación. Ponlos en práctica siempre que los necesites.
  • Practicar sexo en el embarazo (si el médico no te ha dicho lo contrario) es recomendable y seguro.
  • Haz vida social: reúnete con tus amigos.
  • Escucha música, lee, o practica las aficiones que más te gustan.
  • Y, recuerda, la risa proporciona bienestar psicológico.

Efectos en la madre y en el embarazo

En un estudio realizado en la Universidad de Ohio, en Estados Unidos, en ratones se descubrió que el estrés en la gestación puede producir cambios en las bacterias presentes en la placenta y alteraciones en la inflamación y factores de crecimiento de este órgano. Un estudio realizado también por la Universidad de Granada demostró que las mujeres que sufrían depresión posparto tenían también niveles altos de cortisol en el pelo en el primer y tercer trimestre de embarazo.

 

Caridad Ruiz
Redactora experta en Salud