Bañar al recién nacido horas después mejora la lactancia

29 Abr 2020
Primer baño de recién nacido y lactancia materna

Puede parecer que no guarda relación pero tiene su sentido: retrasar el primer baño del bebé durante unas horas hace que la tasa el éxito de la lactancia materna sea mayor porque el bebé se siente "más unido" a su madre. Un estudio publicado en la revista Journal of Obstetrics, Gynecologic and Neonatal Nursing, que explica en sus conclusiones que bañar al recién nacido 12 horas después (incluso más tarde) del nacimiento mejora el enganche del bebé al pecho y la lactancia exclusiva durante la estancia del bebé en el hospital.

La investigación se realizó en el Hospital Clinic Hillcrest de Cleveland (EE.UU.) entre un millar de bebés. De ellos, 448 fueron bañados justo después del parto (los datos se recogieron entre enero y febrero de 2016); otros 548 retrasaron una horas el baño (los datos corresponden a julio y agosto de 2016). La tasa de lactancia materna exclusiva aumento del 59,8 al 68,2% en el segundo caso, entre los niños que recibieron su primer baño al menos 12 horas más tarde. Y es muy importante que la lactancia materna esté bien instaurada en los primeros días posparto.

Por qué retrasar el baño del recién nacido

Estas son algunas razones por las que los expertos piensan que el bebé responde mejor a la lactancia materna sin recibir el baño en sus primeras horas de vida:

  • Mayor contacto piel con piel: El recién nacido está sobre el pecho de su madre casi desde el primer momento (exceptuando el tiempo empleado en el corte del cordón umbilical y en el Test de Apgar). Según investigaciones realizadas por la OMS, los bebés que tienen contacto corporal con sus madres tienen más posibilidades de ser amamantados en los primeros cuatro meses de vida.
  • Se mantienen los olores del nacimiento: El olor del líquido amniótico y del seno materno pueden tener cierta similitud, lo que anima al bebé engancharse al pecho
  • Temperatura del bebé: Después del baño los recién nacidos suelen quedarse muy fríos y tardan en recuperar una temperatura que les ayude a comenzar con la lactancia.
  • Rebajar el cansancio: Se ha comprobado que tras el baño los bebés están muy cansados. Acumulan el estrés del parto con una nueva y desconocida experiencia, el baño. Toda esa energía la van a necesitar para empezar a mamar, cosa nada sencilla al principio.

En el Hospital Clinic Hillcrest de Cleveland han modificado sus primeros cuidados del recién nacido. Si la madre está de acuerdo, el bebé pasará 12 horas o más con su vérnix intacta sobre la piel. Y si la madre se niega, la matrona o enfermera le pedirá que al menos retrasen el baño dos horas para que el primer contacto madre-hijo sea más productivo de cara a la lactancia.

La "hora sagrada" es más eficaz

La llamada "hora sagrada" es más eficaz sin baño del bebé porque aumentan las posibilidades de que el pequeño comience la lactancia de manera espontánea al sentirse más cómodo y relajado. Y además, la OMS recomienda dejar unas horas en la piel del recién nacido esa capa grasa (la vérnix) que le ha protegido la piel del líquido amniótico durante el embarazo.

 

Carmen Arnanz
Redactora experta en Salud