Descubierto un nuevo tipo de contracciones úteroplacentarias

10 Jun 2020
Nuevas contracciones útero-placentarias

Un equipo de investigadores de la Universidad británica de Nottingham ha descubierto un nuevo tipo de contracciones en la embarazada. Se trata de ciertas contracciones úteroplacentarias, identificadas al estudiar a 47 mujeres gestantes en las que se analizaba la circulación de la sangre en el útero y la placenta para averiguar los mecanismos de la preeclampsia (tensión alta en el embarazo).

Los expertos han logrado detectar estas nuevas contracciones mediante resonancia magnética, al identificar un bombeo útero-placentario desconocido hasta el momento. Lo que se estudiaba en primera instancia era la circulación sanguínea entre útero y placenta en el embarazo sano y en la gestación con síntomas de preeclampsia, una de las principales complicaciones del embarazo. Las alteraciones del flujo sanguíneo en ambos órganos "puede producir preeclampsia", según afirman los especialistas en un comunicado.

Cómo es la circulación entre útero y placenta

En el estudio, que acaba de publicarse en la revista científica Plos One, los autores indican que el citado bombeo entre útero y placenta “implica contracciones” de ambos órganos: de la placenta y de zona de la pared del útero a la que se adhiere. Aún se desconoce para qué sirven estas nuevas contracciones, lo que será objeto de nuevos estudios. Los expertos creen que pueden ser útiles para evitar que la sangre se quede estancada en ciertas regiones de la placenta.

La nuevas contracciones son diferentes a las ya conocidas, como las contracciones de Braxton-Hicks (o preparatorias del músculo uterino) o las contracciones de parto. Según lo investigadores, al analizar la circulación sanguínea del útero y la placenta en 34 embarazos sanos y 13 diagnosticados con preeclampsia, se ha visto que en las gestaciones saludables el flujo sanguíneo entre útero y placenta es muy lento, mucho más de lo que cabría esperar.

Sin embargo, en las gestaciones con preeclampsia se ha visto que el patrón de circulación sanguínea útero-placentaria era "mucho más variable", lo que puede explicar que los bebés que sufren esta alteración durante su gestación suelen ser más pequeños para su edad gestacional, y además tienen más riesgo de nacer antes de tiempo.

Estudio de la placenta, todo un reto

Una de las autoras del estudio Penny Gowland, indica que la resonancia magnética se revela como "una herramienta muy eficaz para el estudio de la placenta" especialmente si la madre padece tensión alta en su embarazo. Este órgano es aún un misterio para los ginecólogos, dado que es difícil de controlar durante la gestación.

 

Carmen Arnanz
Redactora experta en Salud