Que no te falte vitamina D en tu embarazo

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vitamina D en el embarazo
10 Feb 2017

La vitamina D interviene en el metabolismo del calcio y fósforo. Su administración con la dieta precisa de su activación posterior en la piel a través de la luz del día. En un país como España con muchas horas de luz solar, es extraño pensar que pueda existir déficit de vitamina D. Pero en contra de toda lógica, se ha demostrado que existe una gran prevalencia de déficit de vitamina D en nuestro país.

En mujeres embarazadas, este déficit de vitamina D se ha estimado en un 27% en un estudio realizado en el norte de España. Este porcentaje aumenta en dos casos: tener menos de 25 años y padecer obesidad. El déficit de vitamina D se ha relacionado -en el ámbito de la reproducción asistida- con una disminución de la tasa de implantación de embriones y, por tanto, de consecución de embarazo.

La vitamina D en la embarazada

Hoy suscita gran interés en el mundo científico la posible influencia del déficit de vitamina D sobre el embarazo:

  • Existe cierta evidencia de que su déficit puede favorecer el desarrollo de enfermedades en el embarazo como hipertensión y diabetes gestacional.
  • Sobre el bebé podría desencadenar defectos de crecimiento fetal y ser un factor de riesgo para parto prematuro.

Cuál es el tratamiento en gestantes

No obstante, en poblaciones consideradas de riesgo, o en aquellas en las que se detecte este déficit de vitamina D por cualquier causa, se recomienda su tratamiento. Para tratar el déficit de vitamina D existen complejos multivitamínicos que contienen cantidades convenientes para embarazadas. En el caso de un déficit importante, puede emplearse vitamina D como fármaco aislado que habitualmente se administra en un vehículo aceitoso, en forma de gotas.

Además de su suplementación en los casos necesarios, debe de recomendarse la ingesta de productos lácteos, que son los principales alimentos que contienen vitamina D. Además de una ingesta adecuada, es preciso exponerse a la luz solar.  En teoría, una exposición de unos 10 a 15 minutos diarios de manos y la cara serían suficientes para conseguir un nivel adecuado.