Síndrome de piernas inquietas en el embarazo

Es un síntoma del embarazo provocado por la falta de hierro

El síndrome de piernas inquietas es un síntoma del embarazo más frecuente de lo que parece, aunque muy desconocido. Al acostarse, la mujer embarazada empieza a notar algunas sensaciones bastante anómalas en sus dos piernas: inquietud, incomodidad, malestar, hormigueo, pinchazos… y siente la necesidad de mover las piernas o de levantarse y caminar. Con esta desazón es difícil conciliar el sueño y dormir bien. Con la ayuda de la Dra. Celia García Malo, neuróloga experta en medicina del sueño, codirectora de Centro Integral de Sueño y Neurociencias CISNe, te contamos las causas de este molesto síntoma del embarazo y qué hacer para aliviarte.

El síndrome de piernas inquietas aparece al acostarte por la noche


síndrome de piernas inquietas, síntoma del embarazo

Cuando la embarazada se acuesta por la noche, siente que necesita mover sus piernas o caminar. Por eso, es frecuente que además de sufrir el síndrome de piernas inquietas padezca otros trastornos relacionados con el sueño, como dificultad para coger el sueño y mantenerlo o mala calidad del mismo. “Es una enfermedad cuyos síntomas siguen lo que se denomina patrón circadiano, apareciendo o empeorando los síntomas en la tarde-noche”, nos comenta la doctora García Malo. 

El ciclo circadiano es una especie de "reloj" que existe en nuestro cerebro, que le indica a tu organismo en un intervalo que dura 24 horas cuándo debe realizar algunas funciones biológicas para que pueda seguir adelante, como dormir.

¿Cuáles son las causas del síndrome de piernas inquietas (SPI)?

“El factor que más claramente se ha relacionado con el riesgo de padecer esta enfermedad es el déficit de hierro o ferropenia. En las personas que sufren SPI existe un problema en la captación de hierro en determinadas regiones cerebrales, y este hecho se puede ver agravado en circunstancias en que el hierro “general” o sistémico también se encuentra más bajo.

Existen múltiples factores por los que una persona puede tener los niveles de hierro más bajos. El déficit de hierro es más frecuente entre mujeres, ya que la menstruación, el embarazo y la lactancia favorecen las pérdidas de hierro. Los embarazos se consideran un periodo de riesgo para desarrollar o para el empeoramiento de SPI por el déficit de hierro. El riesgo se incrementa a lo largo del embarazo, siendo el más alto en el tercer trimestre. También es mayor a mayor número de embarazos: el riesgo de padecer SPI con el segundo embarazo es casi 2 veces mayor, tras dos embarazos tres veces mayor y tras tres o más embarazos 3.5 veces mayor”.

Dra. Celia García Malo, neuróloga experta en medicina del sueño, codirectora de Centro Integral de Sueño y Neurociencias CISNe

síndrome de piernas inquietas, síntoma del embarazo

¿Cómo se diagnostica el síndrome de piernas inquietas?


Normalmente, cuando la mujer cuenta sus síntomas, el neurólogo realiza el diagnóstico. Pero si existen algunas dudas, puede recomendar un electromiograma (no está contraindicado en el embarazo), y un estudio del sueño. Además de realizar una analítica para comprobar los niveles de hierro.

¿Cómo dormir si tengo síndrome de piernas inquietas?

Para poder tratar el síndrome de piernas inquietas en el embarazo, si la mujer tiene bajos niveles de hierro el médico te indicará suplementos para poder reponerlos.

En el embarazo son necesarios algunos suplementos, como el ácido fólico. La Dra. Diana Cuenca te explica por qué.

Pero además existen otras medidas que te pueden ayudar a descansar mejor:

  • Evitar bebidas estimulantes como la cafeína.
  • El tabaco es otro estimulante. Fumar es muy perjudicial para tu embarazo y tu bebé.
  • Mantén una adecuada higiene del sueño.
  • Realizar ejercicio físico moderado de forma regular.
  • También te ayudará darte masajes o baños de agua fría en las piernas

¿El síndrome de piernas inquietas se quita tras el parto?

Según nos comenta la Dra. Celia García Malo, tras el parto, “los síntomas del síndrome de piernas inquietas pueden mejorar, pero en algunas mujeres la enfermedad persiste. Por esta estrecha relación con el metabolismo del hierro, es posible que si a lo largo de la vida los niveles de hierro vuelven a bajar puedan reaparecer los síntomas”. ​​​​

Caridad Ruiz
Redactora experta en salud