En qué semana es recomendable inducir el parto

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Inducción al parto: cuándo y cómo
04 Nov 2019

Muchas mujeres embarazadas alcanzan la semana 41 o incluso la semana 42 de gestación desde su fecha de última regla y se enfrentan al dilema de inducir su parto o continuar el embarazo, esperando su inicio espontáneo. Y es que sobrepasar la semana 42 de gestación ocurre hasta en un 7% de todas las embarazadas.

Tradicionalmente en la gran mayoría de las maternidades, la inducción de parto se recomendaba a partir de la semana 41 de gestación sin sobrepasar la semana 42. Los controles que deben realizarse hasta alcanzar dicho momento son variables, aunque las recomendaciones nacionales indican un control cada 48-72 horas para conocer el estado fetal a partir de la semana 41.  

Beneficios probados de inducir el parto

El porqué de estas recomendaciones se basa en diferentes estudios publicados en las últimas dos décadas que compararon los resultados obtenidos entre embarazados inducidos frente a los que se ofertaba una actitud expectante (la embarazada esperaba ponerse de parto de forma espontánea). Los beneficios que han sido confirmados y demostrados hasta la fecha en la inducción electiva de la gestación son:

  • Disminución de la tasa de cesárea 
  • Menor probabilidad de presentar durante la dilatación líquido meconial (o "aguas teñidas")
  • Menor incidencia de macrosomía fetal (o fetos grandes
  • Se evita aparición de una distocia de hombros en la fase expulsiva del parto

Si bien los resultados que se han manejado para estas recomendaciones se basan en múltiples estudios realizados comparando inducciones en las semanas 39-40 frente a inducción en semana 41, escasos estudios han comparado estos mismos resultados de la inducción electiva en semana 41 frente a la semana 42.

Estos resultados se han reproducido de igual forma cuando se compara la inducción en la semana 41 frente a provocar el parto en la semana 42. No obstante estos últimos estudios han sido criticados por su número escaso de pacientes, un dato importante que puede sesgar los resultados obtenidos.

El interés de los estudios que tratan de comparar los resultados de la inducción frente a la actitud expectante  (embarazadas a las que no se induce el parto) es conocer el efecto que la prolongación del embarazo puede tener en la mortalidad fetal. Aunque los estudios de forma individualizada no han generado una evidencia ni a favor ni en contra, cuando se realiza un análisis conjunto de los estudios publicados, parece concluirse que el manejo activo (es decir, inducir el parto) disminuye la tasa de mortalidad fetal.

Ensayo clínico sueco, cancelado

Estos hallazgos se encuentran de actualidad puesto que recientemente se ha dado a conocer la existencia de un ensayo clínico que se llevaba a cabo en Suecia comparando si la inducción electiva en semana 41 tenía resultados superiores en términos maternos y fetales frente a la inducción electiva en la semana 42. Los análisis intermedios realizados en este tipo de estudios y que son obligatorios en todo ensayo clínico han obligado a la paralización del ensayo clínico al haber acontecido seis muertes fetales en el grupo de pacientes de actitud expectante. Tras los análisis estadísticos correspondientes, no se establece que esta mortalidad pueda ser explicada simplemente por azar y por lo tanto se ha suspendido el ensayo en curso.

A día de hoy y con los datos científicos revisados, una mujer embarazada debe de conocer los beneficios que se han asociado a la inducción electiva y los riesgos que puede conllevar la actitud expectante para así poder tomar la decisión de qué hacer, de forma informada y consensuada con su obstetra.

Qué se considera un embarazo a término

Un embarazo se considera “a término” entre la semana 37 y 42 de gestación. Antes de estas semanas se considera un embarazo “pretérmino” y tras esas semanas se considera “postérmino”. La fecha probable de parto o el conocido momento en el que una embarazada sale de cuentas es la semana 40 de gestación.

 

Dra. Diana Cuenca
Especialista en Ginecología y Obstetricia del Hospital de Torrejón de Ardoz (Madrid)