Parto: ¿Funciona la “walking” epidural y la analgesia inhalatoria?

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parto y epidural
18 Dic 2014

Todas las mujeres tenemos claro que un parto, tanto las contracciones como la salida de la cabeza de nuestros bebés, es doloroso. En mayor o menor medida, pero al fin y al cabo duele. Por dicho motivo, la Medicina ha intentado ir más allá, disminuyendo ese dolor. De este modo surgieron los múltiples tipos de anestesias y analgesias, desde la anestesia general, pasando a la más común de todas que es la analgesia epidural. Gracias a ella, millones de mujeres han podido disfrutar de su parto, aunque en las algunas ocasiones no es tan efectiva como desearíamos y el dolor no se mitiga completamente. Pero como la cultura de la sociedad se va modificando paulatinamente, se está tendiendo a una naturalización del parto, intentando ser lo menos intervencionista posible. Por lo que algunas mujeres prefieren intentar un parto sin epidural, mediante la relajación muscular y la respiración, al igual que utilizando métodos y medicación paliativa del dolor. No obstante, están surgiendo, también, técnicas anestésicas para permitir que la mujer sea mucho más participativa en el parto y que incluso puede controlar la analgesia que recibe. Como solución a estas vertientes aparecen nuevos tipos de analgesias del parto como son el "walking" epidural y la analgesia inhalatoria.

 

Cómo dilatar caminando con menos dolor.
La "walking" epidural es la técnica que permite, obteniendo buenos niveles analgésicos en el parto, que la paciente se levante, camine o se pueda sentar en un sillón, durante la primera fase del parto. De este modo se consigue niveles muy altos de satisfacción y, según los diferentes estudios sobre la misma, partos más cortos con expulsivos más rápidos y mejores índices de frecuencia cardiaca fetal. Si bien es cierto, que puede producirse caídas de la embarazada por cuadros de hipotensión o aturdimiento, pérdida de la capacidad motora y de la sensibilidad propioceptiva de las piernas, por lo que se requiere un control muy estricto tanto por parte del familiar que acompañe a la parturienta como del personal sanitario.

Mascarilla con sustancias anestésicas.
Por otro lado, la analgesia inhalatoria permite, mediante una mascarilla autodosificadora, inspirar concentraciones subanestésicas de agentes, como el óxido nitroso. La madre es la propia persona que controla la administración, por lo que debe comenzar a respirar despacio y profundamente en la mascarilla al iniciarse la contracción hasta su finalización, produciéndose el efecto analgésico a los 50 segundos de iniciar.

Pero como cualquier medicina, puede tener efectos secundarios en la futura madre, como son: náuseas, mareos, vómitos o sequedad de boca; no pudiéndose emplear en aquellas mujeres que padezcan determinadas patologías como son: infecciones de oídos, sinusitis, enfermedad pulmonar obstructiva, epilepsia, hipertensión intracraneal y alteraciones del nivel de conciencia. El empleo del óxido nitroso al 50 por ciento, con finalidad analgésica durante el parto, se presenta como una técnica segura y con pocos efectos secundarios.

Sin embargo, no podemos olvidar, que es aconsejable la monitorización de la saturación de oxígeno en la mujer durante el parto. Aunque se emplee la analgesia inhalatoria, en caso de precisar la realización y sutura de episiotomía, se aconseja la administración de algún anestésico local.

Gracias al momento de la Medicina en el que vivimos podemos disponer, a nuestro alcance, de múltiples ayudas para disfrutar de la llegada de nuestro bebé al mundo. Sé feliz, porque el parto, tu parto, es el momento más especial de tu vida.