Michel Odent: “Contemplad la luna, evitad leer libros serios sobre el parto”

Según el obstetra, la mujer que está dando a luz no necesita ayuda

El doctor Michel Odent reflexiona en su último libro sobre la forma de nacer del ser humano, cada vez más dependiente de la Medicina y se pregunta si necesitaremos matronas en el futuro. “¿Necesitamos matronas?” es precisamente el título del libro, en el que el obstetra francés (considerado por muchos, muy a pesar suyo, como "padre" de parto natural) se pregunta hasta qué punto influirá el parto moderno en la evolución de nuestra especie. Y ¿qué es lo que recomienda el doctor Odent a las mujeres que van a ser madres? Justo lo contrario: que contemplen la luna, que escuchen su música favorita y que no lean libros serios sobre el parto…

Comadronas: libro de Michel Odent

Usted vaticina en su nuevo libro, que el oficio de matrona “morirá” ante el auge de las cesáreas, ¿qué podemos hacer para que las comadronas sigan siendo necesarias?

Debemos empezar a descubrir que la mujer que está dando a luz no necesita ayuda. Lo que sí necesita es protección contra los efectos del lenguaje verbal [conversaciones en la sala de parto que la distraen y estimulan, por ejemplo], de la iluminación, de todo lo que puede estimular su atención.

“Las mujeres están perdiendo su capacidad para dar a luz y amamantar a sus hijos”, ¿cómo revertir esta tendencia que usted anticipa?

En primer lugar, hay que empezar a redescubrir las necesidades de la mujer que da a luz. Hay una continuidad psicológica entre el parto y la lactancia. Entre los seres humanos que crean ambientes culturales muy adaptados al parto; las excepciones anecdóticas no son suficientes para poner en tela de juicio o cuestionar las reglas generales.

¿Por qué hemos perdido las mujeres la confianza en nosotras mismas para dar a luz y amamantar? ¿Quizá por el miedo al dolor?

Cómo tener un parto fácil

En un “best-seller” escrito hace varios miles de años, se encuentran entre las primeras páginas los efectos negativos del “consumo de los frutos del Árbol de la Ciencia” [se refiere a la Biblia]. Unas líneas más abajo se lee que se condena al ser humano a sufrir un parto difícil. Esa asociación (del nacimiento y el dolor) es tanto más significativa porque hoy los medios de información se han multiplicado. Vivimos abrumados por los frutos del Árbol de la Ciencia…

¿Hasta qué punto influye el hecho de ser bípedos en que nos cueste más dar a luz que a otras especies?

Existen mujeres que no tienen ningún tipo de morfologías especial (en la pelvis y canal del parto) que dan a luz sin ninguna dificultad, incluso alguna antes de darse cuenta de que están en trabajo de parto. También hay casos de adolescentes embarazadas que han dado en un servicio en cuestión de minutos, después de haber escondido una gestación, a veces sin diagnosticar.

Estos hechos aislados nos sugieren que la dificultad mayor para los nacimientos en los humanos no tiene que ver con la forma del cuerpo sino con el llamado reflejo de eyección fetal, muy raro de ver en “partos socializados” de la mujer moderna y civilizada. Cuando este reflejo de eyección de da verdaderamente, la mayoría de los bebés nacen con sus membranas y bolsa amniótica intactas, son los llamados partos velados.

Y este reflejo exige que la mujer pierda su control neocortical: puede comportarse de forma inadecuada, gritando, mordiendo a su matrona, diciendo tonterías, por ejemplo… Puede parecer un ser “de otro planeta”; además, adopta posturas cuadrúpedas extrañas, como mamífero que es. Todo esto es muy difícil que suceda en nuestros partos modernos, en los que esta pérdida de control neocortical está muy inhibida.

¿Qué cambiaría de las matronas del siglo XXI?

Habría que empezar por el principio, es decir, por la forma en que se seleccionan las futuras matronas en los centros de formación. Podemos imaginar que los principales criterios consistirían en tener una experiencia positiva del parto… ¡y en la capacidad para hacer punto en silencio!

Libro sobre matrona de Michel Odent

Precisamente esa es la imagen de la portada del libro: una matrona haciendo punto tranquilamente, ¿qué simboliza?

Es más que un detalle : diversos estudios han demostrado los efectos psicológicos de tareas repetitivas, como hacer punto, en situaciones estresantes. De ahí podemos deducir que las tareas repetitivas son muy eficaces para reducir la tensión.

¿Y por qué es importante la tranquilidad en el parto? Porque el nivel de adrenalina liberado por una matrona en el lugar donde la mujer da a luz es importante: esa adrenalina se transmite fácilmente a la mujer que está en trabajo de partoeste punto es demostrable­­­ científicamente. Al subir la adrenalina en la parturienta, sus niveles de oxitocina bajan y el parto se vuelve más largo y difícil.

Insiste en que tenemos que cambiar la forma de nacer para que la sociedad cambie, ¿tanto influye?

Pueden usted y sus lectores consultar nuestro banco de datos, en inglés,  www.primalhealthresearch.com,  a partir de palabras clave como asma, autismo, alergias, etc.

La base de datos del doctor Odent ofrece información sobre investigaciones que relacionan la forma de nacer y de alimentarse en la primera infancia con problemas de salud de niños o adolescente. Por ejemplo, al teclear la palabra clave “autismo” en el banco de datos, aparece un listado de estudios de diversas universidades que relacionan la anestesia, los partos instrumentales o determinadas formas de inducción al parto con casos de autismo.

¿Cómo se imagina los embarazos y partos del futuro, muy medicalizados, todos por cesárera?

Si conociera las respuestas a sus preguntas no utilizaría tanto los puntos de interrogación en mis escritos…

¿Qué le aconseja a nuestras lectoras, mujeres que van a dar a luz en breve?

Les diría: “Contemplad la luna, escuchad la música que os gusta, evitad leer libros serios, y en particular aquellos que se refieren al parto y al nacimiento”.

Muchas veces la embarazada no controla lo que pasa en el paritorio. Aun así, ¿recomienda hacer un plan de parto y entregarlo en el hospital?

Debemos evitar enfocar el nacimiento desde nuestros prejuicios.  Lo que ocurre rara vez acontece siguiendo un guión predeterminado. Un plan de parto muy preciso provoca las sonrisas de los profesionales… o llega a irritarlos. En el dominio de la sexualidad, hay que aceptar los imprevistos. El ser humano es muy adaptable; el ámbito cultural tiene la capacidad de compensar las carencias. En nuestra especie hay que introducir siempre una dimensión colectiva. No debemos preocuparnos por un bebé particular que no ha nacido tal y como su madre lo había imaginado. Lo que tenemos que hacer es hacernos preguntas como “¿Cuál es el futuro de una Humanidad nacida por medio de cesáreas?” o bien “¿Qué futuro tiene una Humanidad que nació medicada? ''.

¿Cómo puede intuir una mujer embarazada que una cesárea no es necesaria?

Cuando eso sucede en un hospital donde las tasas de cesáreas antes del parto son muy elevadas.

¿Y en el caso de las episiotomías?

La necesidad de episiotomías  (o incisión que se practica en el periné para agrandar el canal del parto) aumenta cuando la mujer pare de espaldas y se siente observada por dos o tres personas.

Denos algún consejo para no tirar la toalla cuando la lactancia se pone difícil.

Soy un estudiante interdisciplinar de la naturaleza humana. Transmito con mucho gusto lo que voy aprendiendo, pero evito dar consejos precisos. Hay que adaptarse siempre al caso particular.

¿Cómo se imagina un parto ideal?

Nunca asocio la palabra “parto” con la palabra “ideal”…

Carmen Arnanz
Redactora experta en Salud