Cuando el padre experimenta los síntomas del embarazo

El síndrome de Couvade afecta a 1 de cada 10 hombres

Náuseas, vómitos, pérdida del apetito y un aumento de peso progresivo. Son claros síntomas del embarazo… pero no solo de la mujer. Un 10% de los hombres también los manifiestan. Es lo que se llama síndrome de Couvade. Y de este trastorno hemos hablado con Ángela Rodríguez psicóloga perinatal.

Más frecuente en padres primerizos y sensibles 


Cuando el padre sufre los síntomas del embarazo

“El síndrome de la Couvade es la aparición de síntomas propios del embarazo en el hombre mientras su mujer está embarazada”, explica.

Es probable que los más escépticos lleguen a pensar que se trata de algo que ocurre a unos pocos, pero los datos no dicen eso. “La manifestación de algunos síntomas es de un 10% y oscila 25-60% cuando el embarazo es de riesgo o gemelar, porque hay mayor inquietud y temor ante el nacimiento del bebé”, informa la psicóloga. En 2013 investigadores polacos estudiaron a 143 futuros padres y se encontraron con que el 72% experimentó al menos un síntoma de la gestación.

Suelen empezar a aparecer a partir del tercer mes de gestación y acentuarse al final en el tercer trimestre. Y es más frecuente en los padres primerizos, “porque la primera gestación es la primera transición a la parentalidad”, explica la psicóloga perinatal.

En esa primera gestación “los padres y madres experimentan mayor inseguridad y es un proceso de mayor intensidad emocional”. También se da con mayor frecuencia en varones más sensibles y afectivos. “Suelen mimetizar de forma inconsciente los síntomas de embarazo de su mujer ”, añade la psicóloga.

¿Cuáles son los síntomas del síndrome de Couvade?


Los síntomas, señales o signos de embarazo son muy similares a los de las embarazadas. Se considera que el hombre tiene el síndrome de Couvade cuando presenta al menos cinco de estos síntomas, según explica la especialista:

  • Náuseas
  • Vómitos
  • Mayor sensibilidad e irritabilidad
  • Antojos
  • Aumento de peso
  • Cansancio
  • Calambres en las piernas

Miedo ante el nuevo papel de padre


Detrás de esos síntomas se encuentran el miedo, la ansiedad, el estrés. Hay que tener presente que el hombre en las 40 semanas que dura la gestación no está libre de los mismos temores que siente la mujer. Pero ese miedo… ¿Cómo se traduce en las náuseas, los vómitos, la ganancia de peso en el futuro padre?

Síntomas de embarazo del padre

¿Qué miedos siente el futuro padre?

“Es una respuesta de adaptación al nuevo rol que le espera, también un exceso de empatía con la mujer o, incluso, envidia ante la capacidad de gestar que tiene la pareja, 

Sus miedos son por el bebé, si va a nacer sano; por su mujer, y cómo vive ella la gestación; pero, también, por él mismo, si va a ser capaz de asumir el nuevo rol paterno.

La ansiedad y el estrés causan la caída en los niveles de testosterona que a su vez intervienen en la aparición de estos síntomas. Para nosotros son disparadores de aparición de síntomas, que los potencia".

Ángela Rodríguez psicóloga perinatal.

Sentimientos y emociones "silenciados"

A ese temor, hay que sumarle que los varones, por factores culturales, no suelen expresar sus sentimientos, y más en el embarazo “un proceso que está centrado solo en la mujer”. Por eso ellos lo viven como si no tuviesen derecho a decir cuáles son sus emociones.

Por otra parte, hoy hay una tendencia hacia la parentalidad igualitaria “que ha permitido la inclusión del padre en todo el proceso del embarazo. Ahora hay padres más conscientes y sensibles de todos los procesos físicos y emocionales que implica el ser padre”, nos dice la experta. Esa mayor implicación podría favorecer la aparición de estos síntomas, sobre todo si no se expresan los miedos y las dudas.

Cambian los niveles hormonales del hombre 


Síntomas hormonales de embarazo en el padre

Pero quien piense que se trata de algo meramente psicológico está equivocado. De la misma forma que la mujer sufre toda una revolución hormonal, el organismo de los futuros padres que experimentan el síndrome de Couvade experimentan cambios hormonales, como una caída en los niveles de testosterona, la hormona masculina, y al mismo tiempo “un aumento de estrógeno y prolactina”, explica Ángela Rodríguez.

Recuerda que el estrógeno es una hormona que en el embarazo segrega la placenta y se encarga de que el cuerpo de la mujer se adapte al embarazo. La prolactina por su parte estimula la producción de leche en el pecho para luego alimentar al bebé. Esto quiere decir que “el hombre pasa por un embarazo psíquico”, que se refleja en una serie de cambios fisiológicos, que, desde luego, son imposibles de fingir.

“La expresión de las emociones siempre puede mitigar los síntomas. Que exprese sus miedos, sus dudas”, explica la psicóloga. En este sentido, es fundamental fomentar la comunicación con la pareja, y hacerle partícipe de la paternidad, de forma que ambos sean los que tomen las decisiones en lo que respecta al embarazo, el parto y la crianza del bebé.

Cómo actuar cuando el padre tiene síntomas


Si a pesar de todo el futuro padre no logra desprenderse de la angustia, se puede solicitar el apoyo de un especialista como los psicólogos perinatales“En la consulta, recibimos a la pareja o a él solo, como quiera, y tratamos de normalizar que ellos puedan experimentar miedos y preocupaciones y que lo expresen”, nos comenta Ángela Rodríguez. “Cuesta pensar que el hombre tenga un embarazo psíquico y, de hecho, todo se centra en la maternidad, pero la paternidad también está ahí. Debe entender que es normal lo que siente y, por su parte,  la pareja debe comprenderle”.

síntomas embarazo del padre

 Síndrome de Couvade, no tan nuevo


La palabra "couvade" procede del francés y significa “incubar”. Fue en 1865 cuando un antropólogo francés empleó esta palabra para describir costumbres ante la llegada de un bebé en la Antigua Grecia y en comunidades primitivas. “Eran rituales de transición a la parentalidad”, explica Ángela Rodríguez. En estos ritos, el varón imitaba los dolores de parto de la mujer, incluso se metía en la cama y no realizaba ningún trabajo físico.

 

Caridad Ruiz
Redactora experta en Salud