Por qué la leche materna es un "alimento inteligente" para tu bebé

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Por qué la leche materna es el mejor alimento
07 Sep 2018

La leche materna es el mejor alimento para el lactante, ya que está diseñado específicamente para él, y de forma perfecta. Además de contener todos los nutrientes necesarios para su adecuado crecimiento, tiene en su composición otros múltiples elementos necesarios para favorecer y proteger su salud desde el primer día, como inmunoglobulinas, bacterias beneficiosas…

Como podéis ver, la leche materna es un fluido vivo y dinámico, un “alimento inteligente”, capaz de adaptarse en cada momento a las necesidades específicas del lactante, y cada día descubrimos más cosas sobre ella y los beneficios que aporta.

La leche materna cambia de composición

Una de las características más fascinantes de la lactancia materna es su capacidad de cambio permanente. La leche materna es diferente y específica en cada momento de la vida del lactante. Es diferente entre distintas madres, pero también la leche materna va cambiando en la misma madre a lo largo de toda la lactancia, y aún más, durante la misma toma. Es un fluido vivo y fascinante.

Profundizando un poco en esta afirmación, existen varios estudios que ponen de manifiesto la diferente composición de la leche materna entre diferentes madres (lo que se llama variación interindividual).

La leche de cada madre tiene una impronta característica, como por ejemplo en su composición bacteriana, ya que la microbiota de cada individuo es única, a modo de huella dactilar, y eso se refleja también en la leche materna. También hay variaciones en la composición de micronutrientes, anticuerpos…

Un paso más: la leche de una misma mujer va cambiando a lo largo del periodo de lactancia (variación intraindividual). No tiene las mismas necesidades nutricionales, ni cualitativas ni cuantitativas, un recién nacido que un bebé de seis meses, y la leche materna tiene la capacidad de ir cambiando para adaptarse a esas necesidades.

Del calostro a la leche madura

  • La leche materna de los primeros días (también llamada calostro), es más rica en inmunoglobulinas, lactoferrina y proteínas, y tiene una mayor densidad (más calorías en menor volumen). El recién nacido necesita más calidad que cantidad y precisa defensas adecuadas para adaptarse a la vida extrauterina. Por eso realiza tomas frecuentes y de escasa cantidad, al ser aún su estómago muy pequeño.
  • También se ha demostrado que en bebés prematuros, la leche materna de la madre también tiene unas características propias, con mayor cantidad de proteínas y factores inmunológicos, ya que los requerimientos de ellos en estos niños son aún mayores.
  • Unos días más tarde, la leche se va haciendo más nutritiva, más grasa y menos concentrada, hasta llegar finalmente a la que se denomina leche madura, con los nutrientes esenciales para el adecuado crecimiento y desarrollo del bebe en cada etapa.

Importante: durante cada toma, la leche va cambiando

Y finalmente nos referirnos al cambio de la leche materna durante una misma toma del bebé:

  • Al comienzo de la toma, la leche tiene una mayor composición de agua, lactosa y componentes hidrosolubles, y al final de la toma, la leche es más grasa.
  • Es decir, que el principio de la leche es más hidratante y al final de la toma más saciante y nutritiva.
  • Por esto es importante que mantengamos al bebé en el mismo pecho hasta que esté saciado, para que se beneficie de todo el aporte nutricional de una toma completa.
Dra. Elisa García
Ginecóloga del Hospital Clínico San Carlos de Madrid