Los 1000 días del desarrollo óptimo del bebé

Nutrientes esenciales en el embarazo y la lactancia

Te invitamos a conocer los nutrientes clave para el desarrollo óptimo del bebé en sus primeros 1000 días de vida, desde la concepción y hasta la lactancia prolongada (que sobrepasa los dos años de vida del niño).

Nutrientes para el desarrollo óptimo del bebé

Entre los nutrientes que son fundamentales para el adecuado desarrollo del niño -desde antes de la concepción, pasando por el desarrollo fetal, neonatal y durante los dos primeros años de lactancia- destacamos los siguientes: vitamina B9 (o ácido fólico), B6, B12 , vitamina D, el yodo, el hierro, el zinc, los ácidos grasos DHA y la colina.

1. Ácido fólico: Reduce el riesgo de defectos de cierre del tubo neural

2. Colina: Arquitectura cerebral y salud placentaria

3. Hierro: Esencial para el desarrollo del cerebro

4. Yodo: Clave para el desarrollo neurológico del niño

5. Omega 3: Desarrollo cerebral y visual

6. Vitamina D: Mineralización ósea y sistema inmune

7. Vitaminas B12 y B6: Nutrientes cruciales para el bebé

8. Zinc: Crecimiento y salud del sistema inmune

Alimentación materna, la base de la salud


Una correcta nutrición durante el embarazo y la lactancia representa un importante desafío para todos. Para la futura mamá, para los ginecólogos que seguimos su embarazo, y para toda la sociedad. La razón es que su salud y la del niño, tanto dentro del útero, como al nacimiento e incluso en su vida adulta, dependen en gran medida de la alimentación materna.

Durante el embarazo, aumentan las necesidades de la mayoría de los nutrientes, ya que se trata de un proceso que requiere una gran actividad metabólica debido a la continua formación y crecimiento de millones de células, que formaran los órganos y sistemas del nuevo ser, y a los cambios fisiológicos que se producen en el propio organismo de la futura mamá.

Desarrollo óptimo del niño: desde la concepción a la lactancia

Si la dieta de la madre tiene carencias...


En numerosas ocasiones, la dieta materna no es capaz de cubrir todas estas necesidades nutricionales, y aparecen estados carenciales peligrosos tanto para la salud materna como para el desarrollo del feto e incluso para los resultados perinatales (o salud del bebé). 

El desarrollo embrionario, "periodo crítico"

Además de los nutrientes energéticos que todos conocemos (hidratos de carbono, lípidos y proteínas), debemos prestar un enfoque especial a los nutrientes no energéticos, representados fundamentalmente por las vitaminas y minerales, que desempeñan funciones de vital importancia en nuestro organismo. El hecho de que exista deficiencia de alguno de estos nutrientes en determinados periodos críticos de la vida puede desencadenar importantes problemas para la salud.

Dieta de la embarazada con carencias nutricionales

Por qué primeras 10 semanas de gestación son tan importantes


Durante las 10 primeras semanas de embarazo, contando desde la última menstruación, tiene lugar el periodo de organogénesis (o formación de los órganos). Es este un periodo que hay que cuidar con mucho mimo, ya que determinados hábitos de vida -como la toma de medicación, tabaco, alcohol-, o el déficit de algunos nutrientes esenciales pueden influir negativamente en ella, pudiendo incluso causar malformaciones fetales.

Pide cita con tu ginecólogo antes del embarazo

Es por esto que es muy importante realizar una visita preconcepcional, para poder valorar el estado de salud global de la mujer, diagnosticar posibles patologías subclínicas (enfermedades que no presentan síntomas), carencias nutricionales y hábitos de vida poco saludables sobre los que podemos intervenir de manera precoz y efectiva. Si la mujer espera a quedar embarazada para comenzar con esta valoración, llegará tarde para poder tomar medidas eficaces en muchos casos.  

Desarrollo del bebé: periodos sensibles del desarrollo

Vitaminas y minerales, nutrientes fundamentales


Alimentación de la embarazada, clave para el buen desarrollo fetal

Además de los nutrientes energéticos que todos conocemos (hidratos de carbono, lípidos y proteínas), debemos prestar un enfoque especial a los nutrientes no energéticos, representados fundamentalmente por las vitaminas y minerales, que desempeñan funciones de vital importancia en nuestro organismo.

El hecho de que exista deficiencia de alguno de estos nutrientes en determinados periodos críticos de la vida puede desencadenar importantes problemas para la salud. En contraposición, diremos que también el exceso de alguno de estos nutrientes puede resultar perjudicial para la salud, por lo que debemos ingerirlos en su justa medida.

Cómo ayuda la lactancia al desarrollo óptimo


Y después del embarazo llega el periodo de lactancia. Es muy importante porque, además del gran crecimiento que el recién nacido experimentará durante sus primeros meses de vida, es preciso que complete la maduración de los principales sistemas de su organismo (sistema nervioso, sistema inmune, sistema digestivo…), y de ello dependerá su salud futura.

La leche materna es el mejor alimento posible para un recién nacido, ya que le aporta los nutrientes que necesita y en su justa medida. Para ello, la madre debe seguir una dieta adecuada y completa, ya que de su alimentación depende que no existan carencias o exceso de determinados nutrientes que puedan comprometer el crecimiento y desarrollo fetal y condicionar el riesgo a padecer determinadas enfermedades en la vida adulta.

Leche materna y desarrollo óptimo del niño en sus primeros mil días

Los seis meses de lactancia materna exclusiva

La OMS recomienda dar lactancia exclusiva durante los seis primeros meses de vida del niño, y después, prolongarla, al menos, hasta los dos años, introduciendo progresivamente la nutrición complementaria. Hay madres y niños que deciden continuar mas allá de los dos años con la lactancia materna y es a lo que denominamos lactancia prolongada.

Estudios sobre nutrición en madres


Buen desarrollo del niño: nutrientes de los primeros 1000 días

Numerosos estudios realizados en embarazadas y madres lactantes por todo el mundo muestran la asociación entre estados deficitarios en micronutrientes y anomalías congénitas, alteraciones en el desarrollo fetal y neonatal e incluso complicaciones del embarazo como preeclampsia, retraso del crecimiento intrauterino, aborto y parto prematuro, y la mejora de los resultados perinatales que proporcionan los suplementos de algunas vitaminas y minerales cuando están bien indicados.

También existe evidencia científica de que la dieta de muchas madres gestantes, a pesar de vivir en países desarrollados, con acceso a una adecuada alimentación, es deficitaria e insuficiente en dichos micronutrientes.

 

Dra. Elisa García Sánchez
Especialista en Ginecología y Obstetricia del Hospital Clínico (Madrid)