¿Qué significa el color del líquido amniótico?

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Qué significa el color de las aguas o líquido amniótico
18 Nov 2019

El color del líquido amniótico es una pregunta frecuentemente de las embarazadas en las consultas de Obstetricia, sobre todo en las últimas semanas de gestación. Dado que el líquido amniótico es mayoritariamente orina fetal, su color es transparente o con una tonalidad amarillenta

Transparente o amarillo, lo normal

Como hemos dicho, lo habitual cuando una mujer “rompe aguas” es que la salida de líquido sea transparente o ligeramente amarillo. En estos casos, aunque se recomienda ir al hospital para recibir atención médica, esta asistencia puede demorarse y no es necesario hacerlo de manera urgente. La embarazada tiene tiempo para avisar a familiares y amigos, recoger sus cosas y desplazarse hasta el centro hospitalario.

De color rosáceo, a examen

A veces el líquido amniótico en su salida puede ir teñido de rosa o con una secreción mucosa de ese tono. Habitualmente suele deberse a que han existido previamente contracciones y que las modificaciones del cuello uterino se están produciendo. Estas modificaciones cervicales llevan pequeñas pérdidas de sangre o moco que pueden teñir levemente el líquido amniótico. No obstante, debe ser valorado por una matrona u obstetra para conocer el origen exacto del mismo.

Rojo y en cantidad, valoración urgente

En otras ocasiones la pérdida de líquido amniótico lleva asociado una sangrado rojo, en cantidad similar a una menstruación. En estos casos siempre debe de buscarse asistencia sanitaria urgente para valorar y asegurar el estado de salud de la madre y del bebé.

Peligro: aguas teñidas marrones o verdosas

Por último, el líquido amniótico puede ser marrón o verdoso. Estos casos son los denominados “líquido amniótico meconial” o “líquido amniótico teñido de meconio”. Se debe a que la primera deposición del bebé se ha realizado dentro del útero materno y por lo tanto ha teñido todo el medio en el que se encontraba. Suele ser un color verde oscuro o marronáceo, y en ocasiones presentan pequeños grumos. Esta condición es bastante frecuente, y es más probable que ocurra cuanto más se prolongue el embarazo. Si el líquido amniótico es marrón o verde debe de acudirse al hospital de forma temprana para ser valorado el estado fetal. Esto se debe a que el bebé puede aspirar este líquido en el momento del nacimiento dificultando las primeras respiraciones de adaptación a la vida.

Para qué sirve la bolsa de las aguas

El líquido amniótico (o bolsa de las aguas) es el resultado del acúmulo de residuos fetales, como la propia orina y la descamación de las células de la piel del feto. Su existencia es fundamental para el desarrollo del feto y presenta diferentes funciones:

  • Su función como proporcionador del espacio suficiente para que el feto pueda mover sus músculos y huesos y de este modo permitir un desarrollo normal del aparato locomotor y sus articulaciones y de forma secundaria del sistema nervioso central.
  • Función protectora o amortiguadora, ya que rodea al feto y le protege de los traumatismos externos que pudieran afectar al útero materno.
  • El líquido amniótico evita además compresiones del cordón umbilical, ya que esta posibilidad reduciría el aporte de nutrientes y oxígeno al feto.
  • El líquido es fundamental para el desarrollo del aparato digestivo y respiratorio fetal. El feto mediante movimientos de deglución que realiza dentro del útero, traga el líquido amniótico, de modo que favorece la permeabilización de todo el tubo digestivo mientras que éste realiza el tránsito completo. De igual modo, los movimientos respiratorios que realiza el feto permiten que este líquido invada los pulmones y permita el desarrollo normal de los alvéolos pulmonares, donde -tras el nacimiento- se realizará el intercambio normal de oxígeno con la respiración.

Oligoamnios, cuando el líquido disminuye mucho

Al comienzo de la gestación este líquido es principalmente agua y electrolitos y es a partir de la semana 20 cuando el origen principal es la orina fetal. La cantidad de líquido suele ir aumentando de forma progresiva desde el inicio del embarazo, tendiendo a disminuir en las últimas semanas, coincidiendo con el embarazo a término. Esta disminución de líquido es totalmente normal y fisiológica y no suele asociar problemas. Cuando esta disminución de líquido ocurre de forma más precoz en el embarazo, o cuando es considerada muy severa, se clasifica como un oligoamnios o un anhidramnios (cuando no es posible evidenciar nada de líquido). Estos casos pueden asociar problemas fetales y deben ser cuidadosamente valorados por un obstetra.  

 

Dra. Diana Cuenca
Especialista en Ginecología y Obstetricia del Hospital de Torrejón de Ardoz (Madrid)