Para qué sirve el cordón umbilical, cómo es y complicaciones

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Para qué sirve el cordón umbilical

¿Para qué sirve el cordón umbilical? ¿Cuál es la función de ese tubo que une al feto con la placenta durante el embarazo, y por lo tanto le conecta con su madre? Se forma en las primeras semanas de gestación y su misión es fundamental para el desarrollo de tu bebé: sin el cordón umbilical tu hijo no podría recibir oxígeno procedente de la placenta y por lo tanto no podría sobrevivir. Las vueltas de cordón o los nudos son muy frecuentes y no suelen dar ningún problema, pero otras anomalías pueden ser síntoma de otras complicaciones.

¿Cómo es el cordón umbilical?

? El cordón umbilical tiene forma tubular y por su interior transcurren dos arterias y una vena, los vasos umbilicales. Por las arterias fluye la sangre encargada de transportar oxígeno, nutrientes y demás elementos necesarios para el correcto desarrollo del bebé. La vena se encarga de llevar hacia la circulación materna el dióxido de carbono y sustancias de deshecho del metabolismo fetal. 

? Tiene una longitud de unos 50 -60 cm de longitud y de 1 a 2 cm de diámetro, aunque estas medidas pueden ser muy variables.

? Su forma helicoidal le proporciona una función protectora. Las arterias, más gruesas, forman rodean en forma de espiral a la vena, que se encuentra en el centro. Estos vasos están recubiertos por una sustancia llamada gelatina de Wharton, que les protege de presiones o "aplastamientos" externos.

? La inserción del cordón en la placenta  generalmente es en el centro o muy cerca. A veces, puede insertarse en los márgenes de la placenta, denominándose inserción marginal de cordón, que pueden dar lugar a complicaciones en el embarazo.

Problemas del cordón umbilical en el embarazo

  • Vuelta de cordón. Ocurre cuando el cordón umbilical se enrolla alrededor del cuello del bebé, pudiendo tener una vuelta o más. Es muy frecuente: ocurre hasta en uno de cada cinco nacimientos. No suele presentar un problema, y se el parto vaginal se desarrolla sin complicaciones. Pero en ocasiones, si la vuelta o vueltas están apretadas, puede afectar al bienestar del bebé y tener que realizar una cesárea.
  • Bandolera de cordón. Es una situación similar a la anterior, pero en ella el cordón umbilical rodea el torso fetal, a modo de bandolera. 
  • Nudo de cordón. Como el feto y el cordón umbilical flotan en el líquido amniótico, en ocasiones este se enreda y se hace un nudo. Debido a la suficiente longitud y a la protección externa de los vasos umbilicales con su inteligente disposición y a la gelatina de Wharton, los nudos no suelen estar apretados y la sangre fluye sin dificultad, aunque en alguna muy rara ocasión, si se tensan fuertemente, la circulación se puede interrumpir, con un desenlace fatal.
  • Arteria umbilical única (AUU). Es una anomalía frecuente, presente aproximadamente en el 1% de todas las gestaciones y se trata de la ausencia de una de las arterias umbilicales, así que el cordón posee solamente una arteria y una vena. Puede asociarse a malformaciones fetales o a algunos síndromes genéticos, y a alteraciones del crecimiento fetal. Por eso, aunque generalmente estas gestaciones se desarrollan con normalidad, a la futura madre se le hace revisiones más frecuentes. 
  • Anomalías de la longitud de cordón umbilical. La longitud del cordón es muy variable, y puede oscilar entre los 30 y los 100 cm. Un cordón demasiado corto (menor a 35 cm) o muy largo puede relacionarse con numerosas complicaciones del embarazo, como alteraciones en el crecimiento del bebé, complicaciones en el parto, desprendimiento de placenta, y sufrimiento fetal, entre otras.
  • Prolapso de cordón. Cuando el cordón umbilical se encuentra por delante del feto, es decir, en contacto con el cuello del útero, por donde saldrá el bebé en el parto, y se produce una rotura prematura de la bolsa amniótica, parte del cordón puede salir a través de la vagina, dificultando mucho su circulación y pudiendo llevar a la muerte fetal en pocos minutos. Es una de las urgencias obstétricas más temidas por los que nos dedicamos a asistir partos. Afortunadamente, su frecuencia es muy baja.
  • Inserción velamentosa del cordón. Se trata de una anomalía en la inserción del cordón en la placenta. Los vasos umbilicales llegan a la membrana amniótica, y desde ahí transcurren hasta la placenta desprotegidos de tejido placentario y de la gelatina de Wharton y sin la forma en espiral. Este tipo de anomalía aumenta la probabilidad de que surjan complicaciones en el embarazo, como alteraciones del crecimiento intrauterino, parto prematuro o sufrimiento fetal, por lo que debe vigilarse especialmente la gestación y en el parto.
  • Vasa previa. Se trata del peor de los casos de inserción velamentosa de cordón, en la que la presencia de vasos fetales transcurriendo sobre las membranas amnióticas y desprotegidos cruzan el orificio del cuello uterino o están muy próximos a él. Su incidencia global es muy baja, y representan un gran peligro, ya que su rotura puede llevar a la pérdida de sangre en el en pocos minutos. Cuando se diagnostican, se programa una cesárea y se realiza antes del término de la gestación.

Ya hemos visto la importante función del cordón umbilical y para qué sirve. Hasta hace poco tiempo, estas complicaciones no se descubrían hasta el nacimiento del bebé, pero hoy  y gracias al desarrollo de la ecografía prenatal es posible diagnosticarlas con la suficiente antelación en la mayoría de los casos. Esto nos permite prevenir las eventuales complicaciones que puedan surgir, planificando el seguimiento del embarazo y el momento del parto, lo que ha mejorado enormemente la morbimortalidad del bebé y de la madre.

Elisa García
Especialista en Obstetricia y Ginecología en el Hospital Clínico San Carlos (Madrid)