¿Qué analíticas debo hacerme estando embarazada?

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analitica en el embarazo
03 May 2012

Durante la gestación, el control de la futura mamá debe ser muy exhaustivo para evitar que aparezcan pequeños problemas que sean difíciles de tratar. Dentro de la obstetricia siempre hay que intentar adelantarse a las alteraciones porque sois dos pacientes, no sólo uno.

Por consiguiente, se precisa realizar analíticas trimestrales, es decir, en una gestación de bajo riesgo sin ningún problema durante la misma, se precisarían tres extracciones de sangre.

La primera analítica se debe llevar a cabo durante las primeras semanas de embarazo; en ella se solicita un estudio general, para conocer el estado basal, incluyendo un hemograma (recuento de glóbulos rojos, blancos y plaquetas), una bioquímica (se conoce el estado hepático, colesterol, triglicéridos…, entre otros parámetros), una coagulación, un perfil tiroideo, un análisis de orina con urocultivo y la determinación del grupo sanguíneo con el Rh y el test de coombs indirecto. En este control también debe procederse a la extracción de la serología protocolizada en cada hospital.

El estudio de las hormonas tiroideas presenta una gran importancia, puesto que es un método de cribado, de detección, de mujeres jóvenes con problemas de dicha glándula, hipo o hipertiroidismos, no estudiados previamente. A su vez, la gran mayoría de suplementos alimenticios que se aconsejan en el momento actual presentan un aporte de yodo, debido a las grandes ventajas en el desarrollo fetal, si bien es cierto, que en determinadas pacientes con las alteraciones descritas previamente no se debe administra dicho elemento.

Se debe solicitar un análisis de orina en todos los trimestres, debido a la gran frecuencia de presencia de bacterias patógenas en la orina no sintomáticas, que precisan tratamiento en las mujeres embarazadas.

La importancia del factor Rh
Conocer con exactitud el grupo sanguíneo y el factor Rh es importante tanto durante los embarazos como tras episodios de abortos, gestaciones molares o ectópicas. Existen casos en los que se puede ocasionar una incompatibilidad del Rh con la pareja. Si tú como embarazada presentas un Rh negativo y tu compañero es positivo, se precisa la administración de una gammaglobulina anti-D específica en la semana 28 y en caso de metrorragias importantes o maniobras intervensionistas como biopsia corial o amniocentesis. De esta manera, se prevendría un cuadro de incompatibilidad generado por la sangre fetal, en el caso de que fuese Rh positivo. El problema es que el grupo del bebé no se sabe hasta que nace, por eso se intenta evitar en el caso descrito previamente.

Alrededor de la semana 24 a 28 de embarazo, se solicita la analítica del segundo trimestre. Esta extracción lleva asociada la tan temida prueba del azúcar. Existen dos posibilidades en el momento actual: la más extendida es que en el centro donde te están controlando la gestación te soliciten el test de O´Sullivan, es decir, habiendo acudido en ayunas al análisis te sacan sangre, te dan un frasco con 50 gramos de azúcar y, posteriormente, te vuelven a pinchar para la determinación de la glucemia tras la sobrecarga de glucosa. Si el resultado es positivo se tiene que confirmar el diagnóstico mediante la sobrecarga de 100 gramos de glucosa. En esta prueba se tienen que hacer cuatro extracciones y con los resultados, el obstetra te dirá si no tienes ningún problema con el azúcar, o bien presentas una intolerancia a los hidratos de carbono o se confirma la presencia de una diabetes gestacional .

Existe una segunda opción: que en vez del test de O'Sullivan en el centro donde te siguen el embarazo, te realicen la sobrecarga de 75 gramos. No es un método de cribado, sino que directamente es de diagnóstico. El resultado positivo de la prueba en alguna de las tres extracciones confirma el diagnóstico de diabetes gestacional.

Durante el tercer trimestre, la recta final de la gestación, los parámetros específicos que se deben solicitar son las pruebas de coagulación, necesarias para la realización de la preanestesia y la posterior analgesia epidural, si lo desea la paciente.

Estas analíticas son propias de una gestación de curso normal, pero en cada caso particular, el obstetra puede indicar el número de las mismas que sean precisas, todo ello orientado hacia un control correcto de tu embarazo.