El aborto en el primer mes de embarazo
Cómo actuar si se produce
El aborto se define como la interrupción espontánea del embarazo antes de la semana 22. Se caracteriza por el sangrado genital en cantidad variable. Lo más frecuente es que sea un sangrado escaso de sangre roja, aunque también puede ser sangre oscura por la oxidación de la hemoglobina cuando corresponde a sangre retenida.
En la mayoría de los casos, el sangrado se acompaña de dolor en la zona baja del abdomen entre el pubis y el ombligo (hipogastrio) o en la región lumbar. El dolor se debe a las contracciones uterinas y recuerda al dolor menstrual. El diagnóstico definitivo del aborto se hará mediante ecografía confirmando la ausencia de latido cardiaco en el embrión o el feto.
El tratamiento es la evacuación del útero mediante un legrado o tratamiento vaginal con prostaglandinas. En los casos de aborto completo, en los que se ha vaciado totalmente la cavidad uterina, no se requiere legrado.
Amenaza de aborto.
Cuando aparece los síntomas de aborto. (sangrado y dolor abdominal) pero la situación todavía es reversible ya que en la ecografía se visualiza latido cardiaco embrionario o fetal. No precisa ingreso hospitalario y se recomienda reposo domiciliario.
Aborto séptico.
Es cuando existe fiebre sin causa aparente en el contexto de un aborto. Es más frecuente en abortos provocados, técnicas inadecuadas de legrado o mujeres portadoras de DIU. Los síntomas que aparecen son dolor más intenso que en un aborto normal y las pérdidas vaginales de sangre van acompañadas también de pus (secreción purulenta) y mal olor. Puede complicarse con una peritonitis o un shock séptico. El tratamiento es el ingreso hospitalario de la gestante. Se le deben administrar antibióticos y posteriormente se le debe realizar un legrado para vaciar toda la cavidad uterina. En casos de peritonitis o shock séptico es necesario quitar el útero (histerectomía) y trasladar a la paciente a la UCI ya que hay mucho riesgo de muerte de la madre.
Embarazo ectópico
Se define como la implantación del óvulo fuera de la cavidad uterina. En la mayoría de los casos se aloja en la trompa de Falopio, pero puede aparecer en el ovario o el cuello del útero. Su incidencia es entre 1-2% de todas las gestaciones y es más frecuente en mujeres de edad avanzada, con antecedentes de esterilidad o sometidas a técnicas de reproducción asistida o con embarazos ectópicos previos. Se manifiesta con dolor, generalmente localizado en un lado de región baja del abdomen. La exploración vaginal suele ser muy dolorosa, sobre todo cuando se moviliza el cuello del útero. En la exploración vaginal bimanual, suele palparse una masa a nivel de la trompa y el ovario (anexial) del mismo lado muy dolorosa.
A veces aparece sangrado, aunque no siempre está presente. En los casos de rotura del embarazo ectópico, la sangre provoca irritación peritoneal (signo de Blumberg positivo) y en los casos más aparatosos puede producirse un cuadro de shock.
El tratamiento del embarazo ectópico puede ser expectante con controles analíticos y ecográficos, médico con methotrexate o quirúrgico llegando a la extirpación de la trompa de Falopio donde estaba alojado el embarazo.